LEE SU CARTA
"Lo que sucedió es una situación que yo no comencé, no alenté y no provoqué", aseguró la actriz argentina en una serie de mensajes. Lee su versión
Horas después de que Wanda Nara rompiera el silencio y hablara de su situación actual con Yanina Latorre, la otra gran protagonista de la crisis que mantiene en vilo a la farándula regional dio su versión de los hechos.
A través de sus historias de Instagram, la China Suárez publicó un descargo en el que ofrece una nueva mirada al escándalo de turno, y aunque no desmiente haber tenido algún tipo de vínculo con Mauro Icardi, asegura que no fue ella la que dio pie a esta situación.
"Lo que sucedió es una situación que yo no comencé, no alenté y no provoqué" es la frase central de su carta, con la que pretende "bajar el ruido externo de mentiras, maltratos y miradas".
La China dijo que "una vez más" se convirtió en el chivo expiatorio de la violencia mediática, y aseguró que la que se ha contado en los últimos días, hasta ahora desde el foco de Wanda Nara, es una historia "manipulada".
También usó en reiteradas oportunidades el término "inexperiencia" para definir su accionar en este tipo de situaciones, y aseguró estar viviendo un "deja vu infernal" por haber vuelto a creer en la palabra de un hombre casado (Icardi) que le habría dicho que estaba separado o en vías de. El texto de la protagonista de Abzurdah hace referencia a que su situación actual es reflejo de otras que le ha tocado transitar, lo que podría interpretarse como una alusión al comienzo de su relación con Benjamín Vicuña, cuando este todavía estaba en pareja con Pampita Ardohain.
Aseguró haber sido engañada (en el caso actual y en otros) y criticó duramente la "violencia de género mediática" de la que se siente víctima. "Y también parece que es más fácil para una mujer pegarme a mí, para descargar. El costo de sostener la imagen de una familia feliz lo pago yo, no el hombre que fue irracional o tuvo un desliz", manifestó.
Lee el descargo completo de China Suárez:
Escribo esta carta para bajar el ruido externo de mentiras, maltratos y miradas inclinadas en la construcción de historias manipuladas para, una vez más, ser el chivo expiatorio de la violencia mediática.
He guardado por mucho tiempo silencio por varias razones, la principal por miedo e inexperiencia. Por no saber cómo nombrar el nivel de mentiras y atrocidades que se dicen para sustentar el minuto a minuto televisivo.
Lo que está sucediendo hoy tiene detrás una historia mucho más grande y profunda, de la que seguramente muchas mujeres van a sentirse identificadas. Me ha tocado relacionarme con hombres a los que les he creído siempre sus palabras: que estaban separados o separándose. Siento en esta situación un deja vu infernal, donde vuelvo a pagar con mi reputación cuestiones que son del dominio personal de cualquier mujer.Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y sobre todo profunda credibilidad que le di a esos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos. Parece que es más creíble para esta sociedad, sabiendo cómo se manejan ellos siempre, que yo sea la mala, la que engaña y no la engañada.
Y también parece que es más fácil para una mujer pegarme a mí, para descargar. El costo de sostener la imagen de una familia feliz lo pago yo, no el hombre que fue irracional o tuvo un desliz. En ese precio todos quedan bien parados.
Repito: mi silencio constante para preservar mis vínculos familiares que han sido siempre mi prioridad, me jugó en contra. Pero hoy no quiero callar más, porque sé que somos muchas mujeres a las que esto nos ha sucedido y a la que la mirada externa juzga.
Lo que sucedó es una situación que yo no comencé, no alenté y no provoqué. Tener que contar esto también habla de la poca privacidad que tenemos las mujeres. Mientras tanto un montón de calificativos dañinos pidiendo mi cabeza desde hace tiempo, en donde el peso de cómo se me juzga a mí es absolutamente asimétrico. Caso contrario se sabría que yo no fui quien insistió y propició esta situación.
Asumo mi inexperiencia, falta de entendimiento sobre mucho que seguramente deba aprender de ahora en más. Pero no voy a hacerme cargo, por mí y por todas las mujeres que son usadas y juzgadas siempre, de las actitudes de conquistadores seriales que tienen aprendidas estos varones, y que después bien saben esconder. Como dicen ahora, ser empoderada no tiene que ver con dinero, con ser filosa en redes y menos con insistir con los mismos términos que te juzgaron en el pasado, a otra mujer. Tiene que ver con ser justa a la hora de hablar y sobre todo romper el silencio.
Me resulta llamativo que las mujeres no vean que los mismos agravios con los que me describen a mí, son los que una sociedad entera usó (y sigue usando) para referirse a ellas. La reproducción de esa violencia que recibiste en el pasado, hacia otra mujer, para limpiar tu imagen, no te hace más astuta. Solo nos vuelve a poner a todas en el mismo lugar.
Quienes estén con esto lucrando a costa de mi vida personal y mi carrera artística, serán también intimados por la reproducción de información falsa, maliciosa y con fines de reproducir violencia de género mediática hacia mí.
Gracias a todas las personas que me brindaron apoyo, que entienden lo que pasé y callé en el pasado, dejando que personas heridas me pongan en lugares injustos y que hoy esto se vuelve a repetir, pero ya no más con mi silencio. Soy una mujer que ya no tiene miedo de hacer valer mi derecho a vivir libre de prejuicios. Y ojalá esto no sirva solo como un descargo, sino también para reflexionar entre nosotras.
Y a todxs lxs que '"cancelan" gente, ¿están segurxs que están en condiciones de hacerlo?