La Nación/GDA
El periodista Jorge Lanata murió este lunes a los 64 años en el Hospital Italiano, donde había sido internado inicialmente a mediados de junio a causa de un infarto que sufrió mientras ingresaba al sanatorio para un estudio programado.

Tras varios meses en el mencionado sanatorio, el periodista había sido derivado a la Clínica Santa Catalina el pasado 11 de setiembre para continuar el tratamiento de rehabilitación neurológica. Sin embargo, menos de un mes después tuvo que volver a la terapia intensiva del Hospital Italiano por una infección y deterioro en su función renal. Allí fue intervenido el 9 de octubre, de urgencia, por una isquemia intestinal. En este procedimiento le extrajeron 70 centímetros del órgano, y recién el miércoles 16 de octubre los profesionales del centro médico pudieron volver a unir su intestino.

A partir de entonces, sucesivos intentos de su entorno familiar por trasladarlo nuevamente a la clínica de rehabilitación se vieron frustrados por los altibajos en la salud del fundador de Página/12, que debió ser sometido a distintos procedimientos.

A lo largo de su vida, el periodista de 64 años pasó muchas situaciones similares en centros de salud. Ya había estado internado en abril de este año durante cuatro días en la clínica Favaloro por una dificultad respiratoria.

El conductor de Lanata Sin Filtro en Radio Mitre había ingresado al Hospital Italiano para hacerse un estudio de rutina el pasado 14 de junio, en el marco de sus problemas de salud crónicos. Durante este ingreso, sufrió un infarto que lo mantuvo internado por más de seis meses.

Como se mencionó, el autor de Argentinos: quinientos años entre el cielo y el infierno arrastraba complicaciones de salud en una vida donde la insuficiencia renal y la diálisis lo habían llevado a acceder a un trasplante de riñón en 2015, en lo que fue el primer trasplante renal cruzado de América Latina, realizado por la fundación Favaloro.

Como contaron desde el centro de salud en esa ocasión, “el procedimiento consistió en un intercambio de donantes, lo que en el mundo se conoce como swap”. “Esto es, si un donante y un receptor son incompatibles (anticuerpos de histocompatibilidad o grupos sanguíneos diferentes), pueden intercambiar sus riñones con otra pareja donante-receptor en una situación similar a la suya”, señaló.

Aquel trasplante fue un éxito, aunque no representó el fin de los problemas de salud de Lanata, afectado por condiciones de riesgo como el tabaquismo, que intentó dejar varias veces sin conseguirlo, llegando a fumar incluso en espacios como el estudio de radio de su programa o el set de televisión, y la obesidad.

En marzo de 2021 había sido diagnosticado con arritmia y trombosis en su pierna izquierda, un cuadro que le significó otra internación en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro.

Más atrás en el tiempo, en 2019, sufrió una gastroenteritis que lo llevó a hospitalizarse, y el mismo año se contagió de gripe A. Además, una caída en la puerta de Radio Mitre afectó su columna y lo obligó a poner en pausa su trabajo, así como a viajar a los Estados Unidos para someterse a una cifoplastía que le permitiera sobrellevar mejor sus dolores.

La muerte de Lanata pone fin a una de las trayectorias periodísticas más exitosas y comentadas del país, ya que el comunicador fundó —o estuvo asociado— a proyectos en gráfica, editoriales, televisión, radio y hasta teatro desde hace más de cuatro décadas.