Maestra de ceremonia del casamiento de tres hombres en Uruguay: "Fue un ritual de amor"

Gabriela Losavio se ha especializado en ceremonias creativas y fue quien ofició la unión entre Maximiliano Adoue, Guillermo Mendizábal y Guillermo Picart. Explicó lo desafiante de la celebración.

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Gabriela Losavio junto a los novios.

Redacción El País.
El fin de semana en Uruguay se desarrolló un acontecimiento con poquísimos antecedentes en el mundo: tres varones resolvieron unirse en un matrimonio simbólico que celebraron con familiares y amigos en un local en la playa de El Pinar. Todo terminó con una emocionante foto de los novios con las tres familias y fiesta hasta la madrugada.

La unión entre Maximiliano Adoue, Guillermo Mendizábal y Guillermo Picart no es reconocida legalmente en cuanto la unión múltiple no está prevista por la legislación uruguaya. La periodista Gabriela Losavio, especialista en ceremonias creativas, fue quien ofició la ceremonia y resaltó que se trató de la celebración del vínculo. "Fue un ritual de amor", comentó en diálogo con El País.

"No hay registro. Lo sí hay es amor. No estamos hablando de una opción legal. Son tres varones que aman", comentó Losalvo, que es argentina y lleva 25 años oficiando todo tipo de ceremonias.

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La celebración de Max Adoue, Guillermo Mendizábal y Guillermo Picart.

Durante la boda en El Pinar, Losalvio definió esta unión como "matrimonio trial, familia de tres varones. Ser pioneros no es fácil".

Losavio conoce muy bien la historia de esta "trieja" de uruguayos. Ella misma había sido quien ofició el matrimonio entre Adoue y Mendizábal en 2007. "Max y Guille me convocaron para que oficiara su boda de casamiento cuando no existía la ley de matrimonio (igualitario), pero sí existía el amor. Ellos dieron el paso", comentó. "Hace cuatro años se enamoraron, sumaron a su historia de amor a Capi. Se enamoraron mucho, fuerte", añadió en referencia Picart.

Losavio, que es periodista de profesión, contó cómo fueron los preparativos y lo desafiante de esta ceremonia en Uruguay. Se entrevistó con los tres novios durante tres horas para conocer la historia y la sensibilidad de cada uno. Luego, elaboró el guión de una ceremonia que duró unos 40 minutos, algo de lo habitual. "Había mucho para contar de esta historia de amor", asegura la maestra de ceremonias.

El ritual, que se hizo al atardecer con el atardecer sobre el Arroyo Pando de fondo, se cerró con la puesta de los anillos de los tres y una ansiada foto familiar entre las tres familias, de la que participaron unos 50 invitados.

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"Fue un momento súper emotivo. Hasta las personas que estaban en la playa se acercaron y la siguieron con lágrimas en los ojos. Para mí fue un salto cuántico", expresó Losavio. "El amor es una energía poderosa que se las arregla para manifestarse. Uno tiene que tener la valentía de ver qué hace con eso", comentó.

Para la maestra de ceremonias, la falta de antecedentes implica un desafío para los enamorados. "El vínculo se está construyendo con valor, con terapia, porque no hay registro. No es algo divertido, es una convivencia amorosa con sus desafíos. Yo lo celebro y los admiro a Max, Willi y Capi", expresó.

Sobre su trabajo desde hace un cuarto de siglo, Losavio comentó que se dedica a todo tipo de ceremonias. "Por lo general, acudo a celebraciones donde no va a haber una ceremonia tradicional, sea religiosa o legal. Pero no solamente por personas del mismo sexo. La mayoría de mis eventos son de personas solteras, que simplemente no resuenan con lo religioso... Me convocan de bodas, renovaciones de bodas, aniversarios, presentaciones, cumpleaños especiales... todo lo que requiera el tratamiento sensible desde la palabra y la posibilidad de transformar un acto simbólico para darle sentido profundo a que se está celebrando", comenta.

"En el caso de Max, Willi y Capi no necesitaban una excusa para convocar a su gente. Lo que estábamos haciendo era en un acto donde se ponía muy claro, frente a los demás y a sus seres queridos, que ellos estaban dando un paso trascendental: viven juntos hace cuatro años y los tres están en el mismo nivel vincular. Es algo muy fuerte, muy comprometido", agrega.

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