Marcelo Corazza, el primer ganador de Gran Hermano, fue trasladado hoy desde el Palacio de Tribunales a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Está detenido en una causa donde se investiga una red de corrupción de menores. “Quiero decir que no tengo nada que ver con esto; estoy pasando por el peor momento de mi vida; no puedo creer que esté pasando”, había dicho cuando fue indagado por el juez Javier Sánchez Sarmiento y el fiscal Patricio Lugones.
“Desconozco a las personas [los otros tres imputados] que me nombraron. Mis abogados me sugirieron que no declare hasta poder ver bien la causa. Tengo familia, un sobrino nieto, un ahijado de trece años y me da asco todo lo que escuché. No puedo creer que puedan llegar a leer todo esto. Nunca en mi vida tuve una relación con un menor de edad, no se me ocurriría, por Dios”, sostuvo Corazza en la indagatoria, según reconstruyó de La Nación de fuentes judiciales.
Además de Corazza hay otros tres detenidos,Francisco Angelotti, el presunto líder de la organización, Ignacio Mermet y Andrés Charpenet, se negaron a declarar.
Corazza, según fuentes oficiales, sería trasladado a la cárcel de Ezeiza y Charpenet a Marcos Paz. Los otros dos imputados, por el momento, no quedaron a disposición del SPF.
Los cuatro sospechosos fueron detenidos por detectives de la División Trata de Personas, de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad durante seis allanamientos hechos en la ciudad misionera de Oberá y en Tigre y General Rodríguez.
Según el expediente judicial, “se reprocha a Angelotti, Andrés Charpenet, Raúl Mermet y Corazza haber montado, junto a otras personas aún no individualizadas, una estructura destinada a reclutar menores de edad en situación de vulnerabilidad, con el fin de someterlos a la práctica de relaciones sexuales y a la explotación sexual sin su consentimiento, ya fuere por intercambio de dinero o por satisfacción personal o de terceros”.
Angelotti, según la imputación, abusó sexualmente con acceso carnal a la denominada “víctima 1″, que declaró en la causa bajo reserva de identidad entre 1999 y 2001 o 2002. “Los hechos sucedieron en reiteradas ocasiones en fechas que no pueden ser individualizadas cuando la víctima 1 tenía entre 11 y 13 años. Las partes se conocieron por internet en sitios de chats. El primer encuentro sucedió en Eduardo Acevedo y Bogotá, en Caballito, un domingo a la tarde. Luego de conversar un rato, entre otras cosas, el acusado le refirió ´no parecés tan chiquito”. Se dirigieron hacia el Parque Centenario donde le dio un beso al joven. La primera vez que hubo acceso carnal fue en la parte trasera de la camioneta 4x4 que por ese entonces tenía el inculpado y se encontraba estacionada en el mismo parque. El niño tuvo sentimientos de temor, incertidumbre y dijo sentirse incapacitado de decir que no. A partir de allí comenzaron a tener encuentros sexuales, a menudo durante tres años, en un vínculo que definió como de sumisión, tanto en ese vehículo como en albergues transitorios, generalmente durante los fines de semana, ya que entre semana el damnificado asistía a la escuela”.
Según la investigación, Angelotti “traía adolescentes y niños desde Misiones, la provincia de la que es oriundo, a Buenos Aires y se quedaban viviendo con él, presumiblemente en General Rodríguez. Por otra parte, ofrecía los servicios sexuales de ´víctima 1´ ´víctima 2´ a tercera personas, presumiblemente a cambio de dinero”.
LA NACION (GDA)