El desesperado pedido de Victoria Vannucci tras enterarse de que un rabino pagó la fianza de Matías Garfunkel

El empresario había sido detenido por la policía de Utah, Estados Unidos, luego de que la argentina lo denunciara por violencia de género. Tras ser liberado, Vannucci publicó un mensaje en sus redes.

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Matías Garfunkel y Victoria Vannucci.
Matías Garfunkel y Victoria Vannucci.
Foto: Captura de X.

La Nación/GDA
Luego de recibir duras acusaciones de parte de su exesposo, Matías Garfunkel, a través de su cuenta de X, Victoria Vannucci también se volcó a sus redes para compartir uno de los momentos más difíciles de su vida. La argentina publicó una serie de imágenes que muestran al empresario en situaciones violentas, luego reveló que Garfunkel le había lastimado la cabeza y luego mostró imágenes del momento que la policía de Utah —Estados Unidos, donde vive— se lo llevaba detenido.

Sin embargo, luego de enterarse de que un rabino pagó al fianza, Vannucci volvió a usar su cuenta de Instagram para rogar ayuda y mencionó diractamente a Juan Garfunkel, el hijo mayor de Matías. "Tu padre está en estado crítico", lanzó.

El conflicto entre Garfunkel y Vannucci tomó estado público hace algunos días cuando el empresario publicó una serie de tuits acusando a la exmodelo de maltratar a los dos hijos que tienen en común: Indiana y Napoleón. "Jamás me imaginé escribiendo algo semejante, pero a veces lo tenemos que hacer. No por mi bien, sino por el de Indiana y Napoleón. Yo seré bipolar, pero jamás le levanté la mano a ninguno de mis hijos. Ella no puede decir lo mismo. Hasta se tuvieron que encerrar en un baño”, acusó.

Lejos de detenerse, Garfunkel dio más detalles. “A Napoleón le pega constantemente. Dice una cosa, pero hace otra. Digno de una mujer psicótica. Está enferma y mal de la cabeza. Yo también, pero al menos me trato, ella no. Todo su ser es una gran mentira”, apuntó. Por último, mencionó un supuesto contrato laboral de Vannucci.

“No se dejen engañar y menos por su único interés que es aparecer en Netflix. Que esto sirva como carta de despedida. Les pido perdón a mis hijos, a mi madre. Jamás le pegué ni ninguno de sus inventos, ella sí me cagó a palos delante de mis hijos. Hasta pronto. Digan lo que digan, esa es Victoria Vannucci: falsa, mentirosa, golpeadora de menores...”.

La respuesta no se hizo esperar. “Lamentablemente, el padre de mis hijos quiso hacer esto público. Su psiquiatra y compañía pidieron que esté en un instituto psiquiátrico por abuso físico, mental y por manipulación de mis hijos. Siempre traté de que la verdad no saliera a la luz por vergüenza, pero el arreglo era claro: yo jamás hablaría mal de él frente a mis hijos y viceversa, pero él tiene una enfermedad: bipolaridad extrema, más borderline personality y obsessive compulsive behavior", dijo.

"Por último, me siento orgullosa como madre y siento que di todo de mí para ayudarlo y que mis hijos vean esas acciones para que el día de mañana piensen que jamás le solté la mano; me duele el corazón”, escribió en Instagram junto a un video en donde se lo escucha a él gritar de fondo.

A ese posteo le siguieron ocho más: en todos Vannucci quiso mostrar a Garfunkel en situaciones violentas. Hasta ayer, cuando primero compartió un video de ella internada por un golpe en la cabeza, luego el diagnóstico del centro médico y por último las imágenes de cómo la policía de la localidad de Park City se lo llevaba detenido. “Preso en la cárcel de Park City y de ahí al instituto psiquiátrico por orden médica”, escribió la exmodelo.

"Por más dolor, por mis hijos y por mí misma digo ¡basta! Entiendo perfectamente a las mujeres en mi situación, entiendo que me manipuló durante años con sus enfermedades y demás... Tengo tanto para aprender... Cuando uno quiere ver feliz a un hijo hace cualquier cosa. ¡Mi error fue no hacer esto hace años! Mis hijos están conmigo y bien, y estamos arrancando un tratamiento terapéutico los tres para sanar”, añadió. En las imágenes que compartió se puede ver cómo el empresario sale de su casa, conversa con los efectivos policiales y, entre risas, ingresa al patrullero.

Menos de 24 horas después, Vannucci volvió al Instagram para contar que Garfunkel está de nuevo libre. “Lamentablemente, me acabo de enterar de que el rabino te pagó la fianza y andás suelto hasta el lunes (con perimetral) y el lunes. tenés Corte frente al juez”, contó, aunque esta vez el mensaje tuvo varios interlocutores: Matías, por un lado, y Juan, uno de los hijos que el empresario tuvo junto a Mariana Gersztein, por el otro.

“Entiendo que Juan Garfunkel está manejando tu cuenta nuevamente solo para decir que me intenté suicidar. No sé si lográs ver el papel el cual dice ´head injury/Concussion!´ Tengo los resultados de sangre también en el mismo papel, lo cual luce normal. Seguí denigrando, seguí tuiteando, seguí mintiendo... mientras almuerzo con mis hijos”, escribió y cambió de inmediato el tono para suplicarle a Juan que ayude a su padre.

“Juan, tu padre está en estado crítico... ayúdalo y dejá de lado el odio hacia mí o lo que sea que tengas hacia mí. Ayudá a tu padre, no lo uses, está mal y en estado crítico, te pido y ruego tanto por mis hijos como por ti (...) Ruego a Juan Garfunkel que por favor la cortes y hagamos la paz por su propio bien. Es el padre de mis hijos y tu padre... Basta, por favor, basta”, cerró.

¿Quién es Matías Garfunkel?

“Nos conocimos en Nueva York y nos encontramos por ahí, me dijo que no me conocía, nos chocamos y bueno... tuvimos un flash”, contó Vannucci en el living de Susana Giménez sobre el inicio de la relación con el empresario en 2010 cuando ella estaba saliendo de su conflictiva ruptura con el exfutbolista Cristian Fabbiani. Sin embargo, hubo quienes le bajaron el glamour a la anécdota afirmando que en realidad los habían presentado amigos en común en la Argentina.

En la Gran Manzana o no, el “flash” verdaderamente existió y un año y medio después, el 31 de marzo de 2012, la pareja se unió en una ceremonia religiosa para la cual ella tuvo que convertirse al judaísmo y adoptó el nombre Myriam. Mario Pergolini, Gastón Pauls, Agustina Cherri y Gustavo Yankelevich fueron algunos de los más de 100 testigos de la celebración.

Juntos ostentaban viajes y excentricidades, desde una chimenea de mármol a cuadros de Pablo Piccaso y Antonio Berni en su living que mostraban en las revistas. “Llevo una vida bastante privilegiada. Tengo mucamas y dos niñeras que se van turnando, una por semana”, contaba en ese entonces la extenista y se mostraba orgullosa de su guardarropa con más de 300 pares de zapatos.

En medio del lujo, tuvieron que superar momentos difíciles, como cuando en 2013 el empresario tuvo un accidente automovilístico a 120 kilómetros de Bariloche, se fracturó la columna y estuvo cuatro días en coma. En 2016 hubo un quiebre en la familia luego de que se filtraran imágenes de ellos cazando en un safari por África.

En 2019 se separaron, ella se refugió en la religión, creó su propia huerta que le funcionó como un cable a tierra y abrió Pachamama, su restaurante de comida vegetariana. La calma al fin parecía haber llegado: separada de su pareja, pero con un trabajo que le gustaba, sus hijos cerca y el ruido mediático lejos. ¿Qué faltaba para cerrar la etapa? Firmar los papeles de divorcio. Sin embargo, según ella misma contó en más de una ocasión, cuando le pidió a su ex avanzar con los trámites para ponerle punto final a la historia, un nuevo capítulo se abrió.

“La relación entre nosotros era cordial, pero no sé... ¡se sacó!”, recordó en diciembre pasado en televisión y detalló: “Me puso en una esquina… Me zamarreaba. Entonces, lo empujé para poder irme al baño para calmar la situación un minuto. Escuché desde el baño que llamó a la policía y no entendí. Terminé en una cárcel. Denunció que había sido agresiva con él”.

“En mi vida me imaginé estar en dónde estuve. Me presenté en lo del juez a las 12 del mediodía, a las 14 terminé en el check in de la persona que puede llegar a estar en prisión. Me tuvieron adentro de una celda del tamaño de un baño con cinco mujeres con situaciones tremendas cada una de ellas y yo llorando desconsoladamente. De repente vino una persona a decirme que tenía que pasar la noche ahí y que no tenía fianza, y no podía tener contacto con mis hijos”, relató en Intrusos.

En diciembre del año pasado y tras salir de la cárcel, estuvo ocho días sin poder ver a sus hijos a su vez que él amenazó con llevarse fuera de los Estados Unidos a Napoleón para instalarse en Israel. La Justicia falló a favor de Vannucci desestimando la denuncia que el empresario le había realizado y se reencontró con los menores. “Nunca me imaginé un desenlace así, nunca pensé que iba a tener las experiencias que tuve, de estar sin mis hijos, sin poder contactarme. Lo único que quiero es estar con ellos, pero es verdad que sin la fuerza de la Argentina yo no hubiese logrado lo que logré tan rápido", dijo en su cuenta de Instagram.

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