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A semanas de declararse en quiebra, la actriz habría vendido por un millón de dólares la casa que tenía en el desierto de Mojave, en California.
Amber Heard atraviesa uno de los momentos más críticos de su vida. Tras perder el juicio por difamación contra su ex, Johnny Depp —quien también fue encontrado culpable de difamarla, pero deberá pagar una indemnización mucho menor—, se declaró en bancarrota y, se supo ahora, tuvo que vender la casa donde vivió en el último tiempo con su hija, Oonagh Paige, de un año.
La actriz, que ya había anunciado que no iba a poder pagar la multa que se le impuso en el juicio y que ronda los 10 millones de dólares, decidió vender la mansión que tenía en el desierto de Mojave, en California.
Así lo informó el sitio especializado en farándula TMZ, que en las últimas horas reportó que Heard comercializó su casa en Yucca Valley en poco más de un millón de dólares, el doble del precio que pagó originalmente.
El lugar se encuentra en un pueblo rural, a 200 kilómetros al este de Los Ángeles, y próximo al Parque Nacional de Joshua Tree y Palm Springs. El lujoso sitio cuenta con una cocina con planta abierta, chimenea, ventanas que van del techo al piso y tienen vista al desierto, entre otros detalles.
Construido en 2015, cuenta con 230 metros cuadrados y un terreno de 24.000 metros. Por él, Heard habría pagado 570.000 dólares.
La actriz habría tomado esta decisión para tratar de mejorar su situación económica, aunque todavía se desconoce cómo seguirá el caso contra Depp si definitivamente no puede pagar la indemnización pactada.