Redacción El País.
El escándalo se desató este martes en la casa que Fernando Cristino alquiló en Punta del Este para alojarse junto a sus modelos e influencers durante la temporada. Luego de una violenta discusión con el casero de la propiedad y una denuncia por usurpación de parte del propietario, intervino la policía y el productor y relacionista público dejó la casa.

El empresario Daniel Helal Caruso, dueño de la residencia, dio su versión de los hechos, una vez que retomó la posesión de la casa. "Fue bochornoso lo que pasó. No se venía pagando", dijo en diálogo con el periodista Leo Sarro.

Caruso relató que el contrato fue rubricado entre el dueño y una mujer, con quien Cristino tenía una sociedad de hecho para realizar producciones y eventos en la casa, ubicada en Mar Chiquita y Mar de Coral en Punta del Este.

Foto: Ricardo Figueredo.

Ante el incumplimiento, según la versión del dueño, la mujer en cuestión quiso devolver la casa pero encontró resistencia en Cristino. El productor tenía el proyecto de realizar un reality en la casa (titulado Cristino Summer Reality) y para ello trajo a varias personas a la casa, algunos de Argentina, pero finalmente el proyecto no cristalizó, al parecer por falta de sponsors.

El propietario de la casa añadió que varias personas denunciaron a Cristino por las condiciones en las que vivían; todos se fueron en el correr de la jornada del martes ante las denuncias y la presencia policial. "Había gente en condiciones deplorables", comentó.

Cristino fue de los últimos que quedó en la casa y según Caruso, en condición de "usurpador" porque no estaba la persona rubricó el contrato, El empresario negó que el RR.PP se haya ido de forma voluntaria de la casa, sino que lo hizo mandatado por Fiscalía.

"Confié en él. Tenía una buena amistad, como confió tanta gente. Es una pena: uno nunca quiere terminar en estas condiciones", añadió Caruso sobre el desenlace de la historia.

La casa de Mar Chiquita y Mar de Coral fue escenario de un hecho de sangre en febrero del año pasado, cuando estaba alquilada al empresario Gonzalo Aguiar. Su expareja lo mató en uso de legítima defensa, según determinó la Justicia.

Helal Caruso contó que la casa tiene una capacidad para 14 o 15 huéspedes. También dijo que durante la estadía de Cristino y su equipo, llegó a haber hasta 28 personas.

"Se ponía música muy alta, estaba molestando a los vecinos", añadió el empresario y dijo que reclamará por la vía civil los alquileres impagos.