Redacción El País
Hay una canción a ritmo de plena que en su refrán cuestiona “¿el timbre de la escuela, cuantas veces sueña?” y en la secuencia contesta, de manera entretenida y a todo ritmo, el porqué de cada timbre. Hay otra, muy emotiva, a piano y voz, que habla de la importancia de pedir ayuda, “si te cuesta entender, si no lo puedes lograr y es difícil hacer, hay que pedir ayuda”, incentiva. Hay también un rock que cuenta de manera sorprendentemente estimulante sobre ese momento que para muchos niños es problemático: la ida a la peluquería. U otra, una murga divertida, sobre otro de los momentos difíciles en la infancia: ir al dentista. Y hay también una melódica y emotiva que habla de la ida a la escuela y todo lo que ocurre en este “segundo hogar”.
Todas estas canciones están en los discos Música para crecer y Música para aprender, Vol 1 y Vol.2, de Villazul, el proyecto musical de Fabián Marquiso, cancionista y productor uruguayo, dirigido a niños neurotípicos o neurodivergentes.
Marquiso es padre de Antonio, un niño con Trastorno del Espectro Autista, cuya educación la acompañó a través de la música. Así, a medida que necesitó encontrar la forma para que su hijo incorporara distintos hábitos y conductas del día a día, iban naciendo nuevas canciones.
Para llevar adelante este proyecto, el músico convocó un verdadero dream team. Así, hay temas en la voz de Emiliano Bracciari, Ruben Rada, Malena Muyala, Claudio Taddei y otros artistas uruguayos. En su última entrevista con El País, el músico reflexionó sobre este proyecto que también fue abrazado por muchas familias al momento de acompañar a sus hijos.
“El hecho de que todos los artistas de Villazul se pongan al servicio de un mensaje infantil, pero en realidad están tocando música para adultos, le da una seriedad y lo pone en el lugar de que es un disco que habla de una causa, que la saca del placard, y eso es lo más importante que tiene a nivel social”.
Estas canciones giraron por Uruguay y en marzo de este año estuvieron en la Sala principal del Teatro Solís junto a la Banda Sinfónica de Montevideo. Ahora, Marquiso regresa a este teatro, pero a la Sala Demlira Agustini, con la propuesta La casa de Villazul, con funciones hasta el 23 de julio. Entradas en Tickantel por 500 pesos. El espectáculo es adaptado en sonido, iluminación y lenguaje de señas para promover una experiencia cercana y agradable a niños y padres.