PERFIL
El protagonista de "The Flash" fue señalado ahora como parte de un robo de alcohol en una casa, una acusación leve comparado con algunas de las que han caído sobre él en estos últimos años
Es, tristemente una historia repetida en esa fábrica de pesadillas que también sabe ser Hollywood: la historia de una estrella en ascenso, con todo para triunfar, que se derrumban entre acusaciones escandalosas. El último de esa estirpe es Ezra Miller.
El actor, de 29 años, fue denunciadopor entrar a robar en una casa en Vermont fue notificada de una denuncia de robo. El botín fueron botellas de alcohol.
Es el último, y de antemano más inofensivo escándalo de una de las estrellas más prometedoras de Hollywood. Se hizo conocido por ser The Flash, el superhéroe, en películas y series y tenía un papel recurrente en la saga de Animales fantásticos. Nada de eso va a volver a suceder y cada nueva denuncia en su contra va dando forma a un relato inquietante: la caída en desgracia de Miller, que pasó de ídolo generacional a alucinado gurú new age en apenas dos años.
Los nuevos cargos de robo son los menos alarmantes, ya que estos se suman a acusaciones de secuestro, acoso e intimidación de menores y de haber creado una extraña secta en torno a su figura.
Miller era uno de los actores más interesantes y excéntricos del nuevo Hollywood. En las entrevistas se mostraba original y único, se declaraba como una persona de género no binario, preocupado por la injusticia social, la opresión de las minorías y el ecologismo. Hablaba de su grupo de poliamor o de criar cabras en su granja con la misma naturalidad con la que promocionaba la película de turno.
En abril de 2020, una admiradora se puso a bailar con él en un bar de Islandia y Miller la agarró del cuello y la forcejeó hasta tirarla al piso. Alguien grabó un vídeo del incidente y se hizo viral.
Ahora se sabe, gracias a una investigación de Insider, que durante su estancia en Islandia, Miller llamó la atención por su “hedor pútrido” y por caminar “descalzo por las gélidas calles de Reikiavik, revelando uñas largas y puntiagudas y lo que parecía una herida infectada en un pie”.
Según varios testigos, reunió a un grupo de personas en un Airbnb que alquilaron en el suburbio de Kópavogur, y un visitante comparó el ambiente con el de una secta.
“Sentí que todos estaban hipnotizados”, declaró. “Entre la comuna improvisada de Miller, sus monólogos sobre la espiritualidad y sus arrebatos emocionales, comenzaron a circular rumores en Reikiavik de que la estrella dirigía un culto”, señala la revista.
En Hawaii. Allí tuvo un segundo altercado: se peleó con una pareja en un karaoke a la que arrebató el micrófono por una canción de Lady Gaga.
Se informó que Miller se había irritado con una interpretación de karaoke de la balada “Shallow” de Lady Gaga y Bradley Cooper. Posteriormente, la policía lo sacó de otra propiedad de Hilo. Acabó en la cárcel, pero una amiga pagó la fianza. Unos días más tarde, su amiga denunció al actor por amenazas. En total, Miller sufrió 10 altercados con la policía durante el par de meses que pasó en Hawaii.
Sus últimas denuncias lo sitúan en Stamford, Vermont. Allí tiene una granja donde planta marihuana, práctica el amor libre y retiene, según denuncian los familiares de los afectados, a varias jóvenes que lo idolatran en una lugar que los denunciantes definen como “situación terrorífica propia de una secta”.
Según una investigación realizada por Rolling Stone en junio, Miller aloja a una madre de 25 años y a sus tres hijos, de entre uno y cinco años, en su rancho. El padre de los menores habría denunciado los hechos por entender que no se trata de un entorno seguro. La revista asegura que hay videos donde se ven hasta ocho armas desperdigadas por la casa, algunas apiladas entre montones de peluches.
Miller apareció en televisión y cine durante más de una década, comenzando con la serie Californication. Los papeles desde entonces han incluido Trashcan Man en la nueva versión de 2021 de la miniserie de televisión “The Stand” y el mago Credence Barebone en lAnimales fantásticos.
Pero Miller es más conocido por interpretar a Flash, un veloz superhéroe, a partir de las películas de 2016 Batman vs Superman: El amanecer de la Justicia y La Liga de la Justicia. Tiene en posproducción The Flash con Ben Affleck y Michael Keaton.
“El actor queer Ezra Miller es el héroe que necesitamos ahora mismo”, titulaba The Guardian en 2018.
Miller se crio en un ambiente artístico en una zona rica de Nueva Jersey. Su padre es editor literario y su madre bailarina de danza moderna. Debutó en la actuación a los seis años en la ópera de Phillip Glass White Raven en el Metropolitan y al terminar decidió que prefería dedicarse al cine. Tenemos que hablar de Kevin (2011) y Las ventajas de ser invisible (2013) lo convirtieron en un actor de culto. Lo que correspondía era, entonces, entrar en uno de esas franquicias que revientan las taquillas. Se consiguió dos.
Sin embargo, esa racha se ha visto interrumpido con la mayor densidad. En una de las caídas más estrepitosas del mundo del espectáculo.
Warner, el estudio detrás de Flash y de Animales fantásticos, ha convocado reuniones de emergencia para abordar el escándalo. De momento la película en solitario de Flash mantiene su estreno para el 23 de junio de 2023. Ya está rodada y ha costado 200 millones de dólares. Van a ser lo imposible para que se pueda mostrar.
Miller está en caída libre. Y eso nunca es un espectáculo que le guste a los fanáticos de las cosas del cine.