GUILLERMO ZAPIOLA
Por atrás de la belleza, el "glamour" y el estrellato hay una historia más complicada, y Nicole Kidman se ha permitido aportar algunos datos acerca de ella. Allí hay drama, pérdida de embarazos, relaciones rotas y seguramente neurosis.
En apariencia lo tiene todo, y es comprensible que una cantidad de "mujeres comunes" a lo largo y ancho del planeta la contemplen con una mezcla de admiración, envidia y hasta un poco de odio. Como decía hace poco alguien inteligente: "Es preciosa, es buena actriz, puede hacer casi cualquier papel que se proponga, gana dinero y hasta se atreve a no ganarlo comprometiéndose en proyectos artísticamente arriesgados. Es demasiado. No hay derecho".
Esa es por cierto una de las caras de Kidman, quien puede saltar de un trabajo para Stanley Kubrick (Ojos bien cerrados) a otro con Lars von Trier (Dogville), interpretar un musical (Moulin Rouge), afearse para ganar el Oscar haciendo de Virginia Woolf (Las horas), involucrarse en proyectos decididamente comerciales (La intérprete, Hechizada) o que han querido serlo pero no tuvieron suerte (Las mujeres perfectas), e intercalarlos con otros mucho más independientes y con mucha menor repercusión en taquilla (Reencarnación, Retrato de una pasión: un retrato imaginario de Diane Arbus), pero que probablemente le interesaron por sus inquietudes artísticas y hasta por proporcionarle una oportunidad de lucimiento personal.
La actriz Kidman, cuyo más reciente trabajo, Invasores, se estrena el próximo viernes, está en condiciones de hacer prácticamente lo que se le ocurra. El ser humano Kidman ha tenido empero más complicaciones, y algunas de ellas han comenzado a aparecer en la prensa en las últimas semanas.
Durante bastante tiempo, e incluso luego de su reciente casamiento con el músico "country" Keith Urban, Nicole se negó a hablar en público, o por lo menos a decir mucho acerca de su matrimonio de diez años con Tom Cruise, quien debe ser por cierto otro tipo complicado. Los usuales rumores hollywoodenses han especulado con factores tan diversos como el eventual homosexualismo de Cruise, y más razonablemente Lo cargoso que Tom puede ponerse con el tema de su adhesión a la Iglesia de la Cienciología, que puso en fuga a Scarlett Johansson (quien al parecer por eso se negó a actuar en Misión imposible 3) y más recientemente ha hecho mella también en Katie Holmes.
En una entrevista reciente concedida a la revista Vanity Fair, Kidman ha contado el impacto que tuvo en su vida la pérdida de un embarazo, muy al principio de su matrimonio con Cruise. A partir de ahí surgió la intención de adoptar: Cruise y Kidman tienen dos hijos adoptivos, Belle y Connor, que según algunas fuentes habrían sido el motivo último de la ruptura entre ambos.
Cruise quería que fueran educados en la Iglesia de la Cienciología, Kidman se habría empeñado en proporcionarles una educación católica. Aunque la actriz no habla del tema, se casó con Keith Urban en una ceremonia católica, lo que implicó también una vuelta a sus originales raíces religiosas.
Tampoco habla mucho (aún reconociendo la autenticidad del hecho central) acerca de la relación que mantuvo tras la ruptura con Cruise, y que llegó al borde del compromiso, con el músico Lenny Kravitz. En una entrevista concedida al periódico australiano Sydney Morning Herald, Kidman ha reconocido que Kravitz fue "otro gran amor en su vida", pero se negó a comentar las razones que pusieron un punto final a ese vínculo: "Lo que existió entre nosotros es algo privado y me lo guardo". También ha dicho que la experiencia de ganar el Oscar a mejor actriz por Las horas la vivió con "una sensación de terrible soledad".
El matrimonio con Urban tampoco parece haberla envuelto en una nube rosada. El cantante tiene un viejo problema con la droga que se ha empeñado en superar, pero no ha sido fácil. Kidman asegura, sin embargo, que "fue muy doloroso, muy malo, pero pudimos salir de ello". Por otra parte, ha agregado que aunque ya tiene dos hijos adoptivos desea uno biológico: "Eso es algo en lo que Keith y yo estamos trabajando, pero despacio", apunta con un toque de picardía.
TRAYECTORIA. Su vida ha sido tan agitada y trashumante como su propio cine. Nicole Mary Kidman nació en Hawai un 20 de junio de 1967 pero hasta los cuatro años vivió en Estados Unidos. Su padre era médico e investigaba sobre el cáncer de mama en Washington y al mismo tiempo se desempeñaba como profesor universitario en Sidney, a donde la familia se mudó.
En Australia, Kidman ingresó en una escuela de teatro para jóvenes, y a los 16 años (en 1983) inició su carrera de actriz cuando intervino en una película, Bush Christmas, un asunto navideño que sigue proyectándose frecuentemente en televisión. Cuando su madre enfermó de cáncer de mama, la joven Nicole abandonó sus estudios escolares, pero tras la recuperación reanudó su carrera de actriz. En los años ochenta apareció en numerosas películas y series de televisión de Australia.
En 1989 se dio a conocer en Europa y en Estados Unidos con Terror a bordo, un asunto de suspenso rodado en Australia junto a Sam Neill, y luego se trasladó a Hollywood para hacer Días de trueno, donde se encontró con Tom Cruise, con quien se casó un año después. El resto es más cercano y más notorio.
Actualmente, Nicole y su marido Urban viven en Nashville, Estados Unidos, ciudad que como se sabe es algo así como la capital mundial de la música "country". Recientemente decidieron mudarse, pero dentro de la misma ciudad. Al parecer la casa en que vivían, propiedad de Urban, se había vuelto demasiado notoria, y quieren un poco de tranquilidad: los periodistas y los "paparazzi" suelen ser los individuos más fastidiosos del mundo. Han encontrado otra finca y piensan asentarse en ella, pero han preferido no dar a conocer el lugar exacto.
El que fuera hasta ahora su hogar, construido en 2004, ha sido puesto a la venta por 1.800.000 euros y cuenta con cuatro dormitorios, cinco cuartos de baño, gimnasio, piscina y spa. El anuncio de la agencia inmobiliaria que lo vende lo describe así: "Tiene 10 habitaciones, ha sido completamente remodelada, cuenta con maravillosos jardines y ha sido decorada al gusto de los clientes más exigentes. Desde el interior se contemplan espectaculares vistas a la ladera".
EXTRATERRESTRES. Cuando se le pregunta por qué aceptó trabajar en Invasores, cuarta versión de un tema reiterado por el cine y en el que comparte cartel con Daniel Craig, el nuevo 007, Kidman responde: "Esta historia parece tener una resonancia eterna. De ahí las tres versiones anteriores".
Reconoce que nunca vio la versión de Don Siegel de 1956, ni la de Philip Kaufman en 1978 (no dice nada acerca de la de Abel Ferrara de los años noventa), pero opina que "es una trama interesante para cualquiera en esta época", como demostró la reciente alarma provocada por un pasajero afectado por una extraña forma de tuberculosis. No es particularmente una amante del género terrorífico, aunque supo aportar un pequeño clásico en el film gótico Los otros, del español Alejandro Amenábar, y se prepara a volver a él en Al final del espectro, "remake" de un film colombiano que está desarrollando a través de su empresa Blossom Films junto al realizador del original, Juan Felipe Orozco. Allí interpreta a una mujer que busca refugio a su tragedia personal en un edificio donde empieza a ver fantasmas.
Tampoco gana para sustos en el mundo real. Sufrió un espectacular accidente automovilístico mientras rodaban una escena de persecución, en el que se rompió dos costillas y quedó en estado de shock durante varias horas. Reconoce que ello refleja algo de su filosofía personal: "Siempre busco retos. No es un problema de géneros sino de un material inusual y con fuerza, y un director que me motive".
Próximos proyectos de la actriz
Nicole Kidman no descansa. Tras Invasores ha terminado Margot at the Wedding, un drama familiar dirigido por Noam Baumbach (el de Historias de familia) que ya ha comenzado a circular por festivales y se estrenará comercialmente en noviembre en los Estados Unidos.
También tiene en post-producción dos películas: The Golden Compass de Chris Weitz, primera entrega de la trilogía basada en la serie de novelas fantásticas de Philip Pullman La materia oscura, donde interpreta a la enigmática Marina Coulter, Australia, un drama dirigido por Baz Luhrman ambientado en el Norte del país del título en la posguerra.
Actualmente está filmando The Reader, una película de Stephen Daldry basada en una novela de Bernard Schlink adaptada por el dramaturgo David Hare, sobre la obsesión de un joven por una mujer mayor que conduce a los juicios por crímenes de guerra tras la Segunda Guerra Mundial.
También tiene en carpeta (para el 2009) Need, un drama de adulterio en el que también actúa Naomi Watts, y se rumorea su intervención en una "remake" de La dama de Shanghai de Orson Welles que dirigiría Wong Kar-wai.
Modelo Virtual
Nicole Kidman participó en la reciente Semana de la Moda de Londres, aunque desfiló de manera solamente virtual. La actriz apareció diez minutos en un pequeño corto realizado por Antoni Burakowski y Alison Roberts, como celebración del 20º aniversario de su firma: Antoni & Alison. Nicole modeló la colección Primavera-Verano 2008 de la firma.
Unos invasores que insisten: ya lo intentaron otras tres veces
Invasores, dirigida por Oliver Hirschbiegel y protagonizada por Nicole Kidman y Daniel Craig, es la cuarta versión cinematográfica de la novela The Body Snatchers, publicada en 1953 por el norteamericano Jack Finney, donde ya estaba el tema de los extraterrestres que comenzaban a controlar las mentes de los seres humanos en un organizado plan para apoderarse del planeta Tierra. Aunque el libro de Finney ha quedado como la arquetípica formulación literaria del tema, de hecho debe mucho a una novela salida un año antes, The Puppet Masters de Robert A. Heinlein, que manejaba la misma idea central y era ya, también, una metáfora sobre la Guerra Fría.
La novela conoció una primera y superior versión cinematográfica (pese a la escasez de medios: blanco y negro, prácticamente sin efectos especiales) en 1956: Muertos vivientes del maestro Donald Siegel. Fue rehecha en 1978, con más dinero y menos talento, en una película que se llamó Los usurpadores de cuerpos, dirigida por Philip Kaufman y con Donald Sutherland y Leonard Nimoy en los papeles principales.
Abel Ferrara repitió por tercera vez el asunto en Secuestradores de cuerpos (1993), con Forest Whitaker.
Sus últimos papeles
Las horas - 2002
El papel que le consiguió a Kidman el Oscar a mejor actriz: su encarnación de Virginia Woolf. Las bellas deben afearse para que la Academia se fije en ellas.
Dogville - 2003
Primera entrega de la trilogía del danés Lars von Trier sobre (contra) los Estados Unidos. Kidman encarna a Grace, la hija de gangster que quiere hacer el bien pero no le sale.
Hechizada - 2005
Quién tuviera los poderes de la brujita Samantha. Kidman se duplica y divierte en esta comedia menor donde es el personaje y también la actriz que debe encarnarlo.