En el lobby de una hotel de la rambla, tres cantores rochenses componen una canción. Buscan rimas que, una vez más, destaquen a los horizontes oceánicos y la gente de sus pagos. Pura magia rochense.

Los cantores son Carlos Malo, Julio Víctor “el Zúcará” y Pindingo Pereyra que reciben a El País para charlar de Canciones históricas, el espectáculo que crearon para celebrar los 230 años de la ciudad de Rocha y que presentan el 4 de mayo en Sala Zitarrosa; las entradas ya están en Tickantel.

Historias y canciones históricas tienen un montón este trío de músicos cuya unión era un destino manifiesto. Malo debutó artísticamente con una canción de los Zucará y Pereyra con guitarra prestada por Julio Víctor. Los dos están orgullosos de ese momento de su vida.

Sobre el respeto y el cariño compartido, la música de Rocha, El País charló con el Zucará, que vive en La Paloma, Malo que es de la capital departamental y Pereyra, oriundo de Castillos. Viven, dicen, una “lejana cercanía”.

-¿Cuál es el sonido rochense que los unía y que hizo que cuando se cruzaran hablaran el mismo idioma?

El Zucará: Creo que la cosa arrancó allá en los años 70 cuando los Zucará grabamos nuestro primer disco. Ahí empezó a surgir un cancionero que no existía al que luego se fueron sumando otros.

-¿Qué elemento aportaron los Zucará a la música de Rocha?

El Zucará: Todo, porque no había ni poesía, ni canciones que hablaran de nosotros o de nuestros paisajes. No había poetas que se dedicaran a escribir canciones, como ya había en Treinta y Tres o Tacuarembó. Y arrancamos con el movimiento de canto popular que es anterior a nosotros y del que sacamos todo: Los Olimareños, Zitarrosa, El Sabalero, Viglietti. A partir de eso queríamos construir canciones nuestras y empezaron a aparecer poetas. El primero fue Dagoberto Vaz Mendoza que escribió la primer canción grabada que habla de Rocha: “Niña butiacera”. Con ella vinimos a Montevideo a un festival internacional de folclore y ganó el primer premio a la mejor canción inédita. Gracias a eso nos ofrecieron grabar nuestro primer disco y ahí empezó todo.

-Y ustedes encontraron un sonido rochense en lo que hacía el dúo...

Pereyra: A Julio lo conocí allá por el 68 o el 70, cuando recién empezaban pero la primera vez que escuché a los Zucará fue en un tocadiscos en una escuela rural: era el disco, Poema de octubre y cuando lo escuché, pensé “esto es lo que quiero cantar”. Tuve la suerte de conocer a Hugo Baraldi, , poeta, profesor de literatura, historia ya fallecido, y empecé a relacionarme con él porque yo era un niño campesino que no sabía muchas cosas. Aprendí muchísimo con Hugo y hasta empecé a componer canciones con él. Y por ahí vi por primera vez a Los Zucará en el Club Juventud. Julio me prestó la guitarra y yo estaba encantado de tocar con la guitarra de un Zucará. Y a Carlitos lo conocí chiquito...

-Justo, ¿cómo se vincula usted a esa línea cronológica?

Malo: La primera vez que canté en un escenario, fue en el Teatro 25 de Mayo, y fue con “El sublavau”, una canción que popularizaron Los Zucará. Es que están en nuestro ADN y por eso estoy orgulloso de estar compartiendo escenario con Julio y ahora con Pindingo, que se ha sumado a este proyecto que generamos para mantener viva la canción rochense, la que marca nuestra esencia. Y en la también hay otros rochenses como el Pico Decuadra, Sol y Palma, todos aquellos que han sido señeros en el canto nuestro y que uno tiene tan incorporados.

Pereyra: Un detalle es que cuando nació “El Camaronero” (uno de los clásicos de Pereyra), Carlitos estaba naciendo.

Malo: ¡Tengo los años de “El Camaronero”!

-¿Y cómo lo lleva eso que lo reconozcan como un pionero?

El Zucará: Para mí es increíble, un reconocimiento maravilloso. A veces me da cosa: ¿será que lo que hicimos vale la pena que se continúe de esta manera?

Malo: Todas las canciones rochenses más famosas han pasado por las manos de Julio: es el compositor de la gran mayoría de ese cancionero.

-La poesía rochense es muy autoreferencial. ¿Eso es por esa ausencia histórica de textos y canciones que los representasen?

El Zucará: Lo que pasa es que somos muy fanáticos de nuestro lugar.

Malo: ¡Orgullosamente rochenses!

Pereyra: Es lo que decíamos: queremos mostrar a través de las canciones nuestro entorno, nuestros paisajes y nuestros personajes.

-¿Cuál es la canción más representativa de Rocha?

Malo: “En tu imagen” que, además, fue declarada oficialmente himno popular. Y eso que es de Lucio Muniz, un olimareño.

-Pensaba en una canción como “Poema a las tres”, que es hermosísima pero también tiene una tristeza ya desde ese “Cae un silencio gris en la vereda”. ¿No es medio tristona la canción rochense?

El Zucará: Nunca me había pasado antes como con esa canción de que la música ya estaba en la poesía, lo único que yo hice fue agarrar la guitarra y empecé a cantarla. Es de Enrique Siva, “El Gallineta”.

Malo: Y Rocha, sí, es una ciudad mansa...

El Zucará: Sí, un poco bajón. Pero eso tiene su encanto.

Malo: Julio tiene una canción con el Gallineta que se llama “Canto chatito” (con la que empezamos este espectáculo) y que nos pinta a nosotros, el barrio, la estética de Rocha.

Pereyra: Es que es una ciudad chatita. No hay edificios altos, por ejemplo.

Malo: Es un poco chata, sí.

-¿Cómo es Canciones históricas?

Malo: Está armado alrededor de las canciones referenciales de los tres. Las hacemos en versiones a trío, dúo y el hijo de Pindingo, Eduardo, nos acompañará con la percusión. Va a ser una noche de un montón de canciones y que nos obligó a dejar afuera un montón.

Pereyra: La verdad es que es un repertorio contundente.

Malo: Y con el que te das cuenta de lo vasto que es el cancionero de Rocha.