ENTREVISTA
Este viernes, la cantautora argentina Zoe Gotusso lanzó "Mi primer día triste", su primer álbum solista, y habló con El País sobre sus canciones
Luego de su paso por el dúo Salvapantallas y del lanzamiento de las canciones como solista "Un bossa +", "Calefón" y "Monoambiente en capital", la cantautora argentina Zoe Gotusso lanzó Mi primer día triste, su esperado primer disco solista, donde confirma su lugar como una de las artistas más originales de la nueva escena rioplatense.
Son 10 canciones grabadas en Montevideo bajo la producción de Juan Campodónico, y cuentan con el aporte de grandes músicos locales, como Hugo Fattoruso, Gabriel Casacuberta, Nico Arnicho y Martín Ibarburu.
Sobre su debut solista, Gotusso habló con El País.
—Cuando te entrevisté a principios de julio, unos días después de la salida de “Ganas”, habías mencionado que estabas sorprendida por la repercusión que se generó. Te llegaron varios covers y hasta hubo gente que se tatuó frases de la letra. Después del lanzamiento de "Cuarto Creciente" y de participar de festivales en streaming llegó Mi primer día triste, tu primer disco solista. ¿Qué balance hacés de este año?
—Fue un relindo año para mí, y a la vez fue superatípico porque nunca pensé que iba a ser de esta forma. Yo me imaginaba debutando en el Lollapalooza y girando con la banda, pero fue un año increíble. Tuve un lindo comienzo de proyecto y siento que la gente lo está entendiendo y sumándose canción a canción. Es reloco porque yo era Salvapantallas y ahora soy Zoe, y logré cosas muy rápido en este año tan atípico.
—El disco fue grabado en Montevideo bajo la producción de Juan Campodónico, y el sonido local queda reflejado en canciones como "La culpa", un candombe que además presenta una de las letras más personales del disco. ¿Cómo surgió?
—Ese candombe surgió en mi cuarto en Buenos Aires. Yo no soy uruguaya pero sí he escuchado mucho candombe uruguayo, entonces algo de ese rasguido en la guitarra ya lo tenía. Siento que es una canción para Santi (Celli, su compañero en Salvapantallas), y lo digo muy abierta porque la hice con mucho amor. Fue una de esas canciones nocturnas que suceden rápido y, aunque en "Cuarto creciente" ya asomaba un poco el candombe, para mí "La culpa" es el himno candombero del disco.
—Ahora que mencionás que la canción fue escrita para Santi, termino de comprender la frase: "Siempre quise decir esto, solo que no me animaba, / Tengo un fuego tan inmenso, que no me lo apague el agua, / Y vos sabés que las cosas cambian". Supongo que partió del momento en que decidiste terminar con Salvapantallas para empezar tu carrera solista.
—Obvio. El último año que estuve con Santi empezaron a salir todas estas canciones del disco, que hice cuando tenía muchas cosas para decir. La letra es para mí pero siento que le estoy hablando a un amigo, y si tengo que poner a alguien ahí es a Santi. Habla de que siempre quise decir esto, pero ahora tengo la claridad, y después habla de que la culpa no existe porque es un invento. Es una hermosa canción.
—Y está bueno no sentir culpa al momento de cortar con un proyecto, porque a veces uno puede no se siente cómodo pero igual sigue adelante porque empezó a tener éxito y no quiere dejar pasar la oportunidad. Ahora que pasó un tiempo del final de Salvapantallas, ¿cómo la recordás?
—Pienso que los dos queríamos lo mismo, pero solo alguien lo tenía que decir en voz alta. Se sentía en el aire y en los shows. Siempre fue con mucho amor porque Santi es mi mejor amigo. Quizás parece un drama pero no, incluso "Cuarto creciente" la escribí con él y eso que era para mi proyecto. Miro para atrás y veo una separación relinda. Veo dos discos nuevos: el mío y el de Santi (RESET), y veo que nos multiplicamos, que es lo que queríamos y es relindo. Fue todo un disfrute Salvapantallas y cuando dejó de serlo, lo dejamos de hacer para concentrarnos en otras cosas. Es muy importante saber cortar en el momento justo porque estamos acostumbrados a las separaciones que duelen, y no es que no haya dolido, pero el dolor está bien porque es parte de las cosas. Me pareció lindo cortar en ese momento y que no se pudra porque nos amamos.
—A lo largo del disco hay canciones como “Ganas”, “Mi primer día triste” y “María”, donde transmitís la idea de que está bueno abrazar la tristeza. ¿Cómo decidiste abordarla?
—El disco se llama Mi primer día triste y quizás cuando uno lee el título se puede imaginar que este es un disco triste. Pero cuando yo digo eso es que tuve un día triste, es uno de un montón. Para mí, este es un disco feliz. “Mi primer día triste” fue la primera canción que compuse para el álbum y es un sentimiento que salió una prueba de sonido de Salvapantallas. No sé que me pasó ese día, pero sentí un vacío, lloraba y me sentía frágil. Ese fue como mi primer día triste y fue como hacerse cargo. Es relindo y natural. Estaba en un momento de cambios, y no te digo que ese día me di cuenta de que tenía que ser sola, pero si me sentía vulnerable y me preguntaba cosas. Ahí empezó a decantar la data y después decidí probar estar sola para sentirme mejor.
—En “Mi primer día triste” describís a una multitud que, sin pedir permiso, entra a tu casa para robarse todos tus secretos. Me imagino que la letra está inspirada en la exposición repentina que llegó cuando empezaste a hacerte conocida. ¿Sentís que has perdido una parte de tu privacidad?
—Sí, creo que le letra viene por ahí. Nace de un cambio grande en la vida, y vos lo dijiste, llega la exposición de repente por tu música y salís a cantar cosas personales. Igual todo lo elijo. De hecho, estoy sacando un disco muy personal, pero estoy entregada y no tengo drama. Pero sí siento que ese fue un cambio que me hizo llorar, y a veces me fragiliza entender que, aunque todavía no soy famosa, sí estoy creciendo y tengo una cuota de exposición que me mueve cosas, pero me gusta porque significa que mi música se está escuchando.
—Mencionaste que este es un disco muy personal, y en "Desnuda" y "Cuarto creciente" le cantás por primera vez a un mujer. ¿Lo decís por eso?
—Obvio. Todas mis canciones de Salvapantallas eran para chicos porque salía con chicos. Pero un día salí con una chica, me enamoré y me animé a cantarle (sonríe). Si cuando compongo a las tres de la mañana le estoy cantando a una chica, ¿por qué le voy a cambiar la letra? Me parecería horrible hacerlo, y para mí es hermoso que este disco sea cantado a una mujer. Ya que estamos en este momento de cambios donde está buenísimo normalizar cosas que deberían haber sido normalizadas hace un montón, está bueno que la gente me conozca y sepa que yo me siento así. Además hay niños y niñas escuchando, y me gustaría que entiendan que el mundo es así y se puede ser como quieras. Está bueno que lo menciones porque fue un cambio para mí y lo tomé como: “Bueno, me la voy a bancar y listo”.
—Al comienzo de la entrevista hablamos de la influencia uruguaya, y el disco incluir una versión a guitarra y voz de "Amándote", de Jaime Roos. ¿Cómo surgió?
—Fue idea de Juan (Campodónico) hacer una versión porque sentía que me iba a aportar otros condimentos. Me gusta mucho Jaime Roos yesa canción me toca desde que soy chica. Con Juan pensamos en otras canciones, pero "Amándote" es una canción que tocaba mucho con Salvapantallas al final de nuestros shows y me encanta. Es una canción hermosa, casi de cuna, y quería hacerla así porque quería que el disco tuviera momentos acústicos. Por eso está "Amándote" y una versión acústica de "María". Le mandé un mail a Jaime para decirle que iba a subir un disco con una canción de él, y me comentó qué le había gustado la voz y la guitarra.
—En una entrevista con Vorterix mencionaste que ya tenés un nuevo disco en mente. ¿Cómo surgió?
—En pandemia. La primera canción del disco que sigue salió en Uruguay, y yo pensé que iba a ir al disco con Juan, pero no la terminé y quería darle su tiempo. Es hermosa. La punta del que salió ahora es "Mi primer día triste" y la punta del próximo disco, que por ahora solo tengo ideas dando vueltas, es de allá. Empecé esa canción en Uruguay y después estuve en sequía hasta que hace cuatro o cinco meses empecé a escribir de nuevo. Ya siento esas canciones y creo que se vienen muy lindas; y si yo las siento es que ya estoy confiada.
—¿Va a ser otro camino musical?
—Vamos con otro, pero no tengo idea todavía. A las canciones les podemos poner distintos vestidos. En Mi primer día triste elegí Uruguay por mi admiración por Juan y el candombe, y terminó siendo un disco muy rioplatense. Este no sé qué será, pero sé que estoy empezando y tengo ideas muy bellas. Ya estoy pensando en una persona con quien quisiera trabajar, pero quiero mandarle primero este disco para ver si gusta el proyecto y si le entusiasman estas canciones.
—¿Qué te gustaría generar con las canciones de Mi primer día triste?
—Yo quiero dos cosas: que estas canciones les hagan sentir cosas y que las canten conmigo. Todavía me debo esa imagen de salir con la banda o sola y escuchar a la gente cantar “Ganas” o “Cuarto creciente”. Siento que puede ser un momento muy lindo. También me gustaría que mis canciones viajen, que lleguen donde tienen que llegar y que muevan los sentimientos que tengan que mover.
—Ahora que el disco está en plataformas y que podés tomar cierta distancia de las canciones, ¿de qué manera te ves reflejada en Mi primer día triste?
—Yo veo una búsqueda y unas canciones relindas. No me importa qué tan inmadura esté, porque ahora me escucho y sé que canto mejor que antes, pero no me importa entrar en eso; el próximo disco lo cantaré mejor y tocaré mejor la guitarra. Yo veo a una artista que está solidificándose, creciendo y con una búsqueda reinteresante. Sé que es raro que lo diga yo, pero no importa porque estoy segura de que estoy buscando en lugares donde me siento cómoda y sé que es sincero. Este es mi primer disco después de venir de un dúo y de salirme de un lugar cómodo, entonces me ceba y me hace sentir orgullosa. Me gusta haberme animado a grabar el disco en Uruguay, haber salido de un lugar común, animarme a cantar cosas íntimas, cantarle a una mujer y mostrar mis defectos. Es una búsqueda repiola y es un buen comienzo.