SEDUCTORA
La artista estuvo en el programa de Jay Mammón y recordó divertidas anécdotas con famosos como Michael Douglas, Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat
A Adriana Varela, su colega Cacho Castaña le dedicó unos versos que la definen: “Te da la sensación, cuando camina, que en vez de una mujer llegan dos minas”, dijo en una canción que le escribió. Esta artista, mujer de mucha calle y experiencia habló de todo eso y mucho más en el programa Los Mammones (América) que conduce el simpático Jey Mammón.
"Contame cuando tiraste a una monja por la escalera", arrancó "tranquilo" Mammon para aprovechar la presencia de su amiga, poco afecta a los programas de televisión, pero con muy ricas y divertidas historias de vida.
"Había una monja que era petisa y muy mala. Teníamos ‘Labores’, donde nos enseñaban a hacer ‘punto cruz’, ‘punto yerba’, esas cosas. Me levanto y le muestro lo que hice a esta hermana Carmona. Ella se da vuelta y le dice al resto: ‘Miren esta porquería que hizo’. Cuando salimos al patio para nuestro recreo había una escalera muy grande de mármol, entonces yo empujé a una chica, que empujó a otra chica, y esa a otra, entonces la monja se cayó de culo y yo estaba chocha de la vida. Nunca se enteró de que fui yo", dijo.
Pasaron los años, y esa chica se convirtió en mujer y artista, una con tal magnetismo que llegó a deslumbrar al actor Michael Douglas, para después dejarlo con las ganas: "¿Por qué le iba a decir que sí si no me gustaba? Me convocó Quincy Jones por Argentina para el Concert of Americas. Y lo veo a Michael charlando con unos minones impresionantes, recién salido de la clínica de adicción sexual.
Yo voy al baño y veo que me mira, cuando vuelvo me sigue mirando. Al rato viene a buscarme, me invitó a ir con él y yo le contesté que no. Las otras chicas me querían despellejar. Y bueno, no me gusta. Con Quincy hubiese andado mejor la cosa".
En el repaso por su carrera, Varela se detuvo en su amistad con Joan Manuel Serrat y con Joaquín Sabina, dos personas con las que vivió momentos muy importantes de su vida y de su carrera.
"Una vez estaba en mi casa con mucha gripe, me llaman por teléfono un domingo a las ocho de la noche y me dicen: ‘¿Adriana?, soy Serrat’. Y yo le respondí: ‘¿Por qué no te vas un poquitito a la...? Dale, flaco, tengo gripe, dejame de joder’. No le creí. Y me cantó ‘Mediterráneo’ en el teléfono para que creyera que era él. Ahí me agarró un ataque y empecé a los gritos. Serrat, además de mi ídolo, era mi fantasía en los sueños a los 12 años. Pero somos solamente amigos".
Sabina, otro de sus grandes compañeros de ruta, también conoció el carácter de la cantante: "A Joaquín también lo cagué a pedos. Estábamos en Cartagena y me dijo que quería venir a mi habitación a la una de la mañana. ‘Voy a estar con mis músicos’, le contesté. Después él lo contó una vez en el Luna Park, estaba mi hijo con la novia y le dijo: ‘Che, es mi mamá’".
De quien no hablaron fue de Juan Darthes, quien fuera pareja de Varela. En una entrevista con La Nación, dijo: "Lo conocí como un buen tipo, pero después no coincidimos en muchas cosas y decidí abrirme. Fue duro para él. Nunca me imaginé que podía irle la marcha por ahí. En la época en la que estuvo conmigo no escuché nada de eso", dijo.