El lunes 13 de mayo de 2024 quedará grabado en la memoria de Franco Mascia (26) para siempre por ser el día en que entró a la casa de Gran Hermano sin proponérselo, con el único fin de acompañar a su hermano 11 meses mayor, Bautista Mascia, y darle aliento.

Esa noche, parado en la puerta de ingreso a la casa, sobre las 23.00, le temblaban las piernas, y el corazón le latía a un ritmo frenético. Le habían dicho que fuera con 12 horas de anticipación a Telefé para prepararse, y los nervios aumentaban conforme se acercaba el momento de ingresar.

"Me acuerdo de estar parado en la puerta principal de la casa y no sabés lo que me latía el corazón, los nervios que tenía. Hay unas emociones adentro de la casa que las sentís: el corazón me hacía pum, pum, pum. Una vez que entro y nos damos un abrazo, descargué todas las emociones", contó en diálogo exclusivo con TV Show.

Franco, que fue futbolista profesional y está a un año de recibirse de arquitecto, no fue la primera opción para entrar a la casa. La producción del reality invitó primero a su madre (antes había participado de un "Congelados"), pero en familia estuvieron todos de acuerdo en que su presencia dos semanas podría cohibirlo.

"Lo hablamos entre los hermanos y llegamos a la conclusión de que estaba bueno que yo entre, además soy el que está más al tanto", comenta quien tuvo que pedir permiso en el estudio donde trabaja para ir: "Las vacaciones son fijas por la licencia de la construcción, y cuando di el ok para entrar a la casa encaré el tema, y me bancaron a muerte. Me dijeron: 'es una experiencia única, vas a estar bancando a tu hermano, tenés que ir'. Casi que me obligaron'", relata.

Franco habló en esta entrevista de sus días en la casa, el vínculo con los otros participantes, el juego de Bautista, el liderazgo que ejerce, las chances que le ve de ganar y qué tan enamorado lo nota.

—¿Qué dijeron vos y tu familia cuando Bautista les contó que se iba a presentar al casting de Gran Hermano?
—Mandó un video seis meses antes de irse de viaje y se olvidó. A los dos días de volver le dicen "presentate al primer casting en tal lado" y no avisó nada. Tuvo el primer y segundo casting de callado. Yo juré que iba a hacer algo relacionado a la música. Estuvo dos semanas y al tercer casting que lo llaman vuelve a Uruguay, yo estaba estudiando y me dice, "no sé si te contó mamá que me estoy presentando para entrar a Gran Hermano". Enloquecí porque me chocó la noticia, pero me puse muy contento por él porque si lograba entrar iba a ser un salto muy grande en su carrera, su música iba a tener mucha más repercusión e iba a terminar de despegar.

—Se metió con la meta clara de posicionarse en la música y lo consiguió, (su canción "Ya no me duele" tiene más de 10 millones de reproducciones en Youtube), ¿lo preparó?
—Las dos semanas antes de ingresar a la casa laburó un montón. Estaba grabando y dejando todo pronto y se juntaba con la comunity manager para que le maneje la cuenta. Me mostró el tema una semana antes y me dijo, "lo voy a publicar cuando esté dentro de la casa". Le dije, "la vas a romper". Fue furor y sigue creciendo.

—¿Se va a sorprender cuando salga?
—Sí, no se espera la cantidad de seguidores que tiene en Instagram y Spotify. Cuando estaba en la casa le pregunté, "¿cuantos seguidores pensás que tenés?" Y me contestó, "entre 200 y 300 mil", y tiene arriba de 700 mil en Instagram. No va a poder creer la repercusión que tuvo todo.

—¿La familia está sorprendida de que avanzara tanto?
—Antes de la confirmación decíamos, "si llega a entrar ya es una locura, tremendo boom para él". Top 15 o top 10 ya era tremendo logro, de ahí en adelante es todo de arriba. A medida que empezó a correr el programa nos dimos cuenta de que la gente lo quiere, tiene un papel muy importante, y lo mejor de todo es que está siendo él mismo. Está en los mejores ocho y hay gente que lo perfila finalista.

Foto: Captura de Telefe

—¿Entraste con alguna estrategia o solo para acompañar a tu hermano?
—Entré solo para acompañar a mi hermano, pero tenía muy claro a quién iba a votar viendo todo de afuera: Virginia lo viene votando hace muchos meses y no sé qué tiene con Bauti, que además lo critica por ser uruguayo y que por eso no puede seguir avanzando. Tuve un poco de rencor porque no es un argumento válido. Dije, "después de la votación voy ser yo y estar con mi hermano como si estuviese en casa". Tampoco quería entrar con un personaje y arruinarle todo el trabajo que hizo en cinco meses, Mi miedo era entrar, el domingo ya sacarlo y que se venga conmigo para afuera, era lo peor que me podía pasar.

—¿De qué charlaron esos días en la casa?
—Me preguntó mucho por los amigos, la familia, quería saber qué habíamos hecho en verano, cosas que no influían en el juego. Las cosas que me animaba se las decía, pero le pedía que no me preguntara más porque nos podían retar. De la música no me preguntó nada, dijo que se quería sorprender.

—¿Te habló de Denisse?
—Me hablaba y yo también le preguntaba mucho porque me di cuenta de que realmente le gusta. Nos regusta a todos, es más que bienvenida en casa

—¿Llegaste a conocerla?
—No, el día que me iba Bauti me dio una remera y un collar para que se lo diera y pensé que el lunes la iba a ver en el debate, llevé las cosas y me dijeron que no estaba así que le dejé todo en una bolsa, y le hablé por Instagram para avisarle.

—¿Lo ves bien plantado, jugando bien?
—Eso fue lo primero que le dije a mamá cuando salí. La llamé a eso de la una de la madrugada para decirle: "quédate tranquila porque tu hijo está lo más bien, más fuerte que nunca, tiene la cabeza muy centrada". Me contó que usó el psicólogo una sola vez que estaba medio mal por el encierro y después se acostumbró.

—¿Lo ves con chances de ganar?
—Lo veo con chances porque la gente afuera lo requiere y adentro lo respetan un montón, está muy fuerte. Lo re veo candidato y si lo gana se lo remerece.

—¿Se siente su liderazgo en la casa?
—Sí, se re siente. No habla de más, le sale natural y en la casa lo reescuchan. Está a la par del Chino.

—La alianza con los Bro funciona pero también parece haberse forjado un lindo vínculo, ¿es sincera la amistad?
—Es totalmente sincera, es impresionante cómo se llevan, me sorprendió. Incluso los felicité por haber haber aguantado estar entre los ocho mejores un grupo de tres. Creo que afuera van a ser súper amigos.

—¿Hay chances de que lleguen los tres a la final?
—La veo complicada porque es una final de cuatro. Creo que la gente se vaya a cansar de que les vaya tan bien, para mí uno se va ir.

—¿Cómo fueron tus días adentro de la casa? ¿Te costó el aislamiento?
—Entré un lunes y la mañana del martes nos despertamos bastante temprano, no habíamos dormido nada y me acuerdo perfecto de estar en la reposera y pensar, "¿qué carajo hago acá? Esto va a estar difícil". A la tarde empecé a sentirme más cómodo, más suelto. Al no tener el celular, estás todo el tiempo entablando conversaciones, terminás conociendo a la gente muy rápido y te hacen entrar en confianza.

—¿Te olvidás de las cámaras en algún momento?
—La verdad que no porque está lleno: en el jardín hay nueve cámaras, otras cuatro por cuarto, en el baño. Cuando estás metido mucho en las conversaciones te podés llegar a olvidar pero levantás la mirada y ya ves una, las tenés presentes todo el tiempo.

—¿Con quién pegaste más onda? ¿Cómo te llevaste con Furia?
—Lo que no quería era que la gente percibiera un acercamiento mío a los fuertes por conveniencia y tomé a cada jugador de igual manera. Me llevé bien con todos. Afuera me dijeron que me llevé muy bien con Furia, que ella me requiere. Me hablaba muy bien de Bauti, es supersimpática y muy graciosa. Sacando el lado del juego que se matan entre todos, son divinas personas todos.

—¿Sentís el apoyo a tu hermano?
—La gente me manda mensajes a mis redes para felicitarme, darme las gracias por entrar y darle esa vibra a mi hermano. Me estoy dando cuenta de que lo bancan, lo quieren un montón, lo pintan como finalista.