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Braulio Assanelli es el último ganador de La Voz Argentina, el programa que emite su tercera temporada en Telefé y en Canal 4 en Uruguay. El uruguayo desarrolló a partir de ahí una carrera con conciertos como solista y el lanzamiento de canciones propias, pero como le pasó a todos los artistas, la pandemia hizo que se le frenaran los ingresos.

“Mi carrera se enfrió en contactos y económicamente. Tuve que acudir a los capitales que tenía y que había armado para sostenerme. Tenía un monto mensual por show, con uno cada dos o tres días, a no tener ninguno. ¿Cómo hago para abastecerme? Fue bastante desesperante en un principio, después dentro de todo, lo supe manejar porque trabajo con un equipo y supimos salir” contó en diálogo con el programa radial Por si las moscas de la argentina La Once Diez.

Braulio contó que recién ahora se está independizando de sus padres. “En estos dos años trabajé mucho y tengo una casa propia, encarando otras facetas de la vida”, indicó.

A su vez, contó que en 2019 su vida fue “una locura” por la cantidad de shows y giras que encaró en Uruguay y Argentina, así como en México y parte de Estados Unidos. Y recordó de ese año que “fue estar allá arriba, todo el mundo pidiéndote notas y fotos a cada rato”.

Pero el entusiasmo por su triunfo se fue aplacando y se dio cuenta que debía trabajar para mantenerse en carrera. “Hoy no es el mismo furor que cuando gané, pero el programa me abrió las puertas a una carrera que pude encarar con y sin pandemia”, resaltó.

En este tiempo, Braulio abrió dos academias de música en Uruguay, donde enseña a adultos y niños. “Eso banca hoy mi economía”, subrayó.

La segunda temporada de La Voz Argentina se emitió del 1° de octubre de 2018 hasta el 16 de diciembre de ese mismo año. Braulio se consagró ganador de la mano de Ricardo Montaner, que lideraba su grupo, y donó parte de su premio a Mario Vilurón, otro participante que soñaba con comprarle una silla de ruedas especial para su hermano.

“La voz me cambió la vida, pero mi vida también hubiese sido distinta si no hubiera estado la pandemia. Podría haber tenido otras oportunidades, tenía viajes a México para hablar con discográficas de allá. Todo eso quedó congelado”, se lamentó Assanelli.

Asimismo, el músico uruguayo reflexionó sobre la sensación de hartazgo que tuvo en la etapa más prolifera de su carrera, y cómo hoy extraña aquellos días. “En un principio me cayó como una bomba, pero a la vez dije: ‘ay, por fin, menos mal que terminó esto, estaba repodrido’. Porque era mucha la locura y estaba muerto, cansado”.

Sin embargo, reconoció que después se dio cuenta que todo lo hecho “valía la pena”. “Cuando tenés mucho de algo, querés soltarlo. Pero cuando te falta, lo extrañás. Ensayar día por medio, buscar repertorio, estaba como gato encerrado en casa con ganas de subir a un escenario”, consideró.

Finalmente, el artista reconoció: “No sé si la pandemia me cortó las piernas, pero por decirlo de alguna manera, creo que sí me cortó una. Fue un golpe duro, y lo soporto y lo voy a estar aguantando hasta que me muera. Seguiré caminando con una pierna sola”.