Redacción El País
Son una de las parejas más queridas y consolidadas de los medios uruguayos. Cata Ferrand y Federico Buysan se conocieron hace unos 15 años, trabajando juntos en Día Perfecto, el ciclo matutino que emitía Teledoce, y lo que comenzó como una buena dupla frente a cámaras se transformó en una potente historia de amor que los llevó a casarse y formar una familia junto a sus dos hijas, Simona y Cayetana.

En el marco de una distendida entrevista en el programa De ida y vuelta, que conducen Yamandú Cardozo, Florencia Infante y Pablito Silvera por TV Ciudad, la comunicadora y actriz se animó a compartir algunas intimidades de la convivencia con el periodista deportivo que lidera la nueva El Espectador Deportes.

Todo comenzó con una consulta sobre si podría estar un año entero en un mismo proyecto. "Desde que empecé a trabajar a los 16 años hago un montón de cosas al mismo tiempo. Me muero del embole si tengo que hacer una sola cosa, me desintegro", dijo la actual host digiral de Tu cara me suena (Teledoce), con su estilo directo y sin filtro.

Pero fue otra respuesta la que terminó revelando un costado inesperado. Surgió a propósito de una pregunta al otro invitado, Luis Orpi: los conductores quisieron saber si el actor y humorista había aprendido algo sobre autos después de tantos años interpretando al personaje del mecánico. Enseguida, este capo del humor lanzó que, si bien su padre corría en motos, a él le "cuestan los tornillos" y no tiene idea del tema.

La consulta fue el puntapié perfecto para que Cata Ferrand se abriera sobre una de sus pasiones menos conocidas: el manejo. “Soy re fierrera, me encanta manejar”, dijo. Acto seguido, confesó una intimidada sobre su dinámica matrimonial con Federico Buysan: "Manejo siempre yo, Fede no maneja. Si vamos a hacer ruta, si viajamos, si vamos a Salto o a cualquier lado, siempre manejo yo. Y con mis amigas también".

Foto: captura de pantalla de Youtube

Y fue más allá: "Conmigo no hay opción, no soy copilota ni voy atrás. Amo manejar, es una pasión para mí, hacer ruta también. No hago terapia hoy por hoy. Es como una terapia: música y manejar, manejar".

Incluso recordó viajes maratónicos, como cuando fue a Altos del Arapey de un tirón, solo parando a cargar nafta. "Me he ido a las nueve de la noche y he llegado a las tres de la mañana. He manejado horas en mi vida", cerró.