CONFESIONES

En marzo Ryan Grantham, actor de la serie Riverdale, se declaró culpable de matar a su madre de 64 años de un disparo en la nuca, mientras ella tocaba el piano en su casa de Squamish, Canadá, en 2020. Y durante la audiencia que se realizó el pasado lunes, Grantham reveló cuál hubiese sido su segunda víctima.

Durante las primeras horas de la sesión, el Tribunal escuchó cómo el actor admitía haber ensayado el homicidio. Incluso afirmó haber grabado videos de los momentos posteriores. En aquellas imágenes, que fueron presentadas ante la jueza de British Columbia, el chico habla sobre el disparo a Barbara White y muestra su cadáver.

Como si fuera poco, y tras matar a su madre, el joven de 24 años fue en busca de una segunda víctima. Armado con tres pistolas, municiones, cócteles molotov, artículos para acampar y un mapa con direcciones, condujo hacia el este canadiense con la idea de terminar con la vida del primer ministro Justin Trudeau.

Asimismo, brindó un insólito motivo para justificar el asesinato a sangre fría de su mamá. "No quería que ella viera el acto de violencia que iba a cometer", dijo respecto a sus intenciones de asesinar al mandatario de 50 años que está en el gobierno desde 2015.

Según pudo reconstruir CBC, Grantham se fue de Squamish el día después del homicidio de su madre con su cuerpo en el interior del vehículo. Antes de dejar la escena del crimen, probó una de las bombas explosivas que tenía a disposición. Manejó por un tiempo estimado de 50 horas.

Se trasladó hasta el condado de Hope, donde se detuvo para pensar, y allí tomó la decisión de no continuar con su "misión". Esa misma noche se entregó a la policía de Vancouver. Las autoridades le notificaron luego que podrían llegar a encontrarlo culpable por asesinato en segundo grado y darle cadena perpetua.

A mediados de la audiencia, la fiscal Michaela Donnelly presentó dos informes psiquiátricos sobre el estado mental del joven, que interpretó a Jeffrey Augustine en la serie Riverdale, disponible en Netflix. Ambos reportes coincidieron en que Grantham estaba pasando por un período intenso de depresión clínica.

Se consideró la posibilidad de que el joven hubiera experimentado impulsos de cometer actos violentos previos al homicidio, junto con constantes pensamientos suicidas. También se identificó un posible trastorno producto del consumo de marihuana.

"Los motivos de Ryan para matar a su madre podrían parecer altruistas", señaló Donnelly; Barbara White padecía cáncer. "Sin embargo, el señor Grantham buscaba salvar a su madre de algo que iba a hacer… Eso es algo diferente al altruismo", consideró a continuación.

En esa línea, insistió en que lo cometido por el joven no fue más que un "abuso de confianza desgarrador", ya que "se trataba de una madre que amaba mucho a su hijo y que no tenía motivos para tenerle miedo". No fue hasta el miércoles que Ryan reveló lo que sentía por su madre, en el último día de audiencia.

"No puedo explicar ni justificar mis acciones. No tengo excusa. Me duele pensar en lo mucho que desperdicie mi vida. Frente a algo tan horrible, pedir perdón parece tan inútil. Pero desde cada fibra de mi ser, lo siento. Algún día, si alguna vez salgo de prisión, espero continuar en este camino de mejorarme", afirmó.

Grantham fue acusado originalmente de asesinato en primer grado, pero se declaró culpable de segundo grado hace cuatro meses. Aun así, la jueza Kathleen Ker reservó el veredicto final para una fecha futura. Mientras tanto, su defensa intenta buscar una reducción de la condena.