Redacción El País
No buscaba ser actriz, pero se convirtió en una estrella del cine a fines de los años noventa, y si bien participó en varios éxitos de taquilla como Impacto profundo, Ojos bien cerrados o Jamás besada, a los 29 años se alejó de la pantalla grande para dedicarse a su verdadera vocación.

A fines de los años noventa surgía una nueva camada de actrices en el cine, entre las que se encontraban Britany Murphy, Amanda Byrnes, Kirsten Dunst, Sarah Michelle Gellar, Resse Withespoon, Jennifer Love Hewitt y Leelee Sobieski. Sus películas se convertían en éxito, aunque no todas quisieron seguir en la industria. El caso de Leelee Sobieski es uno de los más destacados, ya que a los 29 años, se alejó de la actuación.

Nacida como Liliane Rudabet Gloria Elsveta Sobieski, en Nueva York el 10 de junio de 1983, desde pequeña vivió entre sets de filmación ya que se madre, Elizabeth era productora y guionista, y su padre, Jean Sobieski, un francés artista que también trabajó en el cine. Aunque comenzó a audicionar cuando un cazador de talentos la encontró en una cafetería.

Con apenas 11 años audicionó para Entrevista con el vampiro, y si bien el rol quedó en manos de Kristen Dunst, la joven Leelee continuó audicionando hasta Reunion, su debut en la pantalla.

Le siguieron participaciones en series como News Radio o F/X: Efectos mortales, y con Jungla a jungla, de 1997 donde interpretó a la hija de Tim Allen, saltó a la fama. Le siguieron éxitos como la película de cine catástrofe Impacto profundo y el drama La hija de un soldado nunca llora. Su fama se consagró en 1999 cuando trabajó en tres éxitos del año.

Foto: Difusión.

Ese año, Sobieski fue la tímida Aldys Martin en Jamás besada, el regreso de Drew Barrymore a la pantalla grande, también fue a la hija de Milich (Rade Serbedzija) en Ojos bien cerrados, el último título de Stanley Kubrick, y fue Juana de Arco en la serie homónima, por la que fue nominada al Emmy y al Globo de Oro.
 
También fue parte de La casa de cristal, 88 minutos, Nunca juegues con extraños y The wicker man, trabajando junto a Al Pacino, Paul Walker, Diane Lane, Nicolas Cage y John Cusack, entre otros. Pero todo finalizó en 2012 cuando decidió alejarse del cine.

En 2009, Sobieski se casó con el diseñador Adam Kimmel, y tomó su apellido. Además, decidió dejar su carrera para centrarse en su familia y la pintura, bajo el nombre de Leelee Kimmel.

"Pensé que debido a mi pasado, mi trabajo sería juzgado duramente", le dijo al portal artnet News. “La pintura siempre fue mi objetivo; Seguía distrayéndome con cosas del trabajo y pagando facturas”, agregó.

Kimmel también comentó por qué decidió abandonar la actuación. "No quiero que mis hijos miren Netflix y me vean en la pantalla en los brazos de alguien que no es su padre".