Tiene 55 años y está impecable. La actriz fue entrevistada por Verónica Lozano enCortá por Lozano y sorprendió al revelar su posición respecto a las cirugías estéticas.
Andrea Frigerio tiene 55 años y dijo que la edad la liberó: ya no siente la competencia con otras colegas y es capaz de decir lo que se le antoja.
Y contó su gran secreto para lucir espléndida: "Tengo una balanza y peso lo mismo que hace 35 años. Todos los días, a la misma hora de la mañana me peso. Si ese día peso 2 kilos más, cierro la boca. Si en cambio estoy con changüí, como. Ahí me voy manejando. Hago mucha elongación, pero mucho y fuerte. Tengo toda una teoría al respecto".
Consultada acerca de si siente la presión de cuidar más de su físico debido a la exposición y la profesión contestó que no se exige mucho, aunque tiene hábitos prolijos. Duerme mínimo ochos horas, pero tampoco es estricta. "Me gusta comer muy sano, no tomo gaseosas, de vez en cuando un vino tinto, trato de no comer harinas".
Dijo no ser pro operaciones. Tomó la decisión de que no quería pasar por el quirófano porque considera que las cirugías no agregan belleza sino al contrario. "Prefiero una señora con su cara normal y el paso del tiempo en su rostro que otra muy tuneada o que aparentemente no tiene arrugas, pero tiene una mirada que no es la de ella".
Y reveló la real y emotiva razón que la impulsó a no hacerse ningún retoque facial: "Me parezco bastante a mi mamá que ya está en el cielo, si me hubiese operado a lo mejor la perdía. Yo me veo en el espejo, y la veo a Marta Di Paola, mi mamá... y no quisiera no verla más si me la saco de la cara".
CONFESIÓN