Redacción El País
El jueves tuvo lugar una nueva edición de PH (Canal 4) y como de costumbre, no faltaron las confesiones. Una de las que más se abrió a contar intimidades en el punto de encuentro fue la comunicadora Jimena Sabaris. Habló de las vicisitudes que afrontó luego del parto de su hijo Lorenzo, la depresión que atravesó, y contó que tuvo ataques de pánico y ansiedad en la adolescencia.

La primera vez que la comunicadora y conductora de 8AM y Zoom Internacional dio un paso al frente fue ante la consigna de que pasaran los que habían tenido que madurar de golpe. Entonces contó que le tocó crecer cuando un año atrás se convirtió en mamá de Lorenzo. "Aprendí lo que significa el famoso sacrificio de las madres", empezó diciendo.

Continuó contando que le tocó "un bebito de manual" y que todo lo que podía pasarle le pasó: problemas durante la lactancia, cólicos, y varios inconvenientes para dormir que siguen hasta ahora.

Sabaris dijo que pensó que lo más complejo sería el parto, pero la experiencia le demostró que lo más difícil es cuando llega esa criatura de la que tenés que hacerte cargo. "Es un cambio tremendo para bien y para mal, todo junto", se sinceró.

La vuelta a las tareas laborales a los tres meses también fue dura, ya que le tocó madrugar y su bebé se despertaba cada media hora. "Estuve meses, hasta hace poco, teniendo que salir al aire durmiendo dos o tres horas por noche. Y no lo digo a modo de queja porque no cambiaría nada y me tocó un gordo sano, feliz, lo amo, pero la privación de sueño te trastoca físicamente y a nivel de salud mental", dijo.

Acto seguido, confesó: "Tenía momentos en que me sentía con depresión, pensaba que iba a chocar manejando. Por más de que tengas ayuda, una es la que tiene que estar ahí poniendo el cuerpo y haciéndose cargo todo el día".

Aprovechó a agradecer a sus compañeros de Canal 4, ya que solían hacerle el dos cuando ella se maquillaba rápido y se iba a dormir unos minutos al vestuario antes de salir al aire. Hubo veces, relató, en las que les tuvo que decir: "hoy no estoy", porque era "un zombie".

"Ahora lo cuento como una anécdota, pero es bravo. Poder contarlo es fundamental, por la salud mental de las madres", concluyó.

Foto: @jimesaba

En otro tramo del programa, volvió a pasar al punto de encuentro para hablar sobre una etapa de su vida en la que no soportó la presión y derivó en un ataque de pánico.

La hoy comunicadora de Canal 4 tenía 20 años, estudiaba turismo, trabajaba nueve horas por día en el hostel de su madre en Ciudad vieja, y a la vez ensayaba todos los días hasta la madrugada para una competencia de baile de hip hop. Nuevamente el sueño fue un problema en su vida, o la falta de él, ya que dormía apenas cinco horas por día.

Llegó un momento en que el cuerpo le pasó factura, y fue una tarde mientras estudiaba para un parcial, que quedó inmóvil: "Por suerte estaba mi madre en casa y empecé a gritarle, 'mamá, no me puedo mover'. Quedé paralizada, es una sensación espantosa e inexplicable. Me tuvieron que llevar mi madre y mi hermano a la cama hasta que vino la emergencia, me dieron algo para tomar, me tranquilicé y me dormí", relató sobre este ataque de pánico que identificó como tal años después en terapia.

Esa, dijo, fue una primera lección de vida: aprendió que hay prioridades y que es fundamental tener tiempo ocioso.

Si bien no le volvió a pasar otro episodio como ese, contó que ya había tenido otras crisis de ansiedad similares durante la adolescencia: "Me venían de la nada y logramos descifrar que no podía más, mi cuerpo me estaba diciendo: quedate quieta, pará un poco, te va a pasar algo más grave", dijo.