PERFIL

Fue una estrella juvenil de Disney, es la quinta persona con más seguidores en Instagram, se presentó en Uruguay para una audiencia de más de 12 mil fanáticos y se reinventó en numerosas ocasiones. Selena Gomez, que hoy cumple 30 años, es una de esas estrellas de las que siempre se puede esperar una sorpresa.

Se mueve con comodidad entre la música y la actuación, y desde pequeña está acostumbrada a la exposición. Comenzó su carrera a los 10 años, cuando encarnó a Gianna en Barney y sus amigos, pero su verdadero salto a la fama le llegó a los 15 cuando protagonizó Los hechiceros de Waverly Place, uno de los grandes éxitos de Disney Channel.

Aquella sitcom sobre una familia de magos fue la primera gran conquista de su carrera. Al igual que otras figuras de Disney como Miley Cyrus y Demi Lovato, su rostro ilustró mochilas, cartucheras y hasta camisetas. Eso catapultó aún más su imagen: antes de cumplir 18 ya había protagonizado tres películas de la compañía y hasta lideraba el ya extinto grupo Selena Gomez & The Scene.

Con ellos rescató un clásico olvidado del grupo Pilot (“Magic”), grabó unos cuantos hits como “Naturally”, “Love You Like a Love Song”, “Who Says” y “A Year Without Rain”. Esta última, de 2009, tuvo su versión en español y hoy oficia de tono de espera cada vez que se pide un taxi por teléfono. Para su tercer disco, When the Sun Goes Down de 2011, la banda ya había vendido casi tres millones de álbumes en todo el mundo.

Fue con esa gira que en febrero de 2012 se presentó en el Estadio Charrúa para un público repleto de fanáticos. “La artista, que pidió cenar a las cinco de la tarde, no tuvo tan fácil la salida del hotel previo al concierto: allí una decena de fans hizo guardia día y noche para pedirle un autógrafo o sacarse una foto”, describía la crónica que publicó El País tras el show. “¿Qué dejó en Uruguay?”, se preguntaba la periodista Alejandra Volpi luego de verla en el escenario. “Demostró ser muy solvente en vivo y, dada su proyección en el cine y la televisión, no caben dudas de que le espera un futuro brillante”.

El augurio era acertado, aunque Gomez debió enfrentarse a unos cuantos claroscuros en su camino. Sus mediáticas relaciones con los músicos Justin Bieber y The Weeknd le dejaron profundas secuelas psicológicas que recién se animaría a exponer en el disco Rare, de 2020. “Cut You Off”, por ejemplo, lo demuestra. “Me paré frente al espejo, mirándome la cara / Y dije: ‘Tengo que cortar, cortar todo el peso extra’ / Que vengo cargando hace 1466 días”, asegura. “La verdad es que creo que ya tuve suficiente / Jugaste con mi confianza / ¿Cómo pude confundir esa mierda con amor?”.

Sin embargo, la etapa más difícil llegó en 2017 cuando debió someterse a un trasplante de riñón a causa del lupus, la enfermedad crónica que padece hace años y que la obligó a poner en pausa, al menos por unos meses, su carrera. 

Pero cuando volvió lo hizo con su mayor convicción. Fue parte de Día de lluvia en Nueva York, de Woody Allen; relanzó su faceta musical con “Bad Liar”, un pegadizo sencillo que sampleaba a Talking Heads; le puso voz a uno de los personajes de Hotel Transylvania 3; y hasta grabó “Taki Taki”, uno de los hits del verano 2019.

Y hay más. Como si quisiera escaparle al temor del encasillamiento que acecha a las ex estrellas de Disney, Gomez dedicó los últimos años a explorar al máximo su versatilidad. Produjo la serie de Netflix Living Undocumented, que narra la historia de familias indocumentadas que viven en Estados Unidos; lanzó en HBO Max la serie Selena + Chef, donde suele cocinar con un chef invitado por episodio (tendrá nueva temporada); y hasta reconectó con sus raíces latinas en el EP en español Revelación.

Ahora es una de las protagonistas de Only Murders in the Building, una serie de misterio que protagoniza junto a Steve Martin y Martin Short. La semana pasada se estrenó la segunda temporada y ya se confirmó una tercera. A los 30 años, Selena Gomez no deja de reinventarse.