Redacción El País
La salud del humorista argentino Cacho Garay, preso desde abril del año pasado luego de que su expareja lo denunciara por abusos sexuales, se encuentra muy deteriorada y ha perdido más de 20 kilos, aseguró la prensa argentina en las últimas horas.
Según reportó el periodista Juan Etchegoyen, Garay, que se encuentra en un penal San Felipe de la provincia de Mendoza, llegó al lugar pesando 102 kilos y actualmente ronda los 80. “Es frágil su estado de salud físico y emocional”, dijo el comunicador en Radio Mitre.
El periodista precisó varios problemas de salud que afectan a Garay, que tuvo su momento de masividad de la mano de Videomatch, donde integraba "El show del chiste". "El 85% de la visión del ojo derecho está afectada. Su próstata está deteriorada y sigue avanzando. Es insulinodependiente, como consecuencia tiene los picos de baja y alta azúcar en sangre, ocasionando esto un desequilibrio al caminar", contó.
También habló de "un estado depresivo como consecuencia de todas las cosas injuriantes, según dice él, que han ofendido su honor y reputación de tantos años. Actualmente se encuentra encerrado en su celda, casi que no habla con nadie y llora todo el tiempo".
La denuncia contra Cacho Garay
Verónica Macías, expareja de Garay, lo denunció luego de una discusión en Córdoba. En abril de 2023 el humorista fue imputado por amenazas agravadas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra su cónyuge y tenencia de armas de fuego de uso civil.
En su momento fue liberado, luego recibió prisión domiciliaria y finalmente fue encarcelado.
El año pasado, su expareja Verónica Macías rompió el silencio en entrevista con Intrusos, donde relató los abusos que sufrió por parte de Garay. "Él abusó sexualmente de mí muy salvajemente, me filmó y comencé a vivir un infierno durante 13 años”, dijo. "Fue un horror. Eso pasó en el 2010 cuando tenía 20 años. Lo puedo contar ahora porque está en el expediente".
Macías aseguró que, desde aquel primer abuso, quedó "como una esclava para él", y detalló: "Ese verano de 2011 me dejaba encerrada en un departamento, seguía abusando de mí e invitándome a fiestas. Hasta que el 20 de octubre del 2011 me dijo ‘quiero que te traigas una valija con ropa’ y desde ese día tuve que convivir con él. No me pude ir más".