COLUMNA FARANDULERA

Detrás del personaje despreocupado y naif que tanta fama le dio en los medios, hay una persona con ganas de crecer. Karina Jelinek, la mediática que se ganó su lugar en los medios gracias a la frase “lo dejo a tu criterio”, sigue riéndose de sí misma en cada entrevista, pero hace más de un año que deja la puerta abierta a sus ganas de crecer.

Cada vez que la veo aparecer en algún programa argentino me saca una sonrisa mientras termino de desayunar mis huevos benedictinos; en especial cuando recuerda por milésima vez el día que llegó tarde a votar y la filmaron mientras pedía a los gritos que le abrieran la puerta. Esas cosas solo pasan en Argentina.

Pero hay algo de la Jelinek que me produce ternura cuando le abre la puerta a la seriedad y habla de sus ganas de ser madre. Y lo ha dicho cientos de veces en Los Mammones, Podemos Hablar y Debo decir. Así que cuando leí la noticia de que ya está tramitando los papeles necesarios para ser madre por subrogación de vientre, me alegré bastante.

“Estoy en eso. Por ahora guardo esa información hasta que termine los trámites personales. Demora, pero tengo paciencia. Está avanzado”, adelantó en Nosotros a la mañana. Y, de paso, le calló la boca a los que lanzan teorías absurdas: “Algunas personas dijeron que no quiero tenerlo porque no quería engordar. Personas ignorantes y comentarios tontos cuando no saben de mí”.

Estoy contento por Jelinek, mi mediática preferida de la vecina orilla.