Redacción El País
Soportó el peso cómico de Friends como ningún otro. Hizo reír suave pero también hasta las lágrimas, dejó chistes que se instalaron como códigos en grupos de amigos de todo el mundo, protagonizó algunas de las escenas más emocionales y demostró cómo había que hacer para darle forma a un papel así de inolvidable. Si Chandler Bing fue uno de los personajes más entrañables de la televisión, fue todo por mérito de Matthew Perry.

Estuvo a punto de no ocurrir. Cuando Friends era un proyecto en construcción, el personaje del amigo simpático, sarcástico hasta la médula y por ende, terriblemente gracioso, estaba reservado para Jon Favreau. Al final, él declinó la oferta —participaría del elenco como un breve novio de Mónica, o sea Courteney Cox—, y entonces Perry entró en el mapa.

Matthew Perry, que falleció este sábado a los 54 años en su casa de Los Ángeles, fue un actor pero también un amigo, el hombre detrás de uno de esos personajes con los que el público establece vínculos especiales, estrechos, sostenidos. Chandler trascendió la pantalla. Las sombras también.

Perry, que actuaba desde niño, se inició en televisión a finales de los años ochenta. La década de 1990 comenzó con papeles menores en series y películas, hasta que finalmente fue fichado para Friends, la serie distinta con la que Martha Kauffman y David Crane iban a cambiar la forma de hacer ficción.

El programa, que se emitió entre 1993 y 2004 y fue un éxito devenido en clásico, le significó fama mundial y el peor de sus calvarios. Su consumo de drogas y alcohol, que ya existía para cuando Friends comenzó (el de la bebida era sostenido desde la adolescencia), fue escalando con velocidad. El impacto de las sustancias en su cuerpo quedó reflejado en las temporadas de la serie, en las que con más o menos deterioro físico, nunca perdió la eficacia.

Llegó a pesar 58 kilos. También llegó a confesar que cuando sentía que no podía causarle gracia a sus compañeros en el set, creía que iba a morir. Mientras tanto, componía en la pantalla una historia de amor memorable con la Mónica Geller de Courteney Cox, y una amistad igual de sólida y trascendental con el Joey de Matt Le Blanc que conquistaba a todos.

En el especial de Friends, en 2021, le dijo a Cox, Jennifer Aniston, David Schwimmer, Le Blanc y Lisa Kudrow: "Sentía que iba a morir si no hacía reír. Y no es saludable, seguro. Pero a veces decía una línea y no se reían, y yo sudaba y entraba en compulsiones. Si yo no obtenía la risa que se suponía que tenía que conseguir, me volvía loco". Sus compañeros, con los que mantuvo una estrecha amistad a pesar de haber desarrollado una vida más bien reservada, dijeron desconocer aquella presión.

Entre la tercera y la sexta temporada, declaró a la prensa, atravesó sus peores momentos al punto tal de no recordar lo que pasaba en la serie o fuera de ella. “No sabía cómo parar. No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Así que iba empeorando a medida que me hacía mayor”, dijo alguna vez. En su biografía Lovers and the Big Terrible Thing, lanzada el año pasado, confesó que llegó a gastar cerca de nueve millones de dólares en su intento de estar limpio. Actualmente se encontraba sobrio.

En las crudas revelaciones de esas memorias contó sobre sus períodos en clínicas de rehabilitación, incluso en los años de Friends. Tal es así que, tras filmar la escena del casamiento de Chandler con Monica, un técnico lo llevó de vuelta al centro en el que por entonces estaba ingresado.

También develó que, en 2018 y por una sobredosis, sufrió un estallido de colon y estuvo al borde de la muerte: pasó dos semanas en coma, cinco meses en el hospital y nueve meses con una bolsa de colostomía. Necesitó más de 12 operaciones para salir adelante.

Su carrera nunca más se acercó al éxito de Friends. Protagonizó series como Studio 60, Go On o The Odd Couple, y e hizo participaciones en varias otras. Lo último que se le acreditó fue la miniserie The Kennedys After Camelot, de 2017.

“Hay un infierno. No dejes que nadie te diga lo contrario. He estado allí y sé que existe; fin de la discusión", escribió en su biografía, a propósito de sus peores años. “Ahora me siento mejor porque está lejos. Está en una hoja de papel. El 'por qué' sigo vivo está definitivamente en el área de: para ayudar a las personas”.