Obituario
Trabajó en "El club de clan", "Mesa de noticias", "Operación Ja Ja", "Bailando por un sueño", los sketchs de Susana, sagas como "Brigada explosiva", fue cantante de éxito y hasta hizo Shakespeare
Luego de dos meses internado por las consecuencias del Covid-19, murióGino Renni. La noticia la comunicaron sus amigos y productores artísticos, Gustavo Yankelevich y Carlos Rottemberg. Tenía 78 años.
Sin tener protagónicos, el actor nacido en Italia era una de las figuras más reconocidas del espectáculo argentino. Se inició en canto y fue popular como comediante. Su muerte es la partida de un exponente de la época de oro de comedias blancas y de telenovelas de romántico tono naif.
Luigi Melieni Mollo había nacido en Calabria, el 7 de junio de 1943, y tres años después, la familia se trasladó a Buenos Aires donde su padre tenía un puesto frutas y verduras en el Mercado del Abasto. A los 17, Luigi se presentó en un certamen de radio, impulsado por su admiración por Doménico Modugno. Ya ahí se decidió por un nombre artístico más musical, Gino Renni.
Debutó en radio con Italia canta con la voz de Gino Renni en 1961, el inicio de una exitosa carrera radial. Un año después, a los 19, debutó en TV en uno de los más famosos programas de la época: Sábados Circulares de Nicolás Mancera en Canal 9 y en 1964 pasó a Canal 13 para participar de La cantina de la alegría y El Club del Clan, uno de los ciclos más legendarios del entretenimiento argentino.
Ese mismo año, Hugo Moser lo convocó como actor para Disparate S.A, y se lanzó como comediante. La desarrollaría en programas históricos como Los Campanelli, Los hijos de López, La Tuerca (por la que ganó un Martín Fierro), Operación Ja Ja, El nieto de Don Mateo e incluso, mucho más adelante, en los sketchs de Susana Giménez, su amiga de toda la vida.
Entre 1983 y 1986, integró otro de los programas icónicos argentinos: Mesa de Noticias. Allí Renni compuso a Foderone de la Salsiccia, un personaje muy popular y que logró instalar un latiguillo: “Assassino”.
Además de seguir cantando, en 1970 debutó en otro rubro que lo marcó: la telenovela. Fue con Nino, la primera tira argentina de alcance internacional. Desde entonces trabajó en hitos del género y que compartió elenco con estrellas como Andrea del Boca (Perla Negra, Zíngara), Natalia Oreiro (Muñeca brava, Kachorra, Sos mi vida). Con Chayanne y Araceli González fue parte de Provócame.
Trabajó, además, con grandes nombres de la televisión. Con Marcelo Tinelli participó en Bailando por un sueño y Cantando 2011. Y tuvo una estrecha relación personal y profesional con Gerardo Sofovich.
En 1974 debutó en teatro junto al recordado Osvaldo Miranda en La soñadora y luego se sumó a Una rosa para el desayuno con Nora Cárpena y Guillermo Bredeston. En 1984 le llegó el turno de ponerle el cuerpo a un gran autor: Darío Fo en Aquí nadie paga, con Beatriz Bonnet.
En 1991, fue convocado por el director Alberto Ure para Noche de reyes, de William Shakespeare, en el Teatro San Martín. Allí demostró un oficio aprendido a pura intuición.
Y estuvo el cine, claro, donde las comedias familiares fueron su fuerte. Participó en más de 20 títulos entre los que se destacan las sagas de Los bañeros y Brigada explosiva, todas con gran éxito de taquilla.
Ya maduro, reconoció que fue un error no haber formado una familia, aunque estuvo muy pendiente de su hermana y su madre. En el plano afectivo, poco se supo de sus amoríos. “Mi gran amor no perteneció al medio artístico”, confesó. Tenía fama de Don Juan, pero su discreción lo llevó a manejarse con sobriedad y jamás estar envuelto en un escándalo.
Conoció la noche porteña, en tiempo donde las madrugadas de las tertulias de los actores se extendían hasta el amanecer. En aquella bohemia cultivó su estilo familiar y campechano. No tenía prejuicios en torno al género popular y sentía orgullo de formar parte de esa estirpe de artistas que podían con Shakespeare y con Hugo Moser.