Redacción El País.
Falleció este viernes la conductora y actriz Cristina Morán, a la edad de 93 años. La noticia fue difundida por Subrayado y confirmada por familiares a TV Show. "Se fue en paz", comentaron allegados.
Pionera de la televisión, Morán fue de las primeras mujeres en aparecer en pantalla, en los comienzos de Canal 10 (1956) y se mantuvo en actividad prácticamente hasta el final. El año pasado había repuesto La pipa de la paz, una comedia que hacía bajo la dirección de su hija, Carmen Morán. La obra se mantenía en cartel en Espacio Teatro hasta junio.
Fruto de la edad, la salud de Morán había desmejorado en los últimos meses.
En 2021, durante una entrevista con el ciclo El legado, Iris Fariña —así era verdadero nombre— repasó el origen del seudónimo con el que saltó a la fama. “Cuando llegué a Radio Carve, después de ganar un concurso de nuevas voces, me dijeron que Iris no era un nombre muy radial; así que me pusieron Cristina”, reveló. A los dos años le pidieron que se inventara un apellido, así que se inspiró en el futbolista Rubén Morán, el delantero de la selección uruguaya que ganó el Mundial de 1950. “Le saqué el apellido”, contó, entre risas.
Ese año, en diálogo con El País, comentó que su debut radial, en 1948, era uno de sus "recuerdos más vivos": "Dije para mis adentros ‘esto es lo mío’ y tenía la seguridad de que lo iba a lograr. Pienso que hay que creer en uno mismo para poder seguir".
En 1957, mientras trabajaba en Radio Carve, fue la encargada de presentar a la leyenda del jazz Louis Armstrong en sus actuaciones en el Cine Plaza. Lo hizo junto al argentino Héctor Mayoral y uno de los conciertos fue emitido por la emisora. “Era un caballero que desbordaba simpatía y talento”, dijo Morán sobre el trompetista. “La sala estaba colmada esa noche. A un costado del escenario nos tomamos una foto y conversamos”.
La autenticidad era un rasgo que la definía, así como también el ser muy uruguaya. “Soy uruguayísima. No soy fanática de nada, (solo) soy fanática de Uruguay, de mi país”, se autodefinió en aquella entrevista. “Nosotros los orientales tenemos valores que no se encuentran fácilmente, sobre todo en un país pequeño de 3 millones de habitantes. Si nos ponemos a pensar la gente que ha dado y que da Tacuarembó, por poner un ejemplo, no lo podemos creer. ¿De dónde sale esta gente? Y es de Uruguay, del país que es pequeño porque está entre dos gigantes, pero que también es único”, resaltó.
Ser uruguaya le abría puertas en cualquier parte del mundo, aseguró. Y dio fe de ello: en 1984 viajó a Buenos Aires para hacerle una entrevista al por entonces candidato a presidente de Argentina, Raúl Alfonsín. Sin embargo, los custodias no querían dejarla llegar hasta el presidenciable. Finalmente, logró incorporarse a la fila de embajadores que iba a saludar a Alfonsín; cuando llegó su turno le explicó al presidenciable que era periodista uruguaya y que quería entrevistarlo. “¡Ah, de Uruguay!”, le respondió quien sería el primer presidente argentino tras la vuelta a la democracia. Un rato más tarde, Morán había concretado su entrevista.
La visita del papa Juan Pablo II a Río de Janeiro en 1980 es otro hito en la carrera de la periodista. En esa ocasión tuvo la oportunidad de conseguir una bendición del Santo Padre para Uruguay. “Ese fue un momento tremendo. Ya no pude hablar, lo único que hacía era llorar”, recordó emocionada.
En 2006 protagonizó el unipersonal La Morán se confiesa, dirigida por su hija Carmen, en el que repasaba sus 60 años de carrera. "No soy nada nostálgica", le dijo a El País tras el estreno de la obra. "Soy una mujer que vive el hoy, y hoy ya es mañana. No me alcanza el tiempo para la nostalgia. Viví cosas muy lindas y muy feas como cualquier ser humano, pero no hay nada que me provoque añorar el ayer. Y eso se refleja en el unipersonal que es una combinación de todo lo que yo soy: tengo humor pero no soy humorista; tengo ternura porque la vida me ha hecho tierna aunque parezca una mujer dura".
"Como tantas mujeres, me formé y peleé sola en la vida, trabajando en un mundo que en ese momento era mayoritariamente masculino y machista. Debía defenderme con uñas y dientes", agregó. "No hay que olvidar que comencé a hacer radio en 1948, tuve que hacerme valer para que nadie me llevara por delante o pretendiera cosas que no eran las que yo quería. Solo buscaba trabajar en ese medio al que entré por concurso. Tengo esa fama de dura porque fui y soy exigente e implacable en mi trabajo. Quizás me tocó ser punta de lanza y abrir camino para que otras mujeres, que además muchas son nobles y lo reconocen, estén en los medios".
En su entrevista de 2021 con El País le aconsejó a los actores jóvenes y estudiantes de teatro “ser honestos, estar atentos, estudiar la letra, no faltar a los ensayos y cuando salís a escena mirar que esté todo lo tuyo”. Pero lo más importante, según Morán, es “ser buena persona. Porque a actuar, cantar y bailar se aprende, pero a ser buena persona no. Se es o no se es”.
Toda una vida frente a las cámaras
En 1956 llegó a la televisión gracias a Raúl Fontaina, uno de los pioneros de la TV uruguaya, que la convenció para que diera el salto de Radio Carve a Canal 10. “Si tienes que reír, ríe; si tienes que llorar, llora, pero no te almidones porque los almidonados quedarán en el camino”, le dijo Fontaina, y esas palabras quedaron en la memoria de Morán durante el resto de su vida. “Aquellas palabras me quedaron grabadas para siempre y no he hecho otra cosa que ser yo misma”, dijo en 2021.
“Yo no inventé un personaje. Esta mujer que ven en la calle, en la televisión o escuchan por radio, soy yo. Soy una mujer muy amplia, muy sincera, doy la cara, no soy de guardarme cosas, soy de decirlas. Me entrego mucho a la amistad, al afecto, y me gustan las cosas claritas aunque duelan”, resaltó.
Fue la primera mujer en la pantalla uruguaya y se destacó en la conducción de Domingos continuados. Más adelante llegó a Canal 12 para integrar el elenco de El Show del mediodía.
En 2009 participó de la comedia Hogar, dulce hogar, que se emitió Canal 10. En 2010 fue nuevamente convocada por Canal 10 para protagonizar la ficción Porque te quiero así, junto a actores como la argentina Florencia Peña.
En 2011 participó de la película La despedida, y en junio recibió el Premio Iris a la Trayectoria. En 2013 participó como actriz de voz en la comedia animada Anina. En 2020, cuando cumplió 90 años, Morán volvió a la televisión con el ciclo Los especiales de Cristina Morán, emitido por Canal 4.
En 2019 fue una de las protagonistas de la película Alelí y el año pasado fue parte de la comedia Julio, felices por siempre.