Zoe Zeniodi, la griega "Miss Dynamite", dirige a la Banda Sinfónica y estrena difícil programa en Uruguay

La reconocida directora de orquesta griega llega por primera vez a Uruguay para conducir a la Banda Sinfónica con un complejo repertorio en el concierto "Circus Maximus", en el Teatro Solís. Antes charló con El País.

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Zoe Zeniodi.
Zoe Zeniodi.
Foto: Difusión.

Este año, la reconocida directora de orquesta Zoe Zeniodi, lo empezó en Avignon, de allí fue a Valladolid, una parada por su casa en Atenas, y a Los Ángeles, Buenos Aires, otra vez Los Ángeles, Chipre, y durante dos meses en Sydney para dirigir Cossi fan tutte en la Ópera de Australia. De allí a Porto Alegre, y ahora por primera vez llega a Uruguay. Sin dudas, Zeniodi hace honor a su apodo, Ms. Dynamite (Señora Dinamita), que siente como un gran elogio.

La directora griega, uno de los nombres más importantes en la dirección de orquesta actual, llega para dirigir a la Banda Sinfónica de Montevideo en un concierto que, reconoce, es bastante complejo. Se trata de Circus Máximus que tendrá su función este martes en el Teatro Solís y tiene entradas en venta por Tickantel.

El programa incluye un estreno mundial, Todos solos de la compositora uruguaya Sofía Scheps, y un estreno para Uruguay, Circus Máximus, la obra maestra de John Corigliano. “Son obras que van bien juntas porque es para la misma distribución de músicos, pero son maneras totalmente diferentes de percibir el sonido y qué quiere decir el sonido”, comenta Zeniodi en un perfecto español.

“En Sofía, el sonido es más linear y delgado, lo que le permite que entren instrumentos para crear armonía y efectos. Y Sofía usa esta obra para hacer una declaración sobre las mujeres. La obra se llama “Todos solos”, y ella eligió los solos de música clásica favoritos de los músicos, y algunos de ellos son para que interpreten mujeres. De esta forma, está haciendo una declaración sobre las mujeres en las orquestas, y en la banda en este caso. Porque por muchos años no teníamos suficientes mujeres en las orquestas, y ella lo pone en relieve”, comenta la directora.

En cuanto a la obra de Corigliano, “es una cosa fenomenal, es como una adrenalina que empieza con un ‘bang’, te tiene 35 minutos como en un viaje psicodélico y termina con otro ‘bang’”, resume Zeniodi.

“Corigliano es excepcional, y esta obra necesita de mucha concentración”, comenta la directora de orquesta. “Hay muchas personas que le tienen miedo a Corigliano por la manera en la que escribe, y es difícil, pero es fenomenal”, agrega.

—La primera pregunta tal vez le resulte obvia, pero teniendo en cuenta que es griega y vivió varios años en Estados Unidos, ¿cuándo aprendió a hablar tan bien el español?
—Hablo español por la vida, podemos decir. Yo viví por cinco años en Londres con músicos venezolanos, y los estuve escuchando hablar por todo ese tiempo. No sabía hablar, pero sí iba entendiendo lo que decían. Después en Salzburgo estuve viviendo dos años con un argentino y un mexicano, y por 10 años viví en Miami, y si ahí no hablás español, no podés pedirte ni una pizza. Tenía que hablar y el español es un idioma que siento muy cercano, como si fuera materno. Igual, el inglés lo hablo mucho mejor, pero porque hice un doctorado en inglés.

—Si es por el repertorio que presentará, se entiende su apodo pero ¿de dónde sale Miss Dynamite?
—Exacto. Surgió por una crítica que me hicieron hace unos años en Colombia. Un crítico escribió, elogiándome, que me deberían llamar Ms. Dynamite por la interpretación que hice. Es que hay mucha energía en mi personalidad y mucha pasión y concentración. Así me pusieron y todos usan ese apodo conmigo, pero ya tendrían que ponerme otro nombre, porque pasaron algunos años.

Zoe Zeniodi durante un ensayo con la Banda Sinfónica de Montevideo.
Zoe Zeniodi durante un ensayo con la Banda Sinfónica de Montevideo.
Foto: Difusión.

—¿Y vive con esa intensidad todo el tiempo?
—No. Hay muchas partes de mí que son muy tranquilas, pero así es la cosa, para poder tener la energía de una dinamita, la otra mitad, la que nadie ve tiene que ser muy concentrada, tranquila e introvertida para poder generar ese balance. Así balanceo mi vida y también mi trabajo. Todas las cosas que hago, especialmente en esta época que viajo mucho a muchos lados, estoy presente y concentrada en eso.

—Además de dirigir orquestas, dirige un sistema educativo.
—Sí, soy la directora artística de “El sistema” de Grecia. Es un trabajo muy importante, porque es ayudar a los niños. Les damos clases de música e instrumentos gratis, así como viajes y conciertos a 500 niños, la mitad a griegos, la otra mitad a refugiados e inmigrantes.

—¿Cómo se convirtió en directora de orquesta?
—Fui a la Universidad de Miami totalmente por error, porque me invitaron para hacer mi doctorado en piano. En esa época ya tenía 30 años, era pianista y me invitaron para ser profesora adjunta. Entré a la universidad y no sabía qué cursos quería tomar, aparte de piano, y buscando veo Dirección de orquesta, me dije: esto puede ser interesante, y me anoté. Además, me pareció algo más fácil que hacer Cálculo. La primera clase tuve a un profesor que era un genio, y cuando hablé con él, como al mes de haberse iniciado las clases me dijo: “tú tienes que ser directora de orquesta”. Entonces lo mire y le dije “pero no es posible, soy mujer”. Esto fue en el 2006, y el tipo se puso enojado, como loco y me dice: “¿por qué estás hablando así?, estás en Estados Unidos, puedes hacer lo que quieres”. Y la verdad que nunca había pensado antes en ser directora de orquesta, pero me dijo: “lo tienes que hacer. Tal vez no lo veas en este momento, pero tienes que confiar”, y así empecé. Los siguientes 10 años estuve encerrada leyendo y estudiando, y desde entonces no he parado.

Zoe Zeniodi.
Zoe Zeniodi.
Foto: JB Millot

—Tiene dos hijos chicos, ¿cómo es su dinámica familiar con tanto viaje?
—Mis hijos viven en Grecia y de allá siempre salgo. Es difícil hacer la administración para todas las cosas, porque además son mellizos, la naturaleza me dio los dos a la vez, no uno y después el otro. Y estoy sola, porque el papá vive en Inglaterra, entonces los primeros cinco años no salí, para estar con ellos, y me encargaba de todo. Por supuesto que tengo ayuda, somos griegos y siempre hay una abuela, un tío o primo a la vuelta para ayudar, y con ellos se queda cuando me voy de viaje. Cuando es por varios meses, como pasó en Australia, van conmigo y se divierten. Me han preguntado por qué no hacen homeschooling, pero no es una manera de vivir. Tienen que aprender que hay reglas, nos gusten o no, que hay niños con otras realidades y hay formas de comportarse en la sociedad.

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