PRESENTE
La cantante argentina se inició como chica Disney, y hoy es una estrella pop que este viernes actuará en el Estadio Centenario con entradas agotadas.
En los tres años que pasaron desde la última vez que Tini cantó en Montevideo, cambiaron muchas cosas. Tal vez demasiadas. En aquella visita, la argentina actuó en un Antel Arena repleto de un público juvenil que, seguramente, acudía al primer recital de su vida. Entre cientos de vinchas con su nombre, camisetas con la tipografía de Violetta —la tira de Disney que protagonizó y con la que recorrió el mundo— y gritos eufóricos, Tini se despedía, sin saberlo, de una etapa de su carrera.
Aquella noche, en la que interpretó algunos de los éxitos de la serie adolescente, hubo un indicio que tal vez pasó desapercibido entre tanta algarabía: el estreno de “Fresa”, su colaboración con el colombiano Lalo Ebratt. En aquel reggaetón de estribillo simple y pegadizo que sonó sin descanso en las radios y pistas de baile uruguayas, Tini abrazaba por primera vez la sensualidad (“Cuando tú me besas de pies a cabeza, / Sé que a ti te gustan mis labios de fresa”, dice el estribillo) y daba el paso que tanto anhelaba.
Es que como estrella adolescente movía multitudes, pero no lograba conquistar al público mayor de 18 años. En sus dos primeros discos, Tini (2016) y Quiero volver (2018), todavía abrazaba el pop dulce, inocente y romántico como si se tratara de una evolución natural del camino recorrido.
Primero con “Fresa” y meses más tarde con “Recuerdo” —con Mau & Ricky, donde la sensualidad que invitaba al baile volvía a tomar el protagonismo—, Tini se acercó a oyentes de todo el continente que jamás habían oído hablar de Violetta. La cosecha de este recambio de público dará sus frutos mañana en el Estadio Centenario, en su vuelta a Montevideo para el show más convocante de 2022.
La historia ya fue contada varias veces en estas páginas: su recital se anunció en junio y fue planeado para 20 mil personas, pero las entradas se agotaron en menos de 24 horas y, fue tanta la demanda, que se habilitaron otras 20 mil. Para sorpresa de todos, incluso de la productora AM, encargada del show, los tickets se volvieron a agotar. Por lo tanto se lanzaron otros seis mil ingresos en las Tribunas Ámsterdam y Colombes, que agotó en la tarde de ayer.
De esta manera, Tini se convertirá en la primera artista en agotar un Estadio Centenario completo en una década. El último había sido Paul McCartney en 2012: no repitió en su regreso y tampoco lograron el sold out artistas como los Rolling Stones o Roger Waters. A su vez, será la primera mujer en agotar el Centenario. Es un hecho histórico.
En cifras, estos son apenas dos de sus tantos logros. En 2021 logró que “Miénteme”, su colaboración con María Becerra, se convirtiera en la canción más escuchada por los uruguayos en Spotify. Semanas después “Bar”, su canción junto a L-Gante, se consolidó como el tema más popular del verano, algo que los lectores de El País confirmaron en una encuesta realizada a inicios de enero: se impuso con comodidad a los otros 20 candidatos.
Pero hay más. La gira que traerá a la cantante de 25 años nuevamente a Uruguay no deja de agotar fechas en España y Latinoamérica. En Buenos Aires convocó a 105 mil personas en sus seis presentaciones en el Hipódromo de Palermo. A su vez, otras decenas de miles de seguidores fueron parte de la transmisión, a través de Star+, de uno de esos recitales.
Lo llamativo de este fenómeno es que la carrera de Tini tuvo un crecimiento vertiginoso en plena pandemia, cuando los espectáculos estaban cancelados y a la gente no le quedaba otra opción que bailar en el living de su casa. No es un caso aislado; la nueva escena argentina está repleta de artistas jóvenes que crecieron en esa etapa. María Becerra, Tiago PZK, Nicki Nicole, Emilia y Bizarrap son otros músicos que aprovecharon la pandemia para afianzar su crecimiento.
En el caso de Tini, el secreto parece estar en la fusión entre el reggaetón y la cumbia, un sonido sumamente bailable y pegadizo que le brindó varios éxitos a su repertorio.
El ejemplo más claro es el de “Miénteme”, su ya mencionada colaboración con María Becerra. Con una letra que juega con la picardía de un romance oculto entre amigos, y un ritmo irresistiblemente bailable que se acompaña de la repetición de palabras para darles un efecto percutivo, Tini encontró un sello que, hasta ahora, no ha fallado.
“Miénteme”, que sonó sin descanso en las radios locales y que aún se mantiene como uno de los momentos más celebrados de las pistas de baile, se acompañó de una infalible movida de marketing: los dance challenges en redes sociales. Con una coreografía divertida y desafiante, la argentina se aseguró una exposición arrasadora; solo en TikTok hay 914 mil videos de usuarios que intentan replicar su baile.
A “Miénteme” le siguieron otros éxitos como “Bar” y “La Loto” —este último grabado con Anitta y Becky G, que muestra su ascenso continental—, que replican la fórmula antes mencionada: son sumamente pegadizas e insisten con la idea de una noche festiva que se alimenta a base de tragos. Su nueva personalidad queda reflejada en “La Triple T”, su tema insignia —que además es su nombre en Instagram—, donde celebra la sensualidad más libre: “No estamo’ en la playa, pero en bikini, / Que ya no tomo agua, solo Martini, Que ya no quiero amor, me puse la mini”.
Si uno se limita a esos sencillos, la sensación es que apostó por lo superficial para asegurarse el éxito. Sin embargo, "Suéltame", un interesante trap de tintes latinos donde canta con Christina Aguilera; el disco TINI TINI TINI, que incluye la cautivadora "Un beso en Madrid", grabada con Alejandro Sanz; y las dulces baladas “El último beso”, "Maldita foto", “Carne y hueso” y “Fantasi” son buenas muestras de que no renunció a la búsqueda honesta y personal que ya había delineado en el álbum Quiero volver (2018).
Su repertorio abarca al público que buscaba, y eso se verá mañana en el Estadio Centenario con un show agotado que seguro será una fiesta.