Soledad Pastorutti viene de un 2022 lleno de triunfos. Fue parte de La Voz Argentina, el reality de canto más visto de la vecina orilla; agotó el Movistar Arena de Buenos Aires;y publicó una serie de colaboraciones que la acercaron a nuevos públicos. La lista incluye a “Quiero todo”, con Lali y Natalia Oreiro; “Yo no te pido la Luna”, con MYA; y la flamante “Tu marca”, junto a Los Palmeras.

El viernes llegará a Punta del Este para repasar sus éxitos (entradas en RedTickets, de 1920 a 4780 pesos), y antes dialogó con El País.

—El viernes te vas a presentar en Enjoy Punta del Este. ¿Cómo va a ser el repertorio?

—Estamos armando un show nuevo para este verano, que incluye a los clásicos porque soy muy respetuosa con mi historia. Es un recital con un espíritu muy festivalero pero en el caso del Enjoy va a ser un concierto más que un show y va a pasar por muchos climas. Voy a cantar canciones del disco Parte de mí y otras nuevas, porque 2022 fue un año de permitidos musicales, para que la gente termine bailando. También, por qué no, vamos a reflexionar con un brindis. Repertorio me sobra, lo más difícil es que todo encaje (risas), pero vamos a tratar de representar a todas las Soledades en el espectáculo.

Foto: Difusión.

—Comentaste que venís de un año de “permitidos musicales” y eso quedó claro con tus colaboraciones con Lali y Natalia Oreiro, Los Palmeras, MYA y Tabaré Cardozo. ¿Cómo surge ese interés por acercarte a otros sonidos?

—Tiene que ver con mi esencia. Soy una artista que todavía tiene chances de crecer, mejorar y encontrar nuevos caminos; es como dice Drexler: “Todo se transforma”. En mi caso, esa transformación tiene que ver con estar presente en la escena musical y actualizarse pero sin traicionar mis sentimientos ni mi forma de ser. Creo que la palabra “popular” resume todo, y dentro de eso le he cantado a las cosas muy sentidas a la vez que he tratado de transmitirle alegría a mi gente. La búsqueda constante tiene que ver con mi forma de ser: yo soy inquieta, me aburro fácilmente y apenas termino un show ya estoy pensando en lo que va a venir. También es cierto que la búsqueda no siempre es acertada, pero soy de las personas que piensan que para saber qué es lo que no les va, primero tienen que medir; es como la ropa: si no te la probás, no vas a saber cómo te queda. La música es un espacio de mucha libertad y quiero aprovecharlo.

—¿A qué no podés renunciar para que esta búsqueda mantenga su honestidad?

—Primero que nada hay que ser honesto con uno mismo. Si bien yo tengo claro que el artista es un producto que se vende al público, hay situaciones a las que no puedo amoldarme porque sé que no me representan. Yo no puedo disfrazarme, por así decirlo, para caerte bien. Quiero agradar pero sin traicionar mis principios; soy muy respetuosa de la gente y de la tierra, y nunca dejaría de cantarle a mis raíces ni a mi país. Creo mucho en el dicho: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, pero no por eso me voy a perder la oportunidad de conocer otros lugares.

—Lo más valioso de esta etapa de tu carrera es que estás trabajando con artistas de nuevas generaciones, como Lali y MYA, pero a la vez mantenés el espacio para homenajear a referentes como Horacio Guarany. ¿Qué importancia le das a ese diálogo entre tradiciones?

—La escena es muy amplia y la gente que tiene años en esto merece mis respetos y mi cariño. Y si bien no siento el peso de hacerme cargo de la música folclórica, que es de donde vengo, para mí es una necesidad. Por eso meto tres zambas de Horacio Guarany en mis shows, pero eso no me quita la posibilidad de cantar una balada o de compartir escenario con Lali. Tiene que ver con mi interés por convivir en este espacio, siempre manteniendo una identidad. Creo que eso es lo que nos hace a los artistas reconocibles y elegidos por la gente. A lo mejor hay gente que no me sigue, pero cuando escucha una canción mía sabe que es Soledad. Eso es muy importante.

—Ya que mencionaste a Lali, el año pasado trabajaron juntas en La Voz Argentina. ¿Qué te dejó la experiencia?

—Esta es mi cuarta temporada en el programa y lo disfruto mucho. Me encanta compartir con mis compañeros de la música y de la televisión, y siempre me termino haciendo amiga de los participantes;de hecho, cuando vaya a Cosquín tengo la intención de invitar a algunos de ellos para darles un espacio y que me acompañen. La Voz me encanta como programa, lo disfruto mucho y por supuesto mucho más si gano (risas). Es un trabajo lindo porque me lo tomo en serio, trabajo mucho con los participantes y les busco repertorio. Lo bueno de la televisión es que te da la cercanía con un público que tal vez no te elige directamente por tu música, y eso te abre otra puerta para llegarle a la gente y que te conozcan de otro lugar. Además de la experiencia en el programa, lo más lindo del año pasado fue cantar en un Movistar Arena (en Buenos Aires) agotado:después de tanto tiempo de trabajar en Buenos Aires, pude hacer un estadio como yo quería y con una producción de nivel internacional con una propuesta que es poco pensada para el folclore;hastafui de una punta a otra del estadio colgada de un arnés.

—¿Qué esperás de tu reencuentro con el público uruguayo?

—La última vez que fui al Enjoy hicimos un show de piano y voz a la carta, y la gente elegía las canciones. Fue uno de los mejores shows de ese año, así que tengo muchas ganas de volver. Esta vez voy con mi banda y espero que pase lo mismo para que se renueve el cariño que le tengo a los uruguayos. Yo los quiero muchísimo porque me han aceptado como artista de la misma manera que me aceptó mi país cuando estaba dando mis primeros pasos. Extraño ir más seguido, pero la televisión y el covid me lo impidieron. Siento que este va a ser un nuevo comienzo y que va a ser hermoso porque cuando te dejás de ver con alguien por mucho tiempo y te reencontrás, el abrazo es más cálido.