Luis Lacalle Pou celebra este viernes medio siglo de vida mientras desempeña el rol de presidente de la República. Tal como en una profecía, el mandatario ya había vaticinado tiempo atrás que a esta edad estaría ocupando el sillón presidencial.
Ocurrió en marzo de 2012. El entonces diputado Lacalle Pou, quien todavía ni siquiera se perfilaba como candidato presidencial, visitó el programa de farándula Verano Perfecto (Teledoce) que conducían Eunice Castro, Patricia Wolf y Federico Buysan. Fue este último que le aventuró la pregunta "¿A los 50 dónde te ves?".
"Me dijeron que no conteste esa pregunta", comenzó diciendo el dirigente que en ese momento tenía apenas 38 años, y anticipó que haría "una previa" antes de responder: "Con este tema de los medios y la exposición publica, la actividad política es mucho más intensa, día a día, de contacto, entonces se desgasta antes el romance. No es por malas actitudes sino (solo porque) se desgasta el romance". En ese sentido, dijo que no quisiera estar en la política hasta convertirse "en un cobrador de sueldo" o estar "aferrado a un carguito".
Pero finalmente cedió ante la pregunta. "Obviamente me gustaría...", expresó sin finalizar la frase pero haciendo el gesto de la banda presidencial cruzada encima de él. Por si quedaban dudas, Buysan completó la idea: "llevar la banda", le dijo, y el político le respondió afirmativamente con una sonrisa.
"Me gustaría ser un buen presidente de la Republica", definió sin vueltas. Eunice Castro le preguntó si "lo veía cercano" y él no vaciló: "Para eso trabajo". "Igual de importante de adónde llegás es cómo llegás. La legitimación para ejercer un cargo la tenés en torno al camino que elegiste. A mí no me preocupa llegar, me preocupa el camino", cerró.
Meses después de esa entrevista, el nombre de Lacalle Pou cobró fuerza en el ala herrerista del Partido Nacional hasta convertirse en el precandidato del sector. En 2014 ganó la interna partidaria frente a Jorge Larrañaga, pero luego perdió la elección contra Tabaré Vázquez. Cinco años más tarde lo volvió a intentar y esta vez con el resultado de su lado. Así, tal como se imaginaba en aquella nota, los 50 años encontraron al dirigente convertido en presidente de la República.