Jorge Marrale: "La televisión también es un servicio social"

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Jorge Marrale

ENTREVISTA

El actor habla de la producción argentina, de sus esperanzas y de lo que más añora de no poder actuar por la pandemia

Jorge Marrale tiene en su haber personajes tan malos como Astor Monserrat de la telenovela Vidas robadas, pero se extraña al recordar la cantidad de veces que hizo de villano a lo largo de su carrera. Desde 2018, además, está al frente de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), que durante este año pandémico se ocupó de conectarse con los actores para ver sus necesidades en medio del cese absoluto de sus trabajos.

Se atrevió incluso a participar de las dos experiencias sonoras por WhatsApp que el director Guillermo Cacace les propuso a él, a Leonardo Sbaraglia, Cecilia Roth, Dolores Fonzi y Camila Sosa Villada, en Amor de cuarentena y luego en Audioguía para que vuelvas. Y extraña, claro, la actuación en el escenario, en tiempo presente.

Dos veces ganador del Martín Fierro, al actor se lo puede ver en Netflix en la película La valija de Benavidez, o en NSNow en las series Conflictos modernos y Estocolmo.

-¿Cómo fue el trabajo que desarrollaste con SAGAI a lo largo de este año?

-Los que dirigimos SAGAI estamos en la misma circunstancia que los actores y actrices. Es una gran crisis porque particularmente este colectivo no tuvo salidas laborales en ninguna de las variables al menos hasta ahora que, podemos decir tímidamente, se está iniciando algo. Si ya de por sí es un oficio complejo porque las continuidades son milagrosas, este contexto es dramático.

Jorge Marrale. Foto: Ricardo Figueredo

-¿Por qué pensás que hay tan pocas tiras televisivas en la Argentina?

-Hay distintos factores. Incluyo los económicos que son complejos; y también la facilidad de importar material y que haya un público que lo pueda seguir; hablo de las novelas turcas y brasileñas. Y algo de eso se combina con la inercia de un modelo que creo que la pandemia demostró que se acabó. Es una pena en un sentido. Algunos canales como Telefé programaron ciclos como Atreverse, Floricienta. Lo que hacíamos en las décadas del 80 y del 90 es impresionante y ese sistema de producción, esos directores que eran productores ejecutivos de sus obras, cambió. El sistema está más concentrado, hay una directriz que genera todo un pensamiento y creo que eso no le hizo bien o no se desarrolló como debería, con más personajes involucrados.

-¿Qué pasó entre aquellos dorados años y el presente?

-Recuerdo con mucho placer lo que hicimos con Vulnerables y no es que quiera mirar para atrás por lo hecho, sino por lo bien hecho. Entonces lo digital todavía no había aparecido y sentarse a esperar un programa era un ritual. Hoy eso parece antiguo, cuando te podés hacer una panzada de 10 capítulos -no sé hasta cuándo se va a poder aguantar eso-, y terminar la serie en un día, mientras que antes podía durar dos o tres meses. Hay algo que cambió también en nuestra concepción. La forma de comunicar con lo digital cambió y hay que adaptarse a eso, no queda otra alternativa porque el trabajo va a venir por ahí. Hoy se estrenan películas de cine por las plataformas y nos preguntamos qué va a pasar con las salas cinematográficas.

"Hoy se estrenan películas de cine por las plataformas y nos preguntamos qué va a pasar con las salas cinematográficas"

Jorge Marrale sobre el streaming

-En estos meses, además de tu trabajo continuo con Sagai, hiciste las propuestas por WhatsApp de Amor de cuarentena y Audioguía para que vuelvas. ¿Cómo fue esa experiencia solo auditiva?

-Fueron bárbaras las de los dos. Con esta segunda experiencia, Audioguía para que vuelvas, nos propusimos al llegar a fin de año ponernos un poco más eróticos. Es un juego muy interesante. Y me gustó mucho hacerlo porque creo que el tema de la voz hace que la fantasía avance, como con la lectura. No por nada después de la oralidad lo que vino fue la imprenta, la escritura. La fantasía de lo que se arma en la cabeza. Con Amor de cuarentena todos vivimos la experiencia de gente que respondía a lo que había sucedido y cómo de ese comienzo de sentir que habla el actor fue tornándose diferente con el paso de los días. Un ex hablándote era potente y los 14 WhatsApp eran esperados ansiosamente. Con Audioguía pasa lo mismo, pero con otra historia, en una familia muy particular; a mí me divierte mucho. Está inspirada en Teorema de Pasolini: un ser que ingresa a una familia y la descompone, o la compone. Se genera una cosa religiosa con esa persona, que se la necesita, que se espera que vuelva, y todos están en esa distancia: por favor volvé, como sea, pero volvé.

-¿Pudiste actuar algo en estos meses?

-No, extraño muchísimo. Tenemos el cuerpo en soledad o por lo menos con los vínculos más cercanos, pero el cuerpo en peligro. Esa idea de que salgo, pero cómo salgo. El cuerpo se pone un poco tenso y la actuación requiere un cuerpo relajado. Extraño mucho eso. Habíamos terminado funciones de El vestidor y estábamos preparándonos para ir al festival de Bogotá en abril. Eso extraño, la respiración de la sala. Alguna risa. Tantas cosas. Tengo esperanzas de que lo perdido sea recuperado. Todos vamos a estar un poco distintos. Los creadores también. No solamente para contar cuestiones referidas a la pandemia. Es un momento muy particular. Nos quedamos adentro de la casa, con menos salidas, pero también adentro de nosotros. Son procesos que cada uno vive como quiere y puede y que algo nos tiene que dejar. Estamos reflexionando sobre algo que le pasa a todo el planeta. Casi por primera vez, a pesar de la desgracia, estamos unidos por lo mismo. Esto no puede pasar como si nada, no creo. Porque cada uno va a tener su proceso. La primera vez que vayamos al cine vamos a pensar con quién vamos a ir, qué vamos a ver. Hay algo que va a ser distinto a como lo dejamos en marzo.

"Tengo esperanzas de que lo perdido sea recuperado. Todos vamos a estar un poco distintos"

Jorge Marrale sobre la pandemia

-¿Cómo se proyecta 2021?

-Quiero terminar el año con la esperanza de que la curva vaya bajando, se vengan las vacunas, y empecemos a retomar y darnos la posibilidad de reconstruirnos entre todos. En abril íbamos a hacer una ficción sobre la vida de María Marta García Belsunce que tengo entendido que se va a hacer. Yo voy a interpretar a Carlos Carrascosa. Algunas cosas de cine que quedaron colgadas, y algo de teatro que no puedo hablar demasiado porque tenemos que ver cómo se da todo. Hablé también con Javier Daulte que tiene una historia muy interesante para tele en la que quieren que participe. Estamos viendo cómo se pone en funcionamiento la maquinaria: el cómo, el dinero, las formas, los protocolos. También espero que en el futuro los canales de televisión puedan hacer algo en la construcción de la ficción. Creo que hay algo del ritual que se puede otra vez construir. La televisión es infinita. Tenemos tantas posibilidades. Hay un público todavía. La televisión también es un servicio social; hay mucha gente que no puede salir, que no tiene dinero o acceso, y tiene que tener esas posibilidades.

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