En base a EFE y AFP
La esperada salida al mercado de Hackney Diamonds este viernes pusofin al dilatado silencio musical de casi dos décadas sin canciones nuevas de losRolling Stones, cuyo último álbum ha cosechado ya unas primeras críticas prometedoras.
Sus Satánicas Majestades presentaron el disco en Londres el pasado mes en el barrio de Hackney, en un abarrotado y mediático acto en el que participaron los tres miembros del grupo, Mick Jagger, Keith Richard y Ronnie Wood, tras la muerte del batería Charlie Watts hace dos años.
Y el viernes, tocaron por sorpresa en el club neoyorquino Racket NYC, en una actuación a la que se unió Lady Gaga y en la que interpretaron siete de los nuevos temas, además de otros incombustibles éxitos de su legendario repertorio.
Este es el primer proyecto de la veterana formación de rock que incluye a Steve Jordan en la batería en el lugar del malogrado Watts, quien pese a todo participa en dos canciones grabadas antes de su fallecimiento.
También es el primer trabajo de los Stones producido por Andrew Watt, un joven de 32 años que ha contribuido al éxito de otros artistas consagrados como Miley Cyrus y a quien se le atribuyen notables “renacimientos” musicales de figuras como Iggy Pop. A la banda se lo sugirió Paul McCartney, quien participa en el disco.
Hackney Diamonds -el vigésimo cuarto álbum de estudio original de la formación británica- cuenta con una lista nada desdeñable de invitados célebres, como el eterno McCartney, Elton John, el ex Stone Bill Wyman y Lady Gaga.
Según la revista Rolling Stone, este trabajo “no es, simplemente, otro álbum nuevo” del grupo, sino un “disco vibrante y cohesivo y el primer trabajo de los Stones que querrás escuchar más de una vez antes de dejarlo”. La revista tiene tendencia que le gusten esta clase de bandas clásicas.
En una reciente entrevista con la BBC, Keith Richards se mostraba reacio a explicar el significado de los 12 nuevos temas, limitándose a puntualizar que “es Mick quien escribe las letras”.
El primer sencillo, “Angry”, que ya se pudo escuchar a principios de septiembre y habla de cómo terminar “bien” una relación, recibió críticas excelentes de la prensa local, que la tildó -en palabras de The Telegraph- del “mejor sencillo en cuatro décadas del grupo” con adjetivos como “extravagante” o “desafiante”.
En dos de los temas del disco aún puede escucharse la batería grabada de Watts: “Live by the Sword” (también con Wyman), y “Mess It Up”, mientras que el bajo de Paul McCartney se escucha en “Bite Your Head Off”, donde Jagger canta: “Si fuera un perro, me pasaría toda la noche aullando alrededor de tu casa”. Es una canción punk.
El nuevo proyecto incluye alguna balada -“Depending on You”, que aborda el desamor- y se cuelan arreglos que trasladan a la música gospel en “Sweet Sounds of Heaven”, una canción sobre la pobreza y el materialismo con Stevie Wonder al piano y Lady Gaga.
En “Tell Me Straight” se detectan ecos leves del “grunge” de los 90 mientras que “Driving Me too Hard” es el fruto creativo del trabajo conjunto entre Jagger y Richards.
Otro de los temas, “Whole Wide World”, vuelve la vista a los “momentos pasados” y “épocas complicadas”: “Las calles por las que solía caminar están llenas de cristales rotos/Y en todos los lugares en los que miro, hay recuerdos del pasado”, dice la letra, mientras que la tonadas “country” se sienten muy presentes en “Dreamy Skies”.
“Rolling Stone Blues” cierra el álbum, y es interpretado solo por Jagger y Richards.
Es una versión convincente de “Rollin’ Stone” (1950) de Muddy Waters, un regreso a sus raíces, cuando estos jóvenes músicos convivían y componían en su primer y desvencijado apartamento en Londres.
Precedido de una sorprendente campaña de promoción, que incluyó la proyección del reconocible logo de los Stones de los labios y la lengua en edificios y lugares icónicos de ciudades en todo el mundo como Nueva York, Londres o París, el nuevo álbum es el primero que saca el grupo desde A Bigger Bang, en 2005.
¿Cuándo fue la última vez que esta icónica banda, que nació hace 61 años, lanzó un álbum honesto a juicio de la crítica?
Las opiniones difieren. Para Philippe Manoeuvre, crítico de rock francés y gran conocedor de la banda, hay que retroceder hasta 1978, con Some Girls, que contenía el clásico “Beast Of Burden”.
Este nuevo álbum rezuma rhythm ‘n’ blues, pero sin alcanzar la altura de Beggars Banquet” (1968), Let it Bleed (1969) o Exile On Main St. (1972).