Redacción El País.
Luego de largas negociaciones y un periplo en varios viajes y tramos, Patricia Martín llegó el viernes 10 de noviembre a la casa donde se esconde Sebastián Marset, prófugo de la justicia paraguaya y boliviana. La periodista de Santo y seña arribó con el propósito de una entrevista que se realizaría en horas de la noche, una vez que los hijos del narcotraficante (de entre 3 y 9 años) estuvieran dormidos.
Martín viajó en compañía del abogado uruguayo Santiago Moratorio, quien representa a Marset en sus asuntos en el país. Como la comitiva llegó a mediodía, Marset tenía preparado un agasajo de bienvenida.
Según contó Martín en Santo y seña, un chef especialmente contratado les preparó un almuerzo especial en tres pasos, con mariscos como base para el plato principal. Había langosta, chipirones, mejillones, langostinos, calamares, entre otros.
Sin embargo, no fue una buena idea del narcotraficante. A Martín no le gustan "esos bichitos" del mar y almorzó solo la guarnición. "Empecé a separar todo del plato y comí solo el arroz y algunos mejillones", relató.
"Él me preguntó: ¿Patricia todo bien? Y yo le dije: no te enojes, discúlpame, pero a mí todo esto no me gusta".
-
"Hubo confianza mutua": el detrás de las negociaciones de "Santo y seña" para la nota con Marset
"¿Romantizar al narco?", "¿un homenaje?"; polémica por entrevista de "Santo y seña" a Sebastián Marset
Entrevista al narcotraficante Sebastián Marset: "Mi familia no tiene nada que ver en mis negocios"
"Padrinazgo político": viceministro de Paraguay afirmó que Marset "tiene alguna protección"