Falleció la actriz argentina Lidia Catalano, protagonista de recordada escena de "Esperando la carroza"

La artista falleció a los 79 años. Fue parte de Chiquititas y Juana y sus hermanas, entre otros ciclos televisivos. Tuvo una dilatada carrera en los escenarios. Su muerte fue lamentada por sus colegas.

Compartir esta noticia
escenaesperandolacarroza.jpg
Lidia Catalano protagonizó recordado desmayo en "Esperando la carroza".

La Nación/GDA.
La Asociación Argentina de Actores y Actrices informó este domingo la muerte de la actriz Lidia Leonor Catalano, a los 79 años. “Ha dejado una marca imborrable en todas las ramas de la actuación”, indicaron en un comunicado. Integró el elenco de Esperando la carroza y protagonizó un recordado desmayo cuando el personaje de China Zorrilla le informa que a quien están velando no es Mama Cora.

“Nació el 11 de septiembre de 1945. Se formó con Hedy Crilla y dio sus primeros pasos en los escenarios con Julio Ordano y Agustín Alezzo. Estaba afiliada a la Asociación Argentina de Actores desde 1976 y durante su vida siempre se mantuvo comprometida con las actividades del sindicato. En 2003 recibió el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable, entregado por nuestra entidad junto al Senado de la Nación”, añadieron.

Además de "Esperanzo la carroza", Catalano tuvo una destacada participación en el cine argentino. Se desempeñó en películas como “La historia oficial”, “Camila”, “Yo nena, yo princesa”, “No toquen a la nena”, “Señora de nadie”, “El caso María Soledad”, “Hermanas”, “Tiempo de revancha”, “Yo, la peor de todas”, “Flop”, “La parte del león”, entre otros. También fue elegida por Alan Parker para participar en el film Evita, interpretando a la madre de Eva Duarte. Su último trabajo fue en el cortometraje “Abrazo ceñido”, con Julián Bellegia.

En televisión, la actriz participó en “Aprender a volar”, “Ciega a citas”, “Chiquititas”, “Verdad Consecuencia”, “Nueve lunas”, “Alma pirata”, “Gladiadores de Pompeya”, “Variaciones Walsh”, “El elegido”, “Un año para recordar”, “Lo que el tiempo nos dejó”, “Jesús, el heredero”, “Tiempofinal”, “Chabonas”, “Zona de riesgo”, “El secreto de los Rossi”, y otras ficciones.

“Su vasta trayectoria en los escenarios incluye títulos como ‘Solo 80′, ‘Casa Matriz’, ‘El bochicho’, ‘La coronela’, ‘El libro de Ruth’, ‘Paternoster’, ‘Jettatore…!’, ‘Rita la salvaje’, ‘Sacco y Vanzetti’, ‘La ópera de dos centavos’, ‘Nuestra América’, ‘Seis personajes en busca de un autor’”, concluyeron.

lidiaaasd.jpg
Lidia Catalano.
Foto: La Nación/GDA

En una entrevista con LA NACION en 2021, Catalano brindó detalles acerca de cómo estaba conformada su familia: “Mi abuelo era pintor, medallista, hacía gobelinos y pergaminos. Tenía el estudio arriba y yo golpeaba antes de entrar. Me mostraba lo que hacían sus alumnos y me preguntaba, en italiano, qué me parecía. Yo criticaba todo. Hasta que un día me dijo que tenía que hacerlo yo misma. Me sentó en un banco alto y frente a mí puso a una papa. ‘Contame dibujando cómo es la papa. Fijate bien, no, así no es’, decía hasta que tomó mi mano e hicimos a la papa. Fue una revelación. Por eso estudié en Bellas Artes, esa escuela que está en la Costanera y tenés que visitarla porque es el paraíso”, recordó.

La artista era la única mujer de tres hermanos, uno mayor y otro menor, más un montón de primos. “Éramos dos nenas y todos varones. Cuando jugaban a los vikingos, nos molían a palos”, dijo con una sonrisa.Según contó en la misma nota, comenzó a estudiar actuación porque no le alcanzaba con la pintura, la cerámica, el barro, la madera: “Yo quería vivirlo, quería actuar. Fui a una charla con Hedy y así empecé a estudiar”.

“A mí me gusta lo que está hecho en serio, cuando se juega en serio, lo que se hace de taquito, no me gusta. En el off y en el comercial. Se aprende y aprehende de lo que está bien hecho. Estoy acostumbrada a trabajar con mucho rigor. Estudiábamos cinco horas, todos los días de la semana. Los viernes había expresión corporal que daba Lito Cruz. Otro día nos mandaba a observar, por ejemplo, a Las Violetas, y te hacías una historia mirando a las señoras cómo tomaban el té. Aprendí de ese entrenamiento y de los directores con los que trabajé, Alezzo, Kogan, Jorge Lavelli, Julio Ordano, con Lía Jelín, con quien nunca me divertí tanto, con muchos compañeros talentosos, con esa misma escuela”, expresó.

Entre sus proyectos cumplidos y soñados, el que nunca la tentó fue el de irse a vivir afuera: “Gracias al Molière, estuve en Francia, en Polonia, en Nueva York, hice las mil y una: El bochicho, de Emeterio Cerro; La coronela, de Alicia Muñoz; lecturas de Borges, de poesía argentina; actué en lugares maravillosos, imborrables, palacios, teatros al lado del río Vistula, pero… ¿Para qué quedarme? ¿Me quedaba y qué? ¿Y la familia? ¿Y los amigos? ¿Y tu país, tu lengua, tu identidad? Mi lugar es este”, cerró.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar