Marta Sánchez, la española que resultó ser la primera desenmascarada en la nueva edición de ¿Quién es la máscara? Uruguay, está en el centro de la polémica en su país. La cantante participó el sábado de la final de la Copa del Rey, que se disputó en Sevilla y Real Madrid le ganó 2-1 a Osasuna, y no fue bien recibida.

La intérprete de clásicos pop como "Desesperada" se encargó de cantar su propia versión del himno nacional español, que ya ha generado controversias desde que fue lanzada cinco años atrás: la artista decidió ponerle letra a la Marcha Real, y aquello ha dividido aguas desde entonces.

El sábado, mucho rato antes de que empezara el partido, Sánchez apareció en un estadio prácticamente vacío, y cuando comenzó a cantar, los presentes —sobre todo los hinchas de Osasuna— hicieron caer sobre ella una sonada silbatina. Los madrileños intentaron respaldarla con aplausos.

En las últimas horas, consultada por Europa Press, Sánchez reaccionó de buena manera y dijo: "Aunque en este país los pitidos siempre son más ruidosos y más polémicos y más noticia que los aplausos, hubo más aplausos que pitidos".

"Los que siguen pitándolo es una tristeza. Siento pena por ellos, porque debe ser muy duro vivir en un país en el que no estás a gusto. Pero yo sí estoy muy a gusto y estoy muy orgullosa de ser española", dijo, y aseguró que fue un honor ser parte.

Vuelvo a casa, a mi amada tierra,
la que vio nacer un corazón aquí.
Hoy te canto para decirte cuanto orgullo hay en mí,
por eso resistí.

Crece mi amor cada vez que me voy,
pero no olvides que sin ti no sé vivir.
Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón
y no pido perdón.

Grande España, a Dios le doy las gracias por nacer aquí,
honrarte hasta el fin.

Como tu hija llevaré ese honor,
llenar cada rincón con tus rayos de sol.

Y si algún día no puedo volver,
guárdame un sitio para descansar al fin.