Redacción El País
Alaska es referente en el mundo de las redes sociales. La veinteañera con más de tres millones de seguidores en Tiktok, otro millón y medio en Youtube y unos 500 mil en Instagram puede jactarse de vivir de lo que ama: crea contenido para redes sociales, habla de fútbol y viaja por el mundo.

Es fanática de la ley de atracción y sus deseos se hacen realidad: “Cuando me propongo algo no contemplo la posibilidad de que no pueda pasar”, dijo en una entrevista con El País. Así fue con la ida a Madrid para ver un partido de Champions League, que Federico Valverde la invitara a su casa, o la chance de combinar sus dos pasiones en el Mundial de Qatar (los viajes y el fútbol) al sumarse al equipo de La Tele donde generó material para las redes del canal.

Y ahora también dirá presente en la Copa América 2024 para disfrutar de su trabajo al que describe como el mejor del planeta: "Es mágico poder viajar a todos los partidos de Uruguay. En pocas palabras, el sueño de la piba", resumió en una historia de Instagram.

Además, Alaska aprovechó la fiebre futbolera y celeste por el campeonato a disputarse en Estados Unidos para agradecerle a Luis Suárez, su ídolo máximo, la invitación que le hizo tiempo atrás a su restaurante en Barcelona.

Alaska compartió un video degustando los platos de Chalito, uno de los proyectos gastronómicos que el astro del fútbol uruguayo tiene en España, y en el que la reina de la carta son las milanesas.

Resulta que la joven influencer andaba por Barcelona, pasó por este lugar llamado Chalito que toda la vida había visto en fotos y decidió compartir una historia en Instagram arrobando a su ídolo.

"Le puse, 'Luis Suárez invitame, tramitame ese canje'. Nunca pensé que de verdad me iban a invitar. Me mandaron un mensaje, me dijeron que les recopaba que vaya, así que fui", relató acerca de esta peculiar e indirecta invitación que recibió.

De entrada, degustó unos tequeños que le recomendaron ahí mismo a los que calificó de "épicos", y probó una de las mejores milanesas que comió en su vida (con huevo frito, panceta y un tamaño excepcional). "Y eso que las de mi mamá rankean muy alto", aclaró, todavía impactada por el sabor y el tamaño de la milanesa.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Para coronar el almuerzo, se pidió un café con un chajá, postre típico uruguayo con dulce de leche y duraznos, que le fascinó.

"Fui muy feliz en este lugar porque cuando uno está lejos de casa comer comida que te recuerda a casa, es mágico. Así que muchas gracias por la invitación y si de casualidad esto te llega Luis, yo te amo. Vamos por la 16 y aguante la Celeste, siempre", cerró Alaska en este video.