Carlos Mata: el galán venezolano de telenovelas comienza a los 72 años una nueva vida en Madrid

El protagonista de "Cristal" y "La dama de rosa" y cantante de éxitos como "Déjame intentar" se radicó en España y desde allí recuerda los hitos de su carrera y anuncia los proyectos que le esperan

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Entrevista con el actor venezolano Carlos Mata
El actor venezolano Carlos Mata
Foto: Mariscal/EFE

Alida Juliani, EFE
Casi cuatro décadas después del estreno de la telenovela Cristal, su protagonista masculino, el actor venezolano Carlos Mata, asegura que aquel éxito internacional le robó parte de su vida y le arrastró a un mundo en el que siempre se sintió “de prestado”, hasta que decidió frenar para no volverse “loco” y disfrutar de sus hijos.

“Lo que rodea el negocio es lo que me aburre, las alfombras rojas las entregas de premios; a mi me han dado discos de platino y se me han quedado en el sitio donde me los dieron, no es que no lo valore, pero lo que me gusta es estar sobre el escenario en un teatro, en un concierto o haciendo una película”, afirma Mata (Valencia, 1952) en una entrevista en Madrid, donde reside junto a su actual esposa.

A la capital española el venezolano llegó hace unos meses animado por sus hijos —tiene tres, Santiago, Christian y Carlos Javier, fruto de su matrimonio con la actriz Marlene Maceda— después de vivir muchos años en Miami y con la necesidad de mostrarse ante la gente como es, “porque en el fondo uno quiere ser querido por lo que es, con sus virtudes y sus sombras, con sus demonios y sus ángeles”.

Lo dice quien en la década de 1980 y parte de la de 1990 llegó a estar ocho años y medio sin tomarse una semana libre, envuelto en una vorágine de grabaciones —después de Cristal llegaría, entre otras, la también archiconocida La dama de rosa— y de conciertos por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

No podía salir a la calle en cualquier ciudad sin ser conocido. “Y las primeras veces que eso te pasa, no voy a mentir, es un masaje para el ego, pero cuando empieza a suceder en cualquier parte y no puedes ir al cine, a comer ... lo que sentía era una pérdida. Si no puedes disfrutar de la gente, te caes del cielo”, explica.

“No era que sentía rechazo por la gente, sentía rechazo porque no había posibilidad de contacto real, de mirar a los ojos a una persona y conversar y reírte con ella”, matiza el venezolano.

El éxito le llegó inesperadamente a Mata, porque eso de galán nunca se lo creyó, a no ser por la escritora de radionovelas cubana Delia Fiallo, quien lo empujó a aceptar ser Luis Alfredo Ascanio en Cristal.

“Carlos, me gusta tu estilo”, le dijo. “Y yo le decía que conmigo de protagonista la novela iba a ser un fracaso, pero ella insistía: 'Créeme que te llevo años en esto y me vas a terminar agradeciendo’”.

Fue así, pero él nunca pensó que sucediera. “La verdad es que nunca he valorado mucho las cosas que yo he hecho, lo que siempre he dicho es que yo tuve la suerte de que prácticamente me metieron ahí de protagonista por la oreja, porque si por mí fuera no lo hubiera hecho”.

Mata reconoce todo lo que le debe a las telenovelas, “porque además siempre me he divertido muchísimo haciéndolas”, y explica el éxito de las producciones pasadas y las actuales de las grandes plataformas en su columna vertebral: el amor.

“Ese es el esquema independientemente de que le metas narcos o bombas. El mismo que inspiró tantas veces a Shakespeare, porque eso es parte vital en el ser humano, el amor y todo lo que rodea para que sea obstaculizado”, señala.

A pesar de su larga trayectoria para los medios audiovisuales, el venezolano recuerda con especial cariño cuando descubrió el teatro mientras estudiaba arquitectura, su paso por el Coro de Cámara de Caracas, del que fue miembro fundador, o la “bandita” de rock que tenía con los amigos.

“Es que yo nunca me sentí farándula porque esa no fue la formación que tuve de niño”, reitera.

Carlos Mata
Carlos Mata estuvo en Uruguay
Foto: Archivo El País

Por eso tenía dos cuentas pendientes: con el público, ante quien se presenta tal cual es en su espectáculo biográfico Desnudo con sombrero, que ha llevado ya a otros países como Canadá, y, por otro lado, con España, donde debía haber iniciado una gira internacional que quedó suspendida por la pandemia.

“La intención es retomar en 2025 en Madrid”, señala Mata, dispuesto a sus 72 años a seguir haciendo lo que le apasiona desde hace tanto.

“Poder vivir de la profesión es un privilegio”, dice. Pero aclara el venezolano: “disfrutándolo bien, sin agobios, no como antes”.

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