ANIVERSARIO
Este 6 de julio cumple el héroe de acción que antes de triunfar con "Rocky" no la tuvo fácil. Algunas curiosidades de un actor que no para
Sylvester Stallone nunca está quieto, en parte porque comulga con esa idea de que hacer algo aún cuando no hay voluntad —sobre todo cuando no hay voluntad—, es una parte fundamental del camino al éxito. Lo sabe porque para convertirse en uno de los actores más populares del mundo tuvo que pasar por una infancia complicada, sortear hambre y apuros económicos, soportar varios rechazos y también resistir a la tentación de negociar lo innegociable. Tuvo que moverse sin parar y en eso sigue: cuando no está filmando, entrena para la próxima película por venir, o pinta cuadros, o atiende fanáticos de todas las edades, o escribe y piensa de qué nueva manera puede expandir ese universo Rocky que tanto le dio.
Stallone cumple hoy 75 años y para celebrar a un héroe de acción que se inventó de cero y conquistó el mundo, va un repaso a 10 datos no tan conocidos de su vida.
Debutó en una “porno”
El debut actoral de Sylvester Stallone fue en la película The Party at Kitty and Stud’s (1970) en la que interpretó a un chico que, junto a su novia, organiza una orgía para romper con la rutina sexual de la pareja. Stallone rodó dos días y cobró 200 dólares por su trabajo; aceptó el papel, según contó en entrevista con la revista Playboy, porque lo habían desalojado de donde vivía y estaba durmiendo en la estación de ómnibus de Nueva York.
Aunque se la suele señalar como una cinta pornográfica, es un film erótico sin escenas explícitas, que tras el éxito de Rocky fue relanzada bajo el nombre de El semental italiano. Los productores chantajearon a Stallone con la posibilidad de hacer desaparecer el film a cambio de 100.000 dólares, pero el actor se negó a pagar.
Limpió jaulas de leones
Antes de actuar, el neoyorquino tuvo diferentes trabajos y uno fue como empleado del zoológico del Central Park, donde limpiaba las jaulas de los leones a cambio de 1,12 dólares de la época, a fines de la década de 1960. Stallone perseguía su sueño de ser actor —pasó dos años en el American College de Suiza, donde vendió hamburguesas y fue portero; luego hizo Drama en la Universidad de Miami— pero todo era cuesta arriba, y también supo ganarse la vida como peluquero y ser acomodador de cine.
Las vueltas de la vida.
Lo rechazaron en “El Padrino”
En sus muchos intentos por conseguir trabajo en la industria cinematográfica, Sly quiso ser extra en la película El padrino (1972) pero fue rechazado. “Ni siquiera pude ser elegido como italiano. Nunca lo olvidaré, hay una escena de fiesta: ¡son 300 invitados! Y me dijeron que no. Dije: ‘¿Qué parte de mí no pasó el aspecto de identificación italiana?’”, contó en entrevista a la revista People. Ese rechazo, con otros sinsabores, lo impulsaría a escribir el guion que cambiaría su vida para siempre: Rocky.
Escribió “Rocky” en 92 horas
Stallone tenía poco menos de 30 años y escribió el guion de Rocky en 92 horas, luego de haber visto una pelea entre Muhammad Ali y Chuck Wepner. El drama deportivo tuvo su derrotero hasta que fue concretado, ya que muchos se interesaban en producir la película pero ninguno quería a Sylvester Stallone como protagonista. Se dice que al actor y escritor le ofrecieron hasta 360.000 dólares por los derechos de su material y él, que solo tenía cien dólares para vivir, rechazó el dinero porque no estaba dispuesto a negociar el protagónico.
Su insistencia daría frutos: Rocky (1976) ganó el Oscar a mejor película, dirección y edición, y al intérprete le dio una nominación aunque no pudo conquistarla. Rocky se convertiría en la franquicia más importante de su carrera y en una de las más populares del cine.
Vendió al perro y lo recuperó
Las extremas urgencias económicas que Stallone atravesaba lo hicieron vender a su perro, un bullmastiff llamado Butkus, por 50 dólares. Cuando finalmente logró comercializar los derechos de su película y tuvo dinero en el bolsillo, fue a recuperar al animal pero tuvo una dura negociación con el comprador, conocido como Little Jimmy, con el que casi termina a los golpes y que lo amenazó de muerte. “Estaba loco. No podía pelear con él, me arrestarían, así que ofrecí pagarle el doble (de lo que él le había pago anteriormente). Y bueno, 3.000 dólares y varias amenazas después...”, relató Stallone, que logró tener de vuelta a Butkus, que es nada menos que el perro que acompaña a Rocky en sus entrenamientos. El can no fue el único que apareció en la película: Little Jimmy también consiguió una pequeña participación.
Dijo que no a varios éxitos
La carrera de Stallone está llena de adversidades pero también, podría decirse, de malas decisiones, ya que ha rechazado una cantidad de papeles que fueron éxitos del cine. Le dijo que no a James Cameron cuando este lo quiso para protagonizar Terminator, a la posibilidad de protagonizar Duro de matar, a las ofertas para ser Superman y a Quentin Tarantino, que lo buscó para integrar los elencos de Jackie Brown o Tiempos violentos. Sí audicionó para interpretar a Han Solo en Star Wars, pero según ha contado, George Lucas ni lo miró en la prueba.
Tiene parálisis facial
Las opiniones respecto a si Stallone es buen o mal actor son diversas, pero un argumento que aparece para justificar sus carencias es que tiende a hacer siempre el mismo gesto. Pero eso tiene que ver con una consecuencia del día en que nació. Es que el parto no fue sencillo y hubo que recurrir al mecanismo de fórceps, y en la maniobra el obstetra causó una herida en la cabeza del bebé que dañó un nervio. Así, Michael Sylvester Gardenzio Stallone quedó con una parálisis facial en la parte inferior izquierda, que afecta justamente su boca y que condicionó su manera de hablar.
Es mejor pintor que actor (eso dice él)
Además de ser actor, guionista, director —su debut en ese rol fue en La taberna del infierno de 1978— y productor, Sylvester Stallone es artista plástico. Él dice que la pintura es su primer amor real y declara: “Creo que soy mucho mejor pintor que actor. Es mucho más personal y me permito hacer lo que quiero hacer”. Sly utiliza el arte como herramienta para sus trabajos en cine y la composición de personajes.
Tiene vínculo con Uruguay
O casi. Hace algunos años, Stallone conoció al director uruguayo Fede Álvarez, que con películas como Posesión infernal y No respires empezaba a hacerse un nombre cada vez más fuerte en Hollywood, y hasta hablaron de la posibilidad de compartir proyectos. “Cuando salió No respires, a los tres días me manda un mail Arnold (Schwarzenegger) que me quería conocer. Así que me fui a la casa a charlar, a hablar de cine y ahora estamos empezando a hablar de hacer un par de proyectos. Lo mismo con Stallone que me llamó a los dos días y me invitó a su casa”, contó el cineasta a El País, hace tres años.
Será un superhéroe
Stallone no para de trabajar y muy pronto volverá al cine, como la voz del personaje animado King Shark que aparecerá en la nueva versión de Escuadrón Suicida de DC Comics. Este año también se lo verá como un superhéroe retirado en la película Samaritan, y por delante tiene a otro veterano héroe de acción en la distopía Little America, y la vuelta a su Barney Ross en una cuarta entrega de Los indestructibles, esa franquicia que reunió a toda una pandilla de hombres rudos del cine para confirmar que en ese rubro, no hay nadie como él.