Redacción El País.
Julio Ríos escapó del frío montevideano para unas vacaciones en el Caribe mexicano. Se encuentra en Cancún disfrutando a pleno del sol y la playa de la Riviera Maya. Pero no todo ha sido disfrute y bronceado: este domingo, el periodista deportivo fue testigo indirecto de un hecho de sangre en la playa que resultó con el fallecimiento, por bala perdida, de un niño.

"Sucedió a 30 metros de donde estoy", comentó en contacto telefónico con su programa Las voces del fútbol. El periodista relató que en horas de la tarde, un grupo de pistoleros arribó a la playa en motos de agua y abrió fuego, presuntamente con el objetivo de dar muerte a un narcotraficante rival.

La balacera resultó fatal para un niño de 12 años, que nada tenía que ver y estaba en la playa con sus padres. "Ni a los que fueron a matar, los mataron, ni los ejecutores fueron heridos.
Lamentablemente, recibió un balazo un niño de 12 años", comentó Ríos.

El periodista deportivo dio cuenta de la seguridad de Cancún "Este es un lugar muy seguro donde pasan camionetas de la policía todo el tiempo. Quieren cuidar un sitio que es netamente turístico. Sin embargo, a veces se produce este tipo de ajustes de cuentas", añadió.

En el momento en que se produjo la balacera, Ríos se encontraba en el apartamento donde se aloja al pie de la playa. "Sentí la ametralladora", comentó. Estaba en su habitación porque a esa hora jugaba Nacional - Boston River y lo estaba mirando por televisión.

Las autoridades mexicanas dieron cuenta del ataque. "Los atacantes llegaron por mar, a bordo de una moto acuática disparando contra algunas personas presumiblemente en disputa por la venta de drogas", informó la Fiscalía.

En efecto, las autoridades estiman que el ataque iba dirigido a una persona que se encontraba en la zona de la playa conocida como Caracol, que huyó del lugar.