Slow Burnin' cumple un sueño y celebra sus 10 años de música en el Teatro de Verano

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Slow Burnin'. Foto: Difusión.

ENTREVISTA

El grupo de reggae toca en el Teatro de Verano para celebrar su décimo aniversario junto a varios invitados, y adelantar canciones de su próximo disco.

Para Martín “Cabeza” Fossemale, uno de los cantantes de Slow Burnin’, la llegada de su grupo al Teatro de Verano representa la concreción de un sueño. “Para nosotros es un templo porque no solo vimos ahí a artistas como Los Piojos, La Vela Puerca y Alpha Blondy; también curtimos mucho carnaval y siempre pensábamos: ‘Pah, qué pire tocar acá’. Ahora que lo vamos a cumplir, lo sentimos como una bendición de la vida”, comenta.

Y la banda de reggae encontró el motivo perfecto para llegar al Ramón Collazo: el festejo de sus diez años. La de hoy será una noche de celebración, reencuentros y varios estrenos. Además de los 13 artistas que encabezan al grupo, habrá espacio para todos los músicos que pasaron por la banda durante esta década. Por lo tanto, cuando lleguen al final del recital —para el que aún quedan entradas en Tickantel, de 500 a 680 pesos— más de 30 personas habrán subido al escenario.

“El fuerte de la banda es el vivo porque se genera una conexión muy salada”, define Fossemale. “Es algo mucho más grande que lo que representa una escucha con auriculares o en el auto; el público es la pieza fundamental para generar ese ida y vuelta tan especial”.

Además de la fiesta colectiva, la llegada de Slow Burnin’ al Teatro de Verano carga con una energía especial: se trata de su show más importante desde la irrupción de la pandemia. El 13 de marzo de 2020 se habían presentado en Buenos Aires y, por primera vez en su carrera, tenían su agenda de conciertos completa hasta noviembre. Era el resultado de la visibilidad que les brindó su debut, Liberación (2019), que ganó el Premio Graffiti al mejor disco de reggae y les permitió salir de gira por Europa. “Veníamos en crecimiento y, de la nada, se nos cortó todo”, relata.

Sin embargo, la música fue el antídoto que necesitaban para sobrellevar la situación. Primero grabaron Desde el invernáculo, un EP de dos canciones alegres y optimistas. “Vivo respirando, siempre junto al mar, / Y voy tomando el control, / Estoy segura de que voy a escapar, no tengo otra misión”, cantaban en una cuidada puesta ubicada en el invernáculo Huerta en Casa.

“En estos años tuvimos momentos buenísimos y otros no tan buenos, pero siempre priorizamos el disfrute y la búsqueda del lado positivo”, comenta. “Eso lo ves en las letras: tenemos días buenos y malos, pero siempre vamos para adelante. Eso se ve en ‘Nada que me venga mal’, de nuestro primer disco, que es el mensaje que queremos resaltar”.

Esa mirada luminosa también alimenta a “Liberación”, su canción más popular, que acumula 192 mil reproducciones en Spotify. “Fluir en la vida es así, / Es crecer y sentirse feliz, / Viviendo de forma natural, /El pasado no te va a cambiar”, canta el grupo al unísono mientras la unión entre el ritmo entrecortado de una guitarra, la percusión y los fraseos de trompetas y saxos generan un clima hipnótico que invita al baile.

Pero si se trata de optimismo, “Tan bien”, el primer adelanto de su inminente segundo disco, captura a la perfección el espíritu de Slow Burnin’. “La música me suena tan bien, / La música me hace tan bien”, dice el estribillo. “La grabamos en la pandemia y, por más de que no estábamos tocando en vivo, nos seguíamos juntando para tocar y era eso lo que nos rescataba la cabeza. A pesar de que estábamos encerrados, al menos mentalmente, podíamos expresarnos y trasladarnos a otros lugares a través de las canciones”.

“Tan bien” marca el inicio del nuevo espíritu sonoro del grupo, que en su próximo disco planea acercarse a otros géneros. “Salimos un poco de la estructura de Liberación para abrir el abanico”, adelanta Fossemale. “Antes estábamos más estructurados por tocar reggae durante tantos años, pero ahora vamos a sorprender con música para todos los gustos”, comenta sobre el trabajo que será producido por Francisco Fattoruso.

Esta noche interpretarán varias de esas nuevas composiciones en el Teatro de Verano. Entre ellas estará “Divinas alegrías”, que el cantante define como “un dub y con guitarras un poco más pesadas” y que, como adelanta su título, mantendrá el espíritu optimista que define a su música.

Además de los estrenos, la celebración de sus diez años estará protagonizada por varios ejes temáticos. Los encargados de abrir el show serán el Trío Ventana —encabezado por Hernán Peyrou y los hermanos Martín y Nicolás Ibarburu—, que luego compartirán algunas canciones con el grupo. También habrá espacio para el repaso de Liberación, el reencuentro con exintegrantes y la interpretación de versiones de los clásicos que los influyeron.

Pero la fiesta no se termina en el Teatro de Verano. Luego del concierto, el grupo llevará sus instrumentos al boliche Volvé Mi Negra, que está a apenas unas cuadras de distancias del anfiteatro, para seguir tocando. Estarán acompañados por los DJs Magallán y Loren. “Somos una banda muy fiestera y vamos a seguir toda la noche”, dice, entre risas, el cantante. “Así que el jueves van a laburar pocos”.

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