Cumple 40 años en los medios y aunque hoy no tenga pantalla, Julián Weich se dice satisfecho de los productos que realizó: desde La banda del Golden Rocket hasta Sorpresa y media. Extraña la ficción (como consumidor y actor) y le apena que la televisión se esté “diluyendo”.
Estuvo de paso en Punta del Este, ya que no elige este balneario para vacacionar, solo viene a eventos puntuales. Es embajador de Unicef hace 32 e inició un camino espiritual en el afán por ser feliz. El conductor y actor declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo habló de esos y otros temas antes de ser homenajeado en la edición número 46 de la Cena de Famosos.
—Muchos te recordamos por el exitoso Sorpresa y media, ¿qué significó ese programa para vos?
—Para mí fue un placer haberlo hecho porque me lo agradecen hasta hoy, me siguen recordando los casi 500 sueños que cumplimos. Es el recuerdo de haber hecho algo hermoso.
—¿Te reclaman que vuelva?
—Sí pero cuando les digo los motivos por los cuales no, me dan la razón. Primero por los costos (es muy caro), y segundo porque ahora existe el teléfono, entonces es muy fácil que te deschaben un sueño. No digo que no se pueda hacer pero es más complicado.
—¿Hacen falta más programas con ese tipo de contenido?
—Sí, creo que la televisión (al menos la argentina) se está diluyendo, y es una pena, porque es un medio que te sigue validando, ya sea un candidato presencial o una publicidad. Y se está diluyendo por propia responsabilidad de la televisión, por la aparición de los streamers, de las plataformas. Se dejó pasar mucho tiempo y dudo que vuelva a ocupar la centralidad que tenía hace unos años.
—En este momento solo se habla de Wanda Nara y la China Suárez, ¿qué opinás de esos contenidos?
—El opinólogo es el sueldo más barato que hay, por eso está tan llena la televisión de panelistas que opinan y no suman.
—¿Cómo te llevás con la exposición?
—Desde que asumí mi rol de persona conocida tomé la decisión de no exponer mi vida privada. Nunca dejé entrar a nadie a mi casa, a mi matrimonio, ni expuse a mis hijos.
—¿Cuál es el secreto para seguir vigente en el medio?
—No hay un secreto, tenés que tener la suerte de hacer buenos programas, de que te convoquen, y ser honesto con tu trabajo.
—Fuiste parte de novelas como La banda del Golden Rocket o Clave de Sol, ¿extrañás la ficción?
—Extraño la ficción como actor y consumidor. Es una pena que nadie pueda invertir porque no hay plata para sostenerla.
—¿Cómo te llevás con el streaming?
—Bien, mientras uno haga las cosas con decoro, decencia y respeto. No estoy de acuerdo con el streaming donde todo está permitido, digo lo que quiero, no me importa nada. Hay que respetar al televidente, así estés hablando frente a una cámara de fotos, pero no todos piensan como yo
—Dijiste haber hecho de todo para lograr estar bien, incluso prácticas espirituales, ¿cómo fue ese camino?
—Fue una búsqueda particular de querer estar bien. Si bien me fue muy bien en lo personal y profesional, no me sentía bien, y no entendía. Empecé a volcarme en lo espiritual (sea religioso o energético), y en esa búsqueda, lo encontré. Como me la paso buscando, me la paso siendo feliz.
—¿Qué prácticas te sirvieron?
—Registros Akáshicos, Temazcal, leer, meditar, yoga. Empecé a creer en lo que no se ve, que es todo lo energético, lo espiritual, y me sirvió para tener 58 años y estar en paz, que es muy parecido a la felicidad.
—Hiciste un viaje con tu hijo a Panamá, donde él hacía malabares y vos pasabas la gorra, ¿cómo fue?
—A los 19 años, mi hijo Jerónimo (hoy tiene 30 y vive en Córdoba en su casa de barro) decidió hacer un camino distinto, el famoso hippie. Para sustentarse, aprendió a hacer malabares y con eso recorrió todo Sudamérica. Cuando cumplí 50 pensábamos ir con toda la familia a visitarlo y él dijo, ‘quiero volver, ya viajé’, entonces me fui solo, y pasé con él 10 días en Panamá, durmiendo en hostels y en la calle. Él hacía malabares y yo pasaba la gorra. Me adapté a su presupuesto y fue una experiencia muy linda. Aprendí no solo a ver a mi hijo sino a verme a mí en una situación de más despojo, de elegir vivir con menos. Y me di cuenta de que también la puedo pasar bien no teniendo.
—¿Qué proyectos tenés para el 2025?
—Ninguno, nunca me salió proyectar, y tampoco voy a inventar proyectos para decir que estoy por hacer algo; prefiero decir la verdad. Cumplo 40 años en la tele y aunque no esté, hice un montón de cosas, entonces estoy satisfecho.
—¿Extrañás la pantalla?
—Extraño la tele que se hacía antes, la que tenía impacto, la que respetaba al televidente, tenía niveles de inversión buenos y entregaba premios. Esa la extraño mucho pero sé que no va a volver.
-
Lourdes Ferro tiró las cartas para Yamandú Orsi en un evento y contó la última predicción que le hizo a Tinelli
Viviana Canosa en Punta del Este: "Le tuve que explicar a mi hija que no salgo con Lacalle Pou"
Gerardo Romano actuó con Perciavalle y enmudeció a todos al revelar su vínculo con la tragedia de los Andes
Graciela Alfano llegó a Punta del Este y abrió su corazón para hablar de su ruptura con Bustin: "Estamos en..."