DE PASO

La cantante española Isabel Pantoja está de gira por la región, en el marco de su tour Enamorate con el que ofrecerá shows en Argentina y Chile. En concreto estará este martes en el Luna Park de Buenos Aires, y el sábado y domingo en el Monticello Gran Arena del país trasandino. Y antes tuvo que pasar por el suelo de Uruguay.

La intérprete de "Marinero de luces" u "Hoy quiero confesarme" visita América del Sur después de un buen tiempo, sin contacto con la prensa y con riguroso perfil bajo. Aunque su vida se ha visto envuelta en escándalos, polémicas y denuncias en los últimos años, desde su entorno intentan mantenerse a distancia de cualquier ribete mediático.

Quizás por eso pasó un tanto desapercibido el hecho de que, para poder llegar a Argentina, tuvo que pasar por Uruguay el fin de semana.

Así lo contaron ayer en el programa Socios del Espectáculo de eltrece, en el que revelaron que un problema con los vuelos de Isabel Pantoja determinó que la diva llegara a Buenos Aires en barco.

"Quién nos iba a decir que Isabel Pantoja iba a llegar a Argentina en barco", comentó la periodista española Leticia Requejo, quien llegó al Río de la Plata para cubrir de cerca la gira de la artista.

Lo que ocurrió con la cantante es que el vuelo que la traía de España a la vecina orilla tuvo que desviarse por causa de la neblina. Y aunque lo habitual es que ese tipo de desvíos se hagan al aeropuerto de Córdoba, como se enfrentaban Boca Juniors y Tigre en la provincia y había algunas dificultades logísticas, el avión terminó aterrizando en Carrasco.

Entonces, Pantoja tuvo que viajar en barco desde la costa uruguaya hacia la argentina. Aunque en Socios del espectáculo informaron lo contrario (es decir, que había viajado del interior a la capital y de ahí a Argentina), el vuelo que traía a la tonadillera debió aterrizar en el principal aeropuerto uruguayo, y desde allí fue trasladada en remis a Colonia, donde finalmente subió a un barco que le permitió cruzar el Río de la Plata. Sus fanáticos la capturaron el domingo en la terminal portuaria coloniense, donde se la pudo ver bastante risueña.

Lo cierto es que cuando llegó a Buenos Aires, con barbijo y gafas oscuras que le cubrían buena parte del rostro, Pantoja intentó ocultarse de los flashes de los paparazzi. Se estima que el viaje a su destino final duró, en total, alrededor de 25 horas.

A la cámara de Farándula Show se limitó a decirle que el viaje había sido "muy bonito", y lanzó algunos besos ya desde el interior de la camioneta que la trasladó a su hotel.

Pantoja viajó junto a su hermano Agustín y un equipo de asistentes. En marzo había sido absuelta de un juicio por el que podía enfrentar hasta tres años de prisión, por cooperación innecesaria en un un delito económico
de insolvencia punible.