COLUMNA FARANDULERA
Nuestra analista de la farándula escribe sobre Germán Martitegui, quien parece ser el peor jurado, aunque Narda Lepes dice que es un tierno
Como ya había visto otras ediciones de Masterchef argentino, sabía que Germán Martitegui es bastante malo a la hora de hacer las devoluciones. No tiene punto medio, o está bueno o es una porquería la comida.
Sí, se muestra muy frío y duro por fuera pero me contaron que es un osito de peluche por dentro, me dijo mi amiga Irene que me llamó con el cuento.
Ah, contame que no lo tenía como divertido al chef más exigente de la vecina orilla.
Mirá, yo no lo conozco, pero Narda Lepes anduvo diciendo que la imagen de malo que muestra en la televisión, es una fachada y que en realidad es bueno. También dijo que cuando “trata de contarte un chiste, no le sale”, intentando quitarle un poco la carga de ser el más quiquilloso del certamen.
Bueno, entonces no es tan así, pero podría aprender a saber cómo dar una devolución a los participantes, porque no son cocineros. Todavía me duele que el divino de Nacho Sureda lo hayan eliminado.
Decí la verdad, vos querías que siguiera para poder verlo un poco más.
No nos desvirtuemos, volviendo a Martitegui, ¿qué más dijo Lepes?
El otro día estuvo hablando con Catalina Dlugi y Lepes contó que con Germán son muy amigos desde hace mucho, que cocinaron juntos y hay una linda amistad con la familia.
Eso es genial, pero no dijo lo más importante, ¿cuándo se va a sacar la cara de limón agrio?
Mirá, no sé si Narda hace milagros, dijo Irene.