Redacción El País
El nombre del actor Jorge Martínez, ícono de la televisión y el teatro argentino, vuelve a resonar, aunque no por un nuevo proyecto artístico, sino por el difícil presente que atraviesa. El actor, de 77 años, vive un cuadro de depresión y se encuentra en una casa de salud.
Martínez, recordado por su talento y carisma en telenovelas icónicas como La extraña dama, El extraño retorno de Diana Salazar y María de nadie entre muchas otras, reside desde hace más de un año en la Casa del Teatro, un hogar destinado a artistas en situación de vulnerabilidad. Allí, según comentó Linda Peretz, directora de la institución, el actor recibe cuidados constantes. Sin embargo, días atrás, un intento de suicidio encendió las alarmas. Un trabajador del lugar intervino a tiempo para salvarle la vida. Desde entonces, Martínez está internado en el Centro de Salud Mental Ducont, en Ramos Mejía, donde se evalúa su situación.
El deterioro en la salud emocional de Martínez no es reciente. Según fuentes cercanas consultadas por el diario La Nación, la depresión comenzó en 2016, tras la muerte de su madre, con quien mantenía una estrecha relación. Ese episodio marcó un punto de inflexión en su vida, agravado por el confinamiento de la pandemia y su alejamiento del ámbito laboral. La cuarentena estricta que cumplió durante el confinamiento profundizó su aislamiento, alejándolo de su círculo cercano y amigos.
“Pensé en quitarme la vida, era algo que se me cruzaba por la cabeza”, confesó el actor en una entrevista emitida por el programa Intrusos. En ese momento, Martínez compartió con el periodista Marcelo Polino su angustia por la falta de trabajo y por sentirse olvidado en un medio que ya no le brindaba oportunidades.
Una carrera llena de éxitos y desafíos
A lo largo de su trayectoria, Jorge Martínez se destacó en grandes producciones televisivas y teatrales, consolidándose como uno de los actores más populares de su generación. En 1974 ganó el Martín Fierro a artista revelación, y desde entonces se destacó en cine, teatro y televisión. Sin embargo, los últimos años trajeron problemas de salud y económicos. En 2019, participó en su última obra, Viva la vida, donde compartió escenario con figuras como Nora Cárpena y Rodolfo Ranni. La obra finalizó abruptamente debido a la pandemia, marcando el fin de su actividad artística.
En 2023, Martínez tomó la decisión de mudarse a la Casa del Teatro, luego de una breve y poco satisfactoria estadía en una residencia geriátrica. Allí buscó refugio y atención, respaldado principalmente por su hija Ágatha, fruto de su relación con Graciela Gramajo. Según Peretz, el actor llegó al lugar ya en un estado de profunda tristeza, aunque mostraba signos de mejora gracias al cuidado que recibía.
El propio Martínez anticipó en varias entrevistas su alejamiento de la vida pública. En una conversación con el diario La Nación, comentó que no le interesaba volver a trabajar en un medio que ya no ofrecía las grandes producciones de antaño. “Posiblemente me retire con alegría y con nostalgia. Así como alguna vez dejé el tenis, estoy pensando en la despedida. No lo tengo tan seguro, pero por ahí va la cosa”, comentó.
A pesar de la adversidad, el actor siempre destacó su gratitud hacia la Casa del Teatro y su elección de vivir allí, describiéndolo como un espacio de contención. “Es mi elección porque me siento bien y contenido”, declaró al mismo medio.
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