La Justicia resolvió el sobreseimiento de los tres jóvenes acusados de "violación grupal"que se habría producido en enero de 2022 y que en su momento generó una ola de indignación generalizada. Más allá de que la resolución será apelada por la defensa de la mujer denunciante, la decisión judicial generó en los medios repercusiones de todo tipo, algunas contrapuestas.

En La pecera (Azul FM), Ignacio Álvarez celebró, en un extensa editorial, la resolución de la jueza Blanca Riera y la fiscal Judith Rodríguez. Reafirmó su decisión de pasar al aire los audios del caso, por lo que fue cuestionado en su momento éticamente y denunciado ante Fiscalía en una causa que implicó el allanamiento de la emisora.

"Qué alegría que se haya hecho Justicia. Los chicos acusados de la violación grupal del Cordón fueron declarados inocentes. Confirma lo que siempre sostuve y la razón por la que decidí emitir los audios de aquella noche. Profesionalismo, ética y valor de desafiar el relato", escribió en Twitter.

En el programa también le hizo una nota al padre de uno de los jóvenes acusados, además de a su abogado Martín Frustaci.

Pero en otro punto del dial, en Radio Sarandí, la visión fue muy diferente. En el pase de la mañana, los periodistas Sergio Silvestri, Aldo Silva, Iliana Da Silva, Laura Rodríguez y Juan Miguel Carzolio abordaron el caso, con cautela de sacar conclusiones.

"Hablando con los expertos, todos coinciden en que son los delitos más difíciles de probar", dijo por su parte Carzolio y enumeró complejidades del caso, como su pasaje por cuatro fiscales diferentes. "Todo eso no me permite sacar conclusiones sobre lo que pasó esa noche en Cordón", añadió.

"Me pierdo en una maraña de cuestiones jurídicas. Hay que probar cosas que son tan difíciles de probar... Mi tendencia subjetiva es ponerme del lado de la víctima", consideró por su parte Aldo Silva.

Laura Rodríguez fue quien más se explayó sobre su posición y responsabilizó al sistema judicial por no haber "recabado las pruebas". "Este es un caso emblemático a lo que se enfrentan los casos de abuso sexual. Estamos hablando de una víctima que sigue atendida de la Unidad de Víctimas de Fiscalía. El estado emocional de esperar un juicio es terrible. Perdió su trabajo. Dejó su vida en stand by, todo se suspendió. Esta persona ya no es la misma que era, ni lo volverá a ser", dijo.

"Si se iba a juicio, tal vez se podía demostrar la inocencia. Nadie está diciendo aquí que realmente haya culpables, sino que ante esta situación es vergonzoso que por falta de recolección de pruebas en su momento no se pueda llegar a un juicio oral en este caso. Esto prueba lo difícil que es llegar a un juicio oral con profesionalismo. Porque está cargado de subjetividades, de "le creo, no le creo" a una víctima. Algo increíble tratándose de delitos. Porque una víctima a la hora de denunciar un delito, ya es víctima. No importa si se prueba o no. Sí, el que está enfrente, es "posible", obviamente no es culpable. ¿Por qué si yo denuncio que me robaron el celular, soy víctima? Nadie duda de que me robaron el celular. Después habrá que investigar qué pasó con ese celular. Esto es igual: el que está enfrente no es un hecho que sea culpable, pero la víctima es víctima", opinó.

Ignacio Álvarez retomó el tema este miércoles y se refirió a "colegas", aunque sin nombrar específicamente a ninguno. "Este para mí es un fallo emblemático. Afortunadamente, frente a la corriente en la venimos. Incluso estoy escuchando colegas que siguen con el discurso de la "pobre víctima", cómo no se le cree, cómo no se le cree, hay que contemplarla, cómo la hacen sufrir así, cómo la Justicia no pudo encontrar las pruebas". ¿No será que no había pruebas? La Justicia tiene que hacer justicia. Porque si no, no usamos jueces, no usamos fiscales y votamos una ley que dice: "Cada vez que la mujer denuncie una violación o abuso, el hombre será encarcelado" y ya está. ¿Para qué vas a hacer un juicio? ¿No admitís la posibilidad de que la mujer esté mintiendo? Para algo están los juicios", dijo.

Además, el periodista dio cuenta de los riesgos a los que se enfrenta el Estado "cuando los fiscales continúan con procesos penales sin tener suficientes evidencias para culpar a los imputados", un argumento que fue manejado por la fiscal Rodríguez en este caso.