Redacción El País
Mientras buena parte del mundo llora la muerte de Mario Vargas Llosa y los saludos de despedida se multiplican en las redes sociales, el editorial de una periodista peruana que retrató todas las facetas del escritor no para de generar repercusiones y cosechar elogios en las redes sociales.

Se trata del cierre que hizo la periodista Laura Arroyo en la emisión del programa El Tablero de Canal Red, una joven señal basada en España y que cubre la actualidad hispanoamericana. El Tablero se presenta como "un matinal informativo diferente" y es conducido por Arroyo, quien decidió recordar al Nobel de Literatura con todo y su rol político, condenando su decisión de ser un "divorciado del pueblo".

"Como peruana, como lectora acérrima de alguna de sus novelas, como una adolescente que creció leyendo La ciudad y los perros o Conversación en la Catedral, veo importante completar algunos epitafios que lamentablemente están obviando, voluntariamente o no, algunos aspectos de este personaje que no fue solo un escritor, sino un intelectual orgánico que hizo política activamente desde todas las tribunas que tuvo a su disposición", dijo al inicio de una alocución que superó los siete minutos y ya es viral en redes.

"El debate sobre si hay que separar al autor de su obra en este caso no tiene ningún sentido, porque esto con Mario Vargas Llosa se hace de facto. No hay nadie que no considere que no ha sido un gran escritor", dijo, "pero me parece injusto creer que su obra es solo literaria".

Arroyo subrayó: "Su obra es literaria y política. No creo que quisiera que no se lo recordara por lo que defendió ardientemente en los últimos años", y luego fue lapidaria respecto al papel político que el intelectual, una voz liberal y confesamente antipopulista, jugó en los últimos años.

"Mario Vargas Llosa fue un peruano que representa bastante bien el declive de los valores democráticos a nivel mundial, cuando los pueblos eligen democráticamente transformación en lugar de continuismo", dijo. "Fue un defensor del proyecto de la internacional reaccionaria, con sus avales a José Antonio Kast en Chile o a Bolsonaro en Brasil" porque "la ultraderecha necesita de intelectuales orgánicos", y lamentó que haya desplegado el "clasismo" en la academia y "contra sus hermanos y hermanas".

"Mario Vargas Llosa fue el creador de maravillosas historias o el relator de algunas muy necesarias, como La fiesta del Chivo, pero fue también un representante del clasismo más perverso", condenó Arroyo, que explicó su postura: "Hay quien dice que cuando alguien muere corresponde no hablar mal de esta persona, y no estoy de acuerdo. Hacer memoria no habla mal de una persona. Lo que habla mal de esa persona es su legado".

Más adelante dijo: "El papel político que desempeñó en un momento en que el mundo veía el retorno de los fascismos en sus nuevas versiones, y donde su país, mi país, nuestro Perú, necesitaba de intelectuales más comprometidos con la democracia y los pueblos que con las élites y los privilegios, ya sea en una columna de opinión o en su versión más macabra, con el menosprecio con el que se refirió a un pueblo que merecía un premio Nobel comprometido, y no desterrado voluntariamente de sus raíces para asumir un papel en esta corte de España", y señaló su "papel político activo de divorciado del pueblo" que "lo llevó a posicionarse con las ultraderechas al alza en todo el mundo".

"Por suerte los referentes democráticos de mi Perú existen y están en las calles antes que en la academia", valoró Arroyo, que también es cantante y es una migrante radicada en España.