NOVEDADES DISCOGRÁFICAS

Diego González habla de su primer disco solista, Uno

Diego González necesitó de varias cosas para llegar a su primer disco solista. Necesitó acercarse a la música de manera intermitente con su abuela, que era docente; componer para una banda de la que fue parte (Papa Dolce), darse cuenta de lo tangible de la guitarra cuando incursionó en Murga Joven a principios de los 2000, encontrarse con el guitarrista Hernán Díaz y salir a recorrer con él un circuito pequeño de boliches, y atravesar algunos asuntos personales para cambiar su modo de describir y darle más madurez.

A grandes rasgos, ese es el camino que lo llevó al álbum Uno, que editó hace algunas semanas a través de Bizarro y que viene tocando en distintos escenarios (este sábado, por ejemplo, estará en la fiesta de la banda uruguaya Senda 7 en Las Duranas, desde las 20.00).

“Fue el momento”, resume González; y admite que con ese bagaje, tuvo que trabajar para sacarse la murga canción de encima y poder explorar otras sonoridades, “porque la tenía muy en mí”. Así, la premisa fue clara: dejar que las canciones fueran hacia donde dictaban, lo que aunque con un sonido orgánico, desembocó en lo que define como “una ensalada de géneros, algo común en los primeros discos”.

“Me propuse hacer un disco de canciones que quedaran en la cabeza. Esa fue la idea siempre, si bien me reprocho un poco haberme quedado con un par de canciones más chiquitas, intimistas, en el tintero”, dice González, que en los 11 temas del álbum pasa por el pop, el rock, el candombe, la cumbia, el funk y hasta por la canción urbana con sutiles matices murgueros.

“Es una montaña rusa, una mezcla todo el tiempo. Tenés que estar muy seguro, tratar de controlar la ansiedad”, dice González sobre la salida de su ópera prima, “pero en verdad estoy contentísimo y tengo pila de ganas de tocar las canciones. Si bien fue todo un viaje, creo que las cosas se dan en su momento justo”.