Fue una noche dorada para Maxi De la Cruz. El comediante brilló en su debut en Bailando 2023, donde Marcelo Tinelli y el jurado no escatimaron en elogios por su trayectoria artística. La frutilla del postre corrió por cuenta de su esposa Bárbara Haim, que desde la tribuna y a pura lágrima por la irrupción de su pareja en el programa agregó que "es un genio, acá, afuera, en casa, con Santino (su hijo), es crack de verdad". Pero las emociones fuertes no se limitaron a lo que se vio al aire en televisión.

Maxi debutó en el certamen de baile durante la grabación que se realizó el jueves de tarde y se vio al aire esa misma noche. Al salir del estudio, al participante lo esperaban su representante Diego Sorondo, su coiffeur Álvaro Román, su hermana Daniela, su sobrina Belén y su esposa Bárbara, con quien se fundió en un abrazo y un beso. Tanta emoción le impidió hablar por lo que fue su hermana la que tomó la palabra para destacar que había "estado divino". De este encuentro participaba el resto del equipo del uruguayo en el certamen, integrado por la bailarina Camila Lonigro y la coach Barby Majule.

Apenas terminó de saludar a quienes lo acompañaban realizó el clásico raid mediático in situ, respondiendo a los noteros de distintos programas que lo esperaban con la cámara encendida para tomar las primeras declaraciones tras su experiencia en la pista. Mientras, su manager Sorondo ya agendaba las notas en vivo con programas del canal que lo querían de invitado en el estudio. Fue lo que se concretó el viernes, cuando Maxi se convirtió en el invitado central de Intrusos.

El jurado, que lo calificó con el máximo puntaje, no quiso dejar de celebrar la participación del conductor incluso detrás de cámaras. Marcelo Polino por ejemplo se acercó hasta el camarín antes del debut para anticiparle que le tenía fe a su participación, y al terminar la grabación lo mismo hizo Ángel De Brito. El conductor de LAM destacó que el artista supo seguirle el juego cuando le preguntó por la otra uruguaya del certamen, Fernanda Sosa.

Los máximos responsables de la producción de Bailando 2023 también le hicieron saber a Maxi que estaban más que satisfechos con su rol en el programa. El productor Chato Prada le pidió una selfie y se quedó dialogando con él a la salida, mientras que Federico Hoppe lo animó para decirle que "la espera valió la pena".

Es que la participación de Maxi De la Cruz estaba prevista para el día anterior. El actor ya se encontraba detrás de la pantalla gigante, maquillado y con el atuendo de la coreografía cuando un productor se acercó para decirle que finalmente no habría tiempo para que saliera a la pista. Ese día, su esposa había pensado en sorprenderlo con la presencia de su hijo Santino, que había ido especialmente al estudio ubicado en la zona de San Isidro, a unos 30 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. "¿No me viste?, ¡era el que estaba de rosa y bailó una canción de Barbie!", bromeó Maxi con su hijo a la salida ese día.

Pero tal como le dijo Hoppe, la espera terminó dando sus frutos. El propio Maxi reconoció a su entorno que al salir al otro día estaba "más relajado" y el resultado no podría haber sido mejor. El público le levantó el pulgar con un alud de piropos que inundaron las redes sociales y la aceptación se vio reflejada en los números de audiencia, que durante la aparición de Maxi el Bailando en Uruguay llegó a un pico de 14,1 puntos de rating según Ibope y en promedio fue el segundo programa más visto del día con 13,4 puntos.