Es empresaria, influencer, madre y esposa de Lionel Messi, una de las mayores estrellas de fútbol de la historia. Cultiva un bajo perfil, a pesar del interés que despierta en el mundo. Por eso, van cinco cosas que quizás no sabías de Antonela Roccuzzo.

En 2017, Antonela Roccuzzo y Lionel Messi oficializaron su unión y se casaron en la iglesia. Sin embargo, la pareja se había conocido 20 años antes, cuando eran dos niños. La primera vez que se vieron fue en el verano de 1997, cuando ella tenía apenas ocho años y él, 10. Así como en los cuentos, la familia de ella venía de un contexto de clase media-alta y la de él, de uno de clase baja. El encuentro se dio cuando un primo de Roccuzzo, que era amigo de Messi y entrenaba con él en las divisiones inferiores del Club Atlético Newell’s Old Boys, lo invitó a veranear junto a su familia. Según medios argentinos, Messi quedó encantado desde el primer día en que la vio.

En marzo de este año, una nota publicada por el diario rosarino El Ciudadano tuvo una amplia repercusión en las redes sociales, ya que cientos de usuarios recordaron anécdotas sobre la familia Roccuzzo y el comercio que tienen en la ciudad del interior argentino. La mayoría de los comentarios eran de exvecinos que enfatizaban que, pese la fama, la familia sigue atendiendo en su negocio con sencillez. “Hasta Antonela estaba de cajera los días festivos, cuando se llenaba de gente”, recordó una de las vecinas. El comercio de la familia fue fundado por Lele, abuela paterna de Roccuzzo, quien comenzó el emprendimiento familiar como una despensa. Con el tiempo y la necesidad de ser más competitivos ante la llegada de firmas multinacionales, se unieron a una firma nacional y en la década de 1990 se afianzó como el súper que es actualmente, parte de la cadena Único, administrado por José Rocuzzo, el padre de Antonela.

En su período escolar, la empresaria e influencer estudió en un importante centro educativo rosarino y fue incentivada a practicar deportes aún en la infancia. Así, a los ocho años incursionó en la gimnasia rítmica en el Club de Gimnasia y Esgrima de la ciudad. El entrenamiento de esta disciplina, según contó en más de una oportunidad, era riguroso y lo hacía durante cuatro días a la semana. A esa edad Roccuzzo ya participaba en las competencias y se mantuvo enfocada en este deporte hasta los 13. Aquella experiencia en la niñez y adolescencia la marcó de por vida, ya que en la actualidad, además de invertir tiempo en sus emprendimientos y en la maternidad, la esposa de Lionel Messi continúa haciendo ejercicios y cuidando de su figura diariamente. Entrena musculación y hace boxeo, disciplina que, ha dicho, le gusta mucho. En Instagram suele mostrar sus rutinas deportivas en el gimnasio de su casa, donde además practica yoga, donde combina el equilibrio espiritual, físico y mental.

En 2018, durante el aniversario de la tienda de zapatos que tenía en España junto a Sofía Balbi, pareja de Luis Suárez (el emprendimiento cerró un año después), la esposa de Messi afirmó que el fútbol no es tema trascendente en su hogar. “En casa no se habla ni de fútbol ni de moda. Vemos la tele”, declaró. Roccuzzo dejó en claro que el futbolista utiliza a su familia como cable a tierra y que al llegar a casa cuelga los championes deportivos para ser solamente padre y marido. En la intimidad, contó Roccuzzo en aquella oportunidad, la familia Messi se distiende con programas de entretenimiento en la pantalla chica y dibujos animados que eligen Thiago, Mateo y Ciro, los tres hijos de la pareja.

Roccuzzo no acepta entrevistas, no asiste a eventos de famosos y de la farándula, y no suele comunicarse con la prensa. Es así, ha dicho, porque no quiere exponerse demasiado. Las veces que ha hablado frente a las cámaras son pocas, al punto de que en 2021 el canal TN argentino la definió como “La mujer que hace hablar al mundo sin decir una palabra”, en alusión a que, aún sin dar declaraciones y manteniendo un bajo perfil, la prensa sigue poniéndola bajo los focos. El único medio por donde Antonela se comunica con el público es a través de su cuenta de Instagram, en la que tiene 36 millones de seguidores: apenas comparte fotos y videos y, a decir verdad, allí tampoco habla demasiado.