Redacción El País.
La actriz y cantante argentina Daniella Mastricchio saltó a la fama de niña cuando luego de una publicidad de sopas, se integró al elenco de Chiquititas, la ficción infantil encabezada por Romina Yan que arrasó en el Río de la Plata entre 1995 y 2001. Si bien todo fue alegría en el comienzo, la interna familiar de la niña que interpretó el recordado personaje de Sol, convirtió su casa en un infierno.

Así lo confesó en una entrevista a fondo con Tatiana Schapiro para el sitio argentino Infobae. "En el 97, cuando yo tenía nueve, diez años: en mi casa se empezaron a vivir situaciones muy violentas. Y ahí se puso feo... Mi papá tenía problemas muy grandes de alcoholismo. Y se había puesto muy violento, hasta el punto de usar un arma. Una noche, a mí me puso un revólver en la cabeza… Era el miedo latente, escuchabas el portón abrirse y decías: “Ahí llega…”. Era de película de terror, de cine", comentó.

Mastricchio comentó luego que el matrimonio de sus padres se divorció en los peores términos.

Consultada por los dividendos que generó el programa Chiquitas para ella y su familia, la actriz aseguró que los padres no le reservaron ningún capital: "No quedó Nada, nada. (Mis padres) ampliaron la casa. Se pintaba semestralmente, se cambiaban los cuadros muy seguido. Se hizo una piscina hermosísima, que por supuesto disfrutamos todos. Un doble garaje con (portón) automático. No sé… Lo que te puedas imaginar. Vivíamos bárbaro, no nos faltaba nada. Pero después ya empezaron los excesos de todo tipo. Muchas cadenas de oro, muchos anillos, mucho… todo", comentó.

Cuando había crecido, Mastricchio preguntó por el dinero y la respuesta que recibió de sus padres fue: ”La gastamos, no quedó nada”. Es más, cuando ellos se divorcian, supuestamente me iban a dejar una parte de la casa al venderla, para por lo menos retribuirme de esa manera. También me prometieron el auto. “Todo esto es tuyo. El auto, la casa, después te van a quedar a vos, hija”, me decían. Y no me quedó nada. Nada. Ni las disculpas".

La actriz dejó el programa Chiquititas en 1997, por decisión propia. “Yo digo que Sol me marcó tanto el corazón con agujeritos que dije: ‘Listo, basta’. Porque la verdad es que lo hice carne el corazón con agujeritos…”.

Sin otro proyecto artístico, Mastricchio trabajó en otros rubros en su juventud. "La verdad es que trabajé toda mi vida, rompiéndome el alma, 12 horas en un shopping. Y bueno, volví a juntar dinero mío, con mi trabajo. Y llegué a construir mi casa. Ahora mi mamá está viviendo en esa casa; yo estoy alquilando. Sí, es raro. No lo puedo explicar".

En la actualidad, no tiene relación con su madre. Está casada y tiene tres hijos. Ha vuelta a la música: formó una banda y se dedica a shows solistas. Incluso reversionó el clásico "Tengo el corazón con agujeritos".